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El consenso del decreto de nueva normalidad se rompe en el Congreso seis meses después
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ACABA LA PONENCIA PARLAMENTARIA

El consenso del decreto de nueva normalidad se rompe en el Congreso seis meses después

La ponencia parlamentaria creada para revisar el decreto aprobado en la Cámara a finales de junio ha durado tres reuniones; PSOE, Unidas Podemos y PNV han impuesto su acuerdo y PP y Cs se han apartado

Foto: Rafael Simancas, Adriana Lastra y Ana Pastor, en el Congreso. (EFE)
Rafael Simancas, Adriana Lastra y Ana Pastor, en el Congreso. (EFE)

El decreto de la nueva normalidad, que así se llamó, fue convalidado en el Congreso con un enorme apoyo, 265 votos a favor, a finales de junio. Que PP y Cs se sumaran al respaldo se debió en gran medida a la tramitación del texto como proyecto de ley, lo que permitió incorporar cambios a la redacción. Seis meses después, la ponencia que se estaba encargando de analizar el documento para modificarlo ha terminado sus trabajos y apenas habrá cambios, salvo sorpresa cuando se reúna la Comisión de Sanidad, previsiblemente en febrero.

PP y Cs, en consecuencia, se han descolgado del apoyo. Fuentes de ambos grupos tachan de "atropello" lo que ha sucedido en la sesión de la ponencia de este pasado lunes. Lo que iba a ser una larga reunión dedicada a debatir y votar cientos de enmiendas presentadas duró apenas media hora. El PSOE, Unidas Podemos y el PNV han ejercido la mayoría y han tumbado las demás propuestas, aunque "quedan vivas" a la espera de la comisión. Mucho tiene que cambiar el panorama para que entonces entre en el texto alguna de las enmiendas rechazadas.

Foto: El ministro de Sanidad, Salvador Illa, este 25 de junio en el Congreso. (EFE)

En el grupo socialista, la descripción de lo sucedido es muy distinta. Ha ocurrido que una mayoría de grupos ha sacado adelante un acuerdo sobre el decreto. Los partidos que forman el Gobierno de coalición, con la ayuda de los nacionalistas vascos, han impuesto su posición a pesar de las resistencias del PP y de Cs. ERC se ha abstenido y Vox ha votado en contra.

Una fuente de la dirección del grupo popular lamenta lo ocurrido y la "incoherencia" que supone zanjar la ponencia dos meses después de formarla entre promesas de diálogo. Entonces, añade la fuente a El Confidencial, el grupo socialista se mostró receptivo a discutir nuevas medidas y a remodelar el decreto para convertirlo en la ley que ayudara a España a afrontar futuras pandemias. En ese sentido, el PP presentó más de 60 enmiendas con la finalidad de armar adecuadamente la estructura sanitaria del país.

El Confidencial ha accedido a esas enmiendas. La mayoría incide en mejoras técnicas del decreto que el Congreso convalidó en junio tras la aprobación del Consejo de Ministros. Aunque minoritarias, las propuestas de adición del grupo popular abogan, por ejemplo, por crear una agencia independiente encargada de repartir los fondos europeos y de garantizar que una de las prioridades sea el refuerzo del Sistema Nacional de Salud. O por convertir la ciencia en actividad esencial cuando vengan otras epidemias. O por redactar un estudio que pormenorice el impacto que el coronavirus ha generado en el sistema universitario.

Foto: El presidente del Gobierno se reúne con Pablo Casado en la Moncloa. (David Mudarra)

El PP pactó con el PSOE, según las fuentes del primer partido, que ese decreto, al tramitarlo como proyecto de ley, sería la herramienta adecuada para preparar a España. El carpetazo dado este lunes ha servido a los populares para constatar que entre los socialistas no existe la más mínima intención de acordar nada. Una fuente parlamentaria conocedora de las conversaciones atribuye el cierre prematuro de la ponencia a presiones del Ministerio de Sanidad o al malestar del PNV, al que el texto no convenía demasiado porque lo veían "recentralizador".

Ayer lunes, después de conocer el desenlace de las votaciones, tanto el PP como Cs transmitieron a los letrados del Congreso su sorpresa por no haber podido siquiera cambiar la exposición de motivos del decreto. Al desgranar la "urgente necesidad" de su aprobación, que es el paraguas legislativo de los decretos, el documento enumera una serie de razones que justificaron en su momento la aprobación. Cuando la ponencia eleve el dictamen al pleno, lo que sucederá en febrero, es de esperar que esas razones no figuren ya.

Foto: Pedro Sánchez preside el primer Consejo de Ministros presencial desde la declaración de alarma, este 9 de junio en la Moncloa. (Borja Puig | EFE)

"España sigue igual, no hay nada para gestionar mejor futuras pandemias", afirma la fuente del PP antes de poner el acento en que otra oportunidad normativa se ha perdido. En lo político queda claro, tanto para el PSOE como para el Partido Popular, que los puentes entre ambos, si no rotos, están cerca de derrumbarse.

El pleno del Congreso votará un dictamen que regula el uso de las mascarillas y que perfila lo que tienen que hacer los centros de trabajo, por citar dos ejemplos. Lo que valió para caminar por la desescalada fue suficiente en junio y en julio, pero no lo será cara a nuevas pandemias, según el criterio del PP. El decreto que se convalidó con 265 votos a favor seguramente se convertirá en ley con un respaldo mucho menor.

El decreto de la nueva normalidad, que así se llamó, fue convalidado en el Congreso con un enorme apoyo, 265 votos a favor, a finales de junio. Que PP y Cs se sumaran al respaldo se debió en gran medida a la tramitación del texto como proyecto de ley, lo que permitió incorporar cambios a la redacción. Seis meses después, la ponencia que se estaba encargando de analizar el documento para modificarlo ha terminado sus trabajos y apenas habrá cambios, salvo sorpresa cuando se reúna la Comisión de Sanidad, previsiblemente en febrero.

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