Illa ve un "horizonte de esperanza", pero apela a vivir unas navidades distintas

Tras varias semanas inmersos en la segunda ola de la pandemia del coronavirus, parece que ya hay algunos motivos y datos objetivos para tener "un horizonte de esperanza" en España. Pero, eso sí, es una "esperanza prudente", como ha añadido rápidamente el ministro de Sanidad, Salvador Illa, porque, aunque las medidas adoptadas para contener la propagación del virus estén funcionando, las cifras de transmisión en el país siguen siendo "muy altas".

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Por eso, Illa ha aprovechado su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso para volver a pedir a la ciudadanía no confiarse y no bajar la guardia frente al virus, especialmente ahora ante la llegada inminente de las Navidades y las celebraciones familiares, que ha llamado a vivirlas de forma distinta a la que estamos habituados. "Tenemos que construir entre todos unas Navidades distintas, apelando a un sentimiento muy navideño, la solidaridad", ha afirmado.

"Somos conscientes de que no es fácil, de que hay un cansancio generalizado tras casi nueve meses de covid-19. Es una situación larga, dura (...), pero es necesario seguir manteniendo nuestro compromiso con los que nos rodean. Serán fiestas diferentes a como las solíamos hacer en años anteriores, pero tenemos que tener presente que el final está más cerca, aunque hay que seguir manteniendo esfuerzos porque el camino que nos queda aún durará algunos meses", ha explicado el ministro.

En su repaso a la situación epidemiológica en España, ha admitido que es algo "menos desfavorable" que la de otros estados europeos de nuestro entorno. Según los datos que maneja Sanidad actualizados a día de ayer, la incidencia acumulada a 14 días en España lleva encadenando tres semanas a la baja hasta situarse ayer en 340 casos por cada 100.000 habitantes: "Es una noticia favorable pero tenemos que seguir siendo prudentes".

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María Zuil

Contrasta, según ha destacado Illa, con la incidencia acumulada que se registraba hace cuatro semanas, durante la primera semana de noviembre, en la que esta cifra se situaba en 530 casos por cada 100.000 habitantes. Además, ha especificado que todas las comunidades autónomas están reduciendo su curva de contagios, y ha puesto como ejemplo a Ceuta y Melilla, Navarra y Andalucía.

Cuando se cumplen ya cuatro semanas desde la declaración del estado de alarma destinado a durar seis meses, los datos revelan también una reducción de la presión hospitalaria y de carga de las UCI, a la espera de que también lo haga el número de víctimas mortales.

El ministro ha vuelto a recordar que, a pesar de ir "por el buen camino" sin haber tenido que activar medidas más restrictivas, España sigue "muy por encima de los límites marcados" y el objetivo de reducir la incidencia a menos de 50 casos por cada 100.000 habitantes sigue muy lejos. Y más lejos aún el objetivo de los 25 casos que marca idealmente el Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC): "Esta carrera es una maratón, no un 'sprint".