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Cs lleva su estrategia nacional a las CCAA para desgastar la unión PSOE-Podemos
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ARRIMADAS ORDENA "TENDER LA MANO"

Cs lleva su estrategia nacional a las CCAA para desgastar la unión PSOE-Podemos

El partido naranja se abre a negociar los Presupuestos en autonomías donde gobierna el "PSOE moderado" para mermar la influencia de Podemos, aunque la vía de los PGE se frustre

Foto: La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)
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Ciudadanos replicará su estrategia del Congreso en comunidades autónomas y ayuntamientos, abriéndose a apoyar los Presupuestos allí donde no gobierna. El objetivo es mantener una "postura coherente" en toda España, influyendo en las cuentas públicas de los distintos territorios para superar la pandemia y alejando los postulados de Podemos lo máximo posible. La dirección nacional ha dado orden de "tender la mano", especialmente en regiones donde gobierna "el PSOE moderado" y aprovechando la disposición de los socialistas por contar con ellos en los acuerdos. La irritación demostrada por el partido morado a nivel nacional confirma su posicionamiento y uno de los retos es orillar en la medida de lo posible su peso en ejecutivos autonómicos.

Aragón y Comunidad Valenciana son dos de los ejemplos más visibles, pero también en lugares como Castilla La-Mancha, donde el socialista Emiliano García-Page tiene mayoría absoluta, el partido naranja liderado por Carmen Picazo está negociando su respaldo a los Presupuestos. La idea, según el entorno de Inés Arrimadas, es visibilizar la estrategia de "política útil" e "interés general" en los lugares donde son oposición y marcar la diferencia con el Gobierno central.

"Mientras nos piden responsabilidad en el Congreso, el PSOE presenta enmiendas a la totalidad donde gobernamos", remarcan tomando como ejemplo Andalucía. El partido naranja ha renunciado en esos territorios a la enmienda a la totalidad y solo presentará enmiendas parciales para negociar. En las comunidades en las que sí gobierna en coalición con el PP, la posición de Ciudadanos será sumar al resto de fuerzas de la oposición, especialmente al PSOE. En una reciente entrevista con este diario, el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, ya insistió en que el PSOE debería estar en el acuerdo de las próximas cuentas madrileñas.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa durante una reunión en Moncloa el pasado mes de septiembre con la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

A la espera de que avance la tramitación presupuestaria en el Congreso (todo apunta en estos momentos a que saldrá adelante con la vía de ERC y Bildu después de que Arrimadas dejara claro al presidente que debe elegir entre esa opción y la de Ciudadanos), fuentes de la cúpula confirman que la estrategia territorial permanecerá intacta. La dirección nacional mantiene contacto continuo con Moncloa —el vicesecretario general, Carlos Cuadrado, es el principal interlocutor— y es consciente del interés que tiene la parte socialista del Gobierno con no soltarles la mano. Pedro Sánchez tratará de retener hasta el final a Ciudadanos, pero el mensaje que el partido naranja le ha trasladado (también fuera de cámaras) es que son absolutamente incompatibles con los independentistas catalanes y la izquierda abertzale.

La ejecutiva nacional naranja acordó en su última reunión que debían dejar clara la verdadera línea roja del acuerdo: que los Presupuestos contengan materias imprescindibles para su formación (ayudas para las familias y autónomos y que no se suban los impuestos a las clases medias) y que en el acuerdo no figuren esos partidos. Lo que sí confirman desde la cúpula es que, si finalmente hay acuerdo con ERC y Bildu, Ciudadanos mantendrá su hoja de ruta en las comunidades. De hecho, las autonomías tienen el encargo de jugar una baza importante. Y por eso las conversaciones se están produciendo en estos territorios y algunos ayuntamientos.

Foto: El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. (EFE)

Aragón es una de las prioridades y los contactos con el presidente, el socialista Javier Lambán, también están en marcha. Fuentes del partido naranja en esta comunidad recuerdan el papel clave que jugaron en la mesa de la reconstrucción donde se pactaron 270 puntos. "Los Presupuestos, al final, deberían ser como una memoria económica de ese acuerdo", aseguran desde el grupo que lidera Daniel Pérez.

