Exdirigentes del PSOE piden tratar a Bildu como un rival político y no como aliado

El expresidente del Gobierno, Felipe González, ha arremetido contra los acuerdos con EH Bildu, después de que los soberanistas vascos hayan decidido apoyar los Presupuestos Generales del Estado para 2021. "El problema es si estoy dispuesto a pactar un proyecto de país con quien quiere destruir el país. Respeto sus objetivos, pero no los comparto, por lo tanto no tengo ningún pacto que hacer", ha argumentado durante la presentación de la biografía 'Rubalcaba. Un Político de Verdad' (Plaza & Janés), del periodista Antonio Caño.

Sobre la figura del histórico exdirigente socialista ha destacado en varias ocasiones que "lo más importante fue su lealtad a un proyecto". A pesar de no entrar directamente en agravios comparativos, sí subrayó "su compromiso no mercenario", un compromiso "a cambio de nada" que le permitía moverse con "libertad".

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En línea con el polémico apoyo de EH Bildu, que también han criticado algunos barones socialistas, la exdirigente socialista Elena Valenciano, que participaba también en la presentación del libro, llamó la atención sobre el hecho de que "estamos pasando página demasiado rápidamente". Apostó por "ganar a Bildu democráticamente", animando a "dar la batalla política" porque hoy en día el independentismo y el nacionalismo es hegemónico en el País Vasco. Una reflexión, según concluyó, que reflejaría "lo que Alfredo [Pérez Rubalcaba] decía".

Tratar a EH Bildu como un rival político en lugar de como un hipotético aliado parlamentario fue propósito también de otro de los ponentes, el exdirigente Eduardo Madina. Este último advirtió sobre la necesidad de tener en cuenta "el aviso de proceso de cambio que se produce en la sociedad vasca" en referencia a las últimas elecciones autonómicas, donde EH aumentó apoyos y junto al PNV conformaría tres cuartas partes del Parlamento Vasco. Frente a ello, concluyó que "me gustaría que la sociedad vasca se pareciera más a mis valores", que serían los valores del PSOE.

Ante la pregunta de si se sentía representado por Pedro Sánchez, González admitió que a veces tiene "sentimiento de orfandad"

González ya insistió esta mañana, en una entrevista con Onda Cero, que Bildu y ERC "no son interlocutores válidos" y representan un nacionalismo que trata de "romper la cohesión y la solidaridad entre españoles". En la misma entrevista respondió a las palabras de Adriana Lastra en las que recurría a la edad para invalidar sus argumentos: "A mí nadie me manda callar". Yo no represento a nadie ni lo pretendo, pero no voy a consentir que nadie me mande callar", aseguró tras las censuras de la Ejecutiva al sector más veterano y crítico con Pedro Sánchez. Además, ha aseverado que si alguien le "manda callar diciendo que es socialista, no es socialista".

Ante la pregunta de si se sentía representado por Pedro Sánchez, González admitió que a veces tiene "sentimiento de orfandad", algo que ha justificado en el hecho de que el PSOE hace cosas que no entiende y eso le produce "inquietud y sentimiento de orfandad". Respecto a los pactos para sacar adelante las cuentas de 2021, cree "que ni ERC ni Bildu están interesados en un proyecto que fortalezca a España como espacio público compartido". Pero lo mismo ocurre con el vicepresidente Pablo Iglesias, al que le acusa de tener una "estrategia para llevar al país a un Estado plurinacional".