La fundación de Vox: "Dar la batalla cultural a la izquierda funciona y se traduce en votos"
A pesar de la derrota de Trump, Disenso entiende que los ocho millones de votos más logrados por el republicano respecto a 2016 confirman que su "agenda" seguirá activa
La Fundación Disenso, el 'think tank' de Vox, entiende que, a pesar de la victoria de Joe Biden en las pasadas elecciones de Estados Unidos, el resultado de los comicios viene a confirmar "la derrota cultural del Partido Demócrata". Este último entrecomillado es, de hecho, el título del informe que hoy presenta el grupo de presión presidido por Santiago Abascal en el primer informe de análisis político que lleva a cabo. Bajo este epígrafe, las cabezas pensantes de la fundación, que pretenden erigirse en referente ideológico para el conservadurismo de toda Iberoamérica, hacen una interpretación positiva —para sus propios intereses— de los datos obtenidos por el candidato demócrata y el republicano en la última cita con las urnas.
Por un lado, Disenso considera que los resultados muestran el "fracaso de las políticas identitarias y de colectivización" promulgadas "desde hace más de 30 años" por los demócratas, que hasta el momento han entendido —de forma simplificada— que minorías como los hispanos o los negros y colectivos como las mujeres o el entorno LGTBIQ eran su caladero de votos. "Trump ha subido en todos estos segmentos", asegura el mencionado informe, que destaca especialmente el ascenso de los apoyos de gais, lesbianas y transexuales, que han duplicado su respaldo al aspirante republicano en relación con los comicios de 2016. "La mejora de Trump en el voto de minorías se encuentra fuera de toda duda", subraya el documento, que resalta que los datos reflejan en concreto que el voto negro pasó del 8% de 2016 al actual 12% a favor del republicano, el hispano del 29% al 32% y el asiático del 29% al 31%.
El voto femenino, por su parte, representó el 41% del respaldo a la candidatura de Trump en 2016 y en los últimos comicios ha supuesto el 43%, destaca el trabajo de Disenso, que entiende que esa subida, aunque "pueda parecer irrelevante, definitivamente muestra que la imagen y el mensaje enviados desde la presidencia no parecían molestar a gran parte de las mujeres, algunas de ellas críticas con un movimiento feminista que, más que trabajar en favor de los intereses de las mujeres, ha contribuido a debilitar su imagen victimizándolas".
"El cuestionamiento de las políticas identitarias, prescriptoras de opinión y de lo políticamente correcto, por parte de Trump no solo no le ha restado votos, sino que no ha sido un impedimento para sumar más apoyos de las denominadas minorías (hispana y afroamericana), de las personas que son colectivizadas por su orientación sexual o de las mujeres, objeto de victimización y colectivización por parte del feminismo radical y de la ideología de género", resume el documento, que incide también en que Trump "ha sido capaz de mantener sus apoyos entre las familias y el entorno rural".
Los autores del análisis defienden que en la pasada campaña fracasaron los opinadores y los encuestadores que aventuraban una amplia derrota del presidente y, por lo tanto, una holgada victoria de Biden. Aseguran que este fallo es una muestra de que quebró el 'establishment' y de que la distancia entre la opinión publicada y la opinión pública es aún muy grande. "En los bajos niveles de confianza se puede observar con claridad el divorcio existente entre las élites y el pueblo de los Estados Unidos", afirma el documento al que ha tenido acceso El Confidencial. La gente "está progresivamente perdiendo también la confianza en los medios de comunicación", continúa el informe, que sitúa la Administración Trump al margen de este descenso de la confianza.
"Las empresas encuestadoras, los editorialistas y los periodistas han confundido sus deseos, su agenda, con la realidad del pueblo estadounidense", concluye Disenso. "Nunca sabremos si su fracaso estrepitoso responde a errores de carácter técnico o al intento de determinar el voto del electorado; lo que sí está claro es que la demonización del presidente Trump y la caricaturización de sus seguidores no ha mermado la confianza de los últimos en el primero, sino todo lo contrario", sentencia la fundación presidida por Abascal.
El 'think tank', asimismo, subraya que el hecho de que Trump haya sido el candidato republicano más votado de la historia, a pesar de su derrota, es un indicativo de que su agenