Sanidad recurrió en marzo a Telefónica para cubrir las bajas de su personal contagiado

En marzo de 2020, cuando ya se había declarado la pandemia a nivel mundial y la primera ola del covid-19 sacudía una España en estado de alarma, el Ministerio de Sanidad adquirió un papel especialmente relevante en la lucha contra el virus, y debido a esto se vio obligado a reforzar la asistencia técnica de sus soportes informáticos. En ese momento, debido al teletrabajo y al papel central que adquirió el ministerio, se disparó la demanda del soporte tecnológico de que proveía la Subdirección General de Tecnologías de la Información. El problema es que el virus había provocado bajas en la plantilla del personal técnico del SGTI. Sanidad trató de cubrir esos puestos con personal público de otras unidades, pero no tuvo éxito, por lo que el 23 de marzo recurrió a Telefónica para poder mantener operativo el sistema de telecomunicaciones de la institución pública.

El documento oficial donde se plasma el acuerdo señala que este refuerzo de la plantilla técnica empezó a finales de marzo y se extendió hasta el 30 de junio de 2020. La multinacional española de telecomunicaciones se encargó concretamente de aportar técnicos especializados en telefonía y videoconferencia que se encargaran de dar soporte en estos campos a los usuarios del ministerio. El acuerdo se gestionó a través de una contratación de emergencia, sin previo concurso público, por 293.627 euros, IVA incluido.

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Por otra parte, del documento se desprende una segunda adjudicataria que es Global Rosetta, una empresa tecnológica a la que recurrió el ministerio para dar soporte al servicio de almacén de microinformática por 34.247 euros, IVA incluido.

Con el estallido de la pandemia, se tuvo que adoptar de manera urgente el teletrabajo en ciertas áreas del ministerio y, tal y como señala la propia institución en la memoria justificativa del contrato, en ese momento se experimentó un importante aumento de la demanda de soporte para adaptarse a la nueva forma de trabajo, porque la mayoría de los funcionarios no contaba con la formación y experiencia para afrontar esa situación.

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Así mismo, Sanidad indica que al asumir el papel central en la lucha contra el virus, tuvo que extender los horarios de trabajo de la SGTI para que su infraestructurasoportara las labores de gestión que se estaban llevando a cabo.

Entre tanto, la plantilla de este departamento, que tiene que dar soporte al ministerio presencialmente, se veía afectada por la propagación del virus, no solo porque su personal enfermara, también porque se encontraban guardando aislamiento o tenían un permiso especial para cuidar de familiares dependientes, según el documento oficial. Probaron con funcionarios de otras unidades, pero fue un fracaso, por eso recurrieron de emergencia a la multinacional española para sustituir al personal dado de baja y ampliar la capacidad de los servicios de soporte del ministerio.