El Congreso bloquea la Comisión de Secretos por los vetos a Vox, ERC y Bildu

El Congreso mantiene bloqueada la llamada Comisión de Control de los Gastos Reservados o Comisión de Secretos Oficiales. Y, además, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, no sabe cómo hacer para constituirla.

Todo por los vetos cruzados, cuyo objetivo es impedir que Vox, ERC y Bildu estén representados en la comisión de control y en consecuencia, accedan a secretos de Estado

Y la conclusión es que la directora del CNI no puede someterse a este control parlamentario y si los grupos quisieran obtener información reservada del Gobierno, no hay lugar donde hacerlo.

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Europa Press

De hecho, hace unas semanas, Vox pidió la comparecencia de la actual directora, Paz Esteban, para dar cuenta de las medidas contra las noticias falsas y la Mesa del Congreso lo impidió con los votos de PSOE, Unidas Podemos y PP, con el argumento de que la responsable del CNI solo puede comparecer en la comisión, que no se ha creado.

Los miembros de esta comisión, que tradicionalmente han sido los portavoces de los grupos parlamentarios, tienen obligación de secreto y siempre se reúnen a puerta cerrada.

Los miembros se eligen en el pleno y necesitan 210 votos, es decir, una mayoría que requiere transversalidad en las votaciones para llegar a esa mayoría cualificada. Cuando eran los portavoces, no había problema porque se elegían todos en el pleno y todos alcanzaban los 210 apoyos.

Empezó a haber problemas hace dos legislaturas, cuando le correspondía entrar al entonces portavoz de ERC, Joan Tardà, y el PP le vetó

Empezó a haber problemas hace dos legislaturas, cuando le correspondía entrar al entonces portavoz de ERC, Joan Tardà, y el PP le vetó. Aun así, la comisión se constituyó y celebró reuniones hasta el 3 de marzo de 2019. Por ejemplo, en ella se informó a los grupos de cuestiones relacionadas con el caso Corinna y el Rey emérito, cuando aún no se conocía casi nada de lo que ahora investiga la Fiscalía del Tribunal Supremo.

Ahora, deberían incorporarse los portavoces de Vox, ERC y Bildu, porque los tres tienen grupo parlamentario propio. Pero una parte del hemiciclo se niega a que Gabriel Rufián y Mertxe Aizpurua entren en la comisión, y la otra veta la presencia de Iván Espinosa de los Monteros, por lo que es imposible convocar la votación en el pleno y constituir la comisión.

De vez en cuando, algún representante de grupo parlamentario plantea el asunto en la Junta de Portavoces del Congreso y la presidenta expresa la dificultad de llevarlo a cabo y la necesidad de buscar una solución. Pero no es fácil, porque la vía de reforma del reglamento para que automáticamente se incorporen los portavoces de todos los grupos no solucionaría el rechazo o veto cruzado de los diferentes grupos.