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Podemos cierra sus congresos a nivel local con una implantación territorial menguante
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NUEVA ETAPA, VIEJOS RETOS

Podemos cierra sus congresos a nivel local con una implantación territorial menguante

Con un censo de 19.228 militantes y 810 círculos, los de Iglesias cierran su proceso de renovación orgánica dejando atrás las crisis internas, pero sin lograr reforzar su presencia territorial

Foto: Pablo Iglesias, durante el Consejo Ciudadano de Podemos. (EFE)
Pablo Iglesias, durante el Consejo Ciudadano de Podemos. (EFE)

Podemos ha cerrado el año con la elección de sus órganos locales, el último nivel del proceso iniciado en mayo de 2020 con la ratificación de su dirección en la tercera Asamblea Ciudadana estatal del partido, a la que siguieron las asambleas autonómicas. Lo hace con un censo de 19.228 militantes —miembros del partido que, al contrario de los inscritos, pagan cuota— y 810 círculos, y dejando atrás sus crisis internas e interinidad en varias direcciones autonómicas y municipales, pero sin conseguir de momento el reto marcado de reforzar su implantación territorial.

La estructura del partido mantiene una tendencia menguante en buena parte de los territorios, lo que se ha traducido en una bajada de la participación interna en estas votaciones y también en la pérdida de representación institucional durante el pasado año, quedándose fuera del Parlamento gallego y perdiendo casi la mitad de sus apoyos en País Vasco. Una inercia de la caída en las municipales y autonómicas de 2019, cuyas peores consecuencias fueron la pérdida de la mayoría de alcaldías en las que gobernaban en coalición (Madrid, A Coruña o Zaragoza), además de no obtener representación en Castilla-La Mancha —donde llegaron a formar coalición con el PSOE— y Extremadura.

Foto: El vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias. (EFE)

Después de aquellos comicios, Pablo Iglesias ya reconoció que "no hemos sido capaces de construir una organización con la suficiente implantación territorial, lo que nos hubiera dado más presencia y fuerza tanto en las generales como en las municipales y autonómicas". Tras los fracasos electorales del pasado mes de julio en las elecciones vascas y gallegas, en la ejecutiva del partido se volvió a asumir "la debilidad organizativa" y se trató de vincular el proceso orgánico —que remató las pasadas semanas con la elección de los portavoces locales— con el fin de un ciclo.

Tras los fracasos electorales en las elecciones vascas y gallegas, en la ejecutiva del partido se volvió a asumir "la debilidad organizativa"

A todo ello se suman las escisiones en la anterior etapa, a la que se quiere poner punto y final, de los sectores errejonista y anticapitalista, y más recientemente la ruptura con Adelante Andalucía, la organización liderada por Teresa Rodríguez. El objetivo ahora, una vez rematado el proceso de reconfiguración orgánica, es revertir poco a poco esta situación. Para ello, se han realizado numerosos cambios organizativos, principalmente a nivel municipal y de círculos, para crear espacios "más operativos y orgánicos". Cambios que, según se justificó en los nuevos documentos aprobados en asamblea, buscan crear "una nueva cultura militante que favorezca y dote de los espacios y herramientas necesarias para que cada una de sus personas integrantes sean agentes activos del movimiento popular y del cambio político y social que buscamos".

Foto: Firma del Protocolo de coordinación del gobierno de coalición. (EFE)

Un proceso de transformación del partido, explicaban desde la secretaría de Organización, cuya última fase ha sido la elección de órganos locales "para poder empezar 2021 con la maquinaria a pleno rendimiento". Entre las principales caras nuevas, destacan Luis Nieto en Madrid y Leandro Juan Danza en Barcelona. El primero se ha marcado el reto de "empezar a trabajar en un proyecto para la construcción de una candidatura en 2023 que recupere el Ayuntamiento de Madrid", sin cerrarse a un entendimiento con Más Madrid, y el segundo ha señalado la necesidad de fortalecer "el trabajo en espacios comunes con Barcelona en Común, en el Gobierno municipal, de cara a 2023". En su gran mayoría, siguen la línea marcada a nivel autonómico y los nuevos portavoces en las grandes ciudades son afines a Iglesias, como Consuelo Poveda en Valencia, Maribel González en Málaga, Luigi Carinci en Murcia o Jesús Jurado en Palma.

Se pretende también profundizar las alianzas dentro del paraguas de Unidas Podemos y con organizaciones de la sociedad civil

Para estas nuevas tareas del partido, los dirigentes que asumirán un mayor peso son el secretario de Organización, Alberto Rodríguez, la portavoz, Isabel Serra, el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales, Rafa Mayoral, y la responsable de Participación y Círculos, Ana Marcello. Se pretende también profundizar las alianzas dentro del paraguas de Unidas Podemos y con organizaciones de la sociedad civil.

Foto: El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias. (EFE)

Otro de los objetivos pasa por extender las experiencias de coalición con el PSOE a nivel municipal. El último acuerdo en este sentido se produjo en la ciudad madrileña de Getafe, sumándose a otros ya ratificados al inicio de la legislatura en la Comunidad de Madrid, como en Alcorcón, Móstoles o Parla. Un cambio de estrategia forzado por la correlación de fuerzas y que, además de en el Gobierno del Estado, se produce también en los gobiernos autonómicos de Baleares, Asturias, La Rioja, Canarias, Aragón y Valencia. Podemos ha abrazado así el gobernismo y demostrado su capacidad para llegar a acuerdos, pero dejando de capitalizar en las urnas su cara más rupturista, homologándose al PSOE de Pedro Sánchez y cabalgando unas inevitables contradicciones de las que en las últimas elecciones gallegas y vascas se beneficiaron las formaciones soberanistas, los nuevos rostros del 'cambio' en la izquierda.

Podemos ha cerrado el año con la elección de sus órganos locales, el último nivel del proceso iniciado en mayo de 2020 con la ratificación de su dirección en la tercera Asamblea Ciudadana estatal del partido, a la que siguieron las asambleas autonómicas. Lo hace con un censo de 19.228 militantes —miembros del partido que, al contrario de los inscritos, pagan cuota— y 810 círculos, y dejando atrás sus crisis internas e interinidad en varias direcciones autonómicas y municipales, pero sin conseguir de momento el reto marcado de reforzar su implantación territorial.

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