El Gobierno pide a las CCAA no escatimar en recursos para recuperar ya la movilidad

El Gobierno comienza a vislumbrar el "final del camino" para la vuelta a la normalidad tras el temporal Filomena que ha azotado a una buena parte del país, aunque sigue pidiendo que se restrinja la movilidad a lo esencial. El objetivo de asegurar el acceso a servicios esenciales y los suministros básicos, tanto farmacéuticos como alimentarios y energéticos, se da por cumplido y ahora el Ejecutivo se centra en restablecer la normalidad circulatoria y la movilidad de la población.

En esta línea, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha destacado el restablecimiento de la mayor parte de los servicios ferroviarios, aunque persisten los retrasos debido a las limitaciones de velocidad en AVE y Cercanías, y la recuperación paulatina de la actividad en el aeropuerto de Barajas, donde este martes operaron cerca de 200 vuelos. "Vislumbramos el fin para recuperar los niveles de movilidad anteriores a Filomena", ha concluido en rueda de prensa tras una nueva reunión del Centro de Coordinación Operativa en las instalaciones de Protección Civil, hablando en pasado de un camino "que ha sido muy tortuoso". Con todo, 76 carreteras permanecen cerradas a la circulación ―de las 113 de este martes― y en 92 es necesario el uso de cadenas, siendo Asturias, Toledo, Valladolid, Castellón y Toledo los territorios más afectados. Asimismo, permanecen incomunicadas algunas zonas rurales en Toledo.

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La situación en las calles de Madrid, sin embargo, dista de acercarse a la normalidad, tanto por la presencia de hielo en numerosas vías como por la presencia de ramas caídas que interrumpen la circulación o las deficiencias en servicios esenciales como la recogida de basuras. Una buena parte de las grandes avenidas recuperaron este martes al menos un carril para poder pasar por ellas sobre ruedas, pero centenares de vías seguían siendo intransitables cuando se cumplían tres jornadas sin que hubiera nevado en la capital y después de que las autoridades advirtieran de que, una vez que la nieve diera paso a los bloques de hielo, su retirada sería aún más difícil. "La crisis está lejos de haber finalizado", admitía este martes el propio consejero de Interior y Justicia, Enrique López.

Sin referirse directamente a la capital, el titular de Transporte ha reclamado a todas las administraciones que "pongan todos sus recursos a disposición, tanto ordinarios como de emergencias, para restablecer los servicios a la ciudadanía". Por otro lado, ha afirmado que "seguiremos colaborando donde sea necesario", refiriéndose en este punto concretamente a la Comunidad de Madrid al calificarlo como "el territorio más golpeado".

La titular de Defensa, Margarita Robles, ha puesto también el foco, una vez que "se va recuperando la normalidad", en la limpieza de "vías y calles donde se sigue acumulando una gran cantidad de nieve". Desde el ministerio de Interior, Fernando Grande-Marlaska ha insistido en que diversas provincias continúan en alerta ante las situaciones metereológicas adversas, "lo que nos obliga a mantener activos todos los dispositivos", pero también la precaución por parte de la ciudadanía.

En Zaragoza, Teruel y Guadalajara, la AEMET mantiene el nivel de alerta rojo por las temperaturas mínimas, mientras que otras zonas del interior como Madrid o Castilla-La Mancha se ha reducido a naranja. Este jueves la situación se espera más favorable, aunque Zaragoza y Teruel estarán en alerta naranja todavía y hay avisos de riesgo de heladas en diferentes comunidades autónomas. Las temperaturas irán aumentando por lo tanto en todo el interior peninsular, aunque se mantendrán anómalamente bajas en comparación con los registros históricos.

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El Ejecutivo mantiene de forma paralela la reevaluación de daños de cara a comprometer ayudas económicas compensatorias a los afectados. Una labor que se inició este martes con el objetivo de resarcir a las personas y empresas que hayan sufrido daños materiales, por lo que también se trabajará de forma coordinada con las distintas administraciones, especialmente las locales, según informó ayer la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero.

A este respecto, las autoridades madrileñas mantienen el foco en la declaración de zona catastrófica. "Todos los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid que decidan declarar zona catastrófica a sus localidades van a tener el respaldo absoluto de este Gobierno. Es una situación sobrevenida que se une a la situación ya catastrófica de muchos establecimientos y comerciantes por la pandemia y el parón económico. Muchos van a necesitar ayudas extraordinarias y respaldo administrativo", aseguraba este martes la líder regional Isabel Díaz Ayuso. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha adelantado este jueves que el informe y los estudios para solicitar la declaración de zona afectada están muy avanzados y que esperan ultimarla este jueves, refiriéndose a "una factura de varios cientos de millones de euros".