El Gobierno fía su estrategia a las repatriaciones para frenar la crisis migratoria

Canarias no puede convertirse en un "Lesbos español". El reproche que este sábado ha hecho el líder popular, Pablo Casado, a la gestión migratoria que está haciendo el Gobierno eleva la presión sobre Pedro Sánchez para lograr la repatriación de los miles de migrantes que han llegado al archipiélago en las últimas semanas. Tanto es así, que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha subrayado también este sábado que el Gobierno no pretende estabilizar un campamento permanente en Canarias y que las 7.000 plazas anunciadas por el ministro José Luis Escrivá solo son para proporcionar condiciones humanitarias "lo más decorosas posibles", antes de que los inmigrantes sean devueltos a sus países de origen. Mientras Ábalos, desde Tenerife, parapeta los embistes de la prensa y la oposición, Sánchez ha desplegado a sus dos ministros, Fernando Grande-Marlaska y Arancha González Laya, por el continente africano para establecer pactos rápidos con los que poder atajar la crisis migratoria.

Además de los ministros que ya están trabajando sobre el terreno, Moncloa quiere implicar a todas las carteras, precisamente porque la crisis migratoria es un problema multifactorial. A corto plazo el ejecutivo no va a realizar traslados a la península, pues cómo ha asegurado Ábalos "no dejamos de ser la puerta de entrada a Europa" y, por tanto, "no podemos dar un mensaje de que estas cosas son posibles. Tenemos una responsabilidad con Europa muy importante". Actualmente hay entre 5.500 y 6.000 migrantes alojados en 17 complejos turísticos en el archipiélago. En total, desde principios de año y hasta mediados de noviembre han llegado a las islas 16.800 personas, concentradas sobre todo en Fuerteventura, Tenerife y Gran Canaria.

En este sentido, el líder de la oposición, Pablo Casado, ha viajado al propio muelle de Arguineguín (Gran Canaria) donde, a últimas horas de la noche del mismo día, había alrededor de 700 inmigrantes. Casado responsabilizó a al Gobierno del "colapso" migratorio de Canarias. También señaló que desde que el ejecutivo recibió al Aquarius ha generado un efecto llamada que ha desembocado en el problema actual.

Este domingo, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, viaja a Senegal para impulsar con las autoridades senegalesas un diálogo para gestionar las migraciones "desde la corresponsabilidad, que es lo que caracteriza las relaciones entre España y sus vecinos de África del norte y del oeste", según adelantó el viernes. Ese mismo día, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pedía en Rabat a las autoridades marroquíes que reforzaran el control de su fachada atlántica y que aceptasen reactivar la devolución de inmigrantes para frenar la llegada de pateras.

Durante la jornada, Ábalos se ha reunido con autoridades de las islas como el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, y ha reconocido que es normal que "todos estén bastante angustiados". Precisamente, insistió en la importancia de buscar la colaboración de los países de origen y aseguró que España tiene que combinar una política de fronteras, "aunque es cierto que se nos complica por el cierre de fronteras derivado de la pandemia", con una sensibilidad humanitaria "que nunca hay que perder". El representante de la cartera de Transportes ha querido remarcar a las islas "que no están solas y que no van a estarlo".

Deniegan el acceso a Casado

Desde una zona cercana al puerto, el líder del PP improvisó una rueda de prensa, donde aseguró que las autoridades no le han permitido acceder al recinto del puerto, donde permanecen cientos de personas hacinadas. Según pudo confirmar este medio, las autoridades no esgrimieron ningún tipo de justificación a la hora de denegar la entrada al Político. Casado no es al único al que se le ha denegado el acceso a este puerto, Jon Iñarritu, el diputado de EH Bildu, también denunció en sus redes sociales este hecho.

Jupol denuncia la concesión de visados

El sindicato policial Jupol ha pedido que se endurezcan las políticas de concesión de visados en el espacio Schengen, que impidan la libre circulación de ciudadanos de países emisores de inmigración "para evitar el chantaje permanente" que estos mantienen en materia migratoria.

Jupol cree que deben tomarse medidas urgentes para solucionar la crisis migratoria que vive España, que afecta especialmente a Canarias, donde la llegada de inmigrantes irregulares se ha incrementado un 1.020%, según datos del Ministerio de Interior.

Esa situación se ha descontrolado "por la inacción del Gobierno", pese a que ya en 2019, la oficina delegada de la Unión Europea en Marruecos avisó del cambio de ruta de los flujos migratorios y el previsible aumento de la presión migratoria en la ruta atlántica, afirma el sindicato en un comunicado.