En esta comunidad el caso es todavía más singular por el interés que tiene su presidente en que Ciudadanos forme parte de los acuerdos. Es uno de los barones socialistas que públicamente han defendido la vía naranja para los Presupuestos Generales, y en el partido de Arrimadas saben que Lambán no desaprovechará oportunidad para dejar clara su opinión. La imagen del partido en Europa, una de las principales fuerzas de la familia liberal y clave en los grandes acuerdos, también pesa en muchos territorios.

El caso valenciano

Si hay un ejemplo de esta estrategia puesta en marcha en las comunidades es precisamente la Comunidad Valenciana, un territorio dominado actualmente por los socialistas y formaciones a su izquierda, Unidas Podemos y Compromís. El coordinador autonómico, Toni Cantó, ha interiorizado al completo el papel y ha abierto una línea de comunicación permanente con el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, quien no oculta su deseo de ampliar el abanico de formaciones que respalden el presupuesto autonómico de 2021 incorporando a los naranjas y presentándose como barón socialista capaz de alcanzar pactos a su izquierda y a su derecha.

El giro de Cantó, que justifica por la urgencia de llegar a acuerdos como consecuencia de la pandemia, ha generado no pocas tensiones en el seno del Pacte del Botànic. El político y actor, muy crítico con Compromís y Podemos, ha pasado de referirse al PSPV-PSOE como "el PSC valenciano" y lanzar duras invectivas contra Puig a multiplicar sus reuniones y conversaciones con el 'president', volcado en que las reticencias de sus socios no impidan un posible pacto.

Ni siquiera la reforma fiscal para las grandes fortunas acordada en las Cortes Valencianas ha descabalgado a Ciudadanos de la negociación. Como ha ocurrido en el Congreso, los naranjas no presentaron enmienda a la totalidad de las cuentas (aunque sí a la Ley de Acompañamiento) y tampoco tienen previsto respaldar las del Partido Popular y Vox. En su estrategia por generar un tercer espacio pretenden trabajar con enmiendas la incorporación de propuestas a las cuentas del año que viene.

Un gesto en forma de rebaja fiscal a las rentas medias y bajas, por ejemplo, podría abrir la lata de su voto favorable o la abstención, si bien la reforma fiscal del Botànic ha puesto sobre la mesa una excusa perfecta para dar marcha atrás y salirse de la foto del acuerdo, exactamente igual que Arrimadas hizo preparando el terreno si Sánchez decidía elegir la vía de los independentistas. La idea pasa por aguantar hasta el final, pero los naranjas tienen un as en la manga si se cruza alguna línea roja que ven inasumible.

Quien no solamente no se ha salido de la foto, sino que se ha sumado a ella, ha sido el portavoz municipal Fernando Giner en el Ayuntamiento de Valencia. El de la tercera capital de España en población es un caso peculiar porque no está liderado por el PSOE, sino por Compromís, con el alcalde Joan Ribó al frente, aunque en un gobierno local compartido con los socialistas. Pese a ello, Giner se ha apuntado a la estrategia marcada por Arrimadas y este jueves se anunció un acuerdo por el que Ciudadanos se abstendrá en el pleno de aprobación de las cuentas municipales tras haber arrancado un incremento para elevar hasta 15 millones las ayudas directas para pymes y autónomos. El pacto, pese a que no implica un voto favorable, se escenificó haciendo pública la reunión conjunta con imagen incluida: de gobernabilidad para Ciudadanos; de ruptura del bloque opositor para Ribó y la vicealcaldesa socialista Sandra Gómez.

Ciudadanos replicará su estrategia del Congreso en comunidades autónomas y ayuntamientos, abriéndose a apoyar los Presupuestos allí donde no gobierna. El objetivo es mantener una "postura coherente" en toda España, influyendo en las cuentas públicas de los distintos territorios para superar la pandemia y alejando los postulados de Podemos lo máximo posible. La dirección nacional ha dado orden de "tender la mano", especialmente en regiones donde gobierna "el PSOE moderado" y aprovechando la disposición de los socialistas por contar con ellos en los acuerdos. La irritación demostrada por el partido morado a nivel nacional confirma su posicionamiento y uno de los retos es orillar en la medida de lo posible su peso en ejecutivos autonómicos.

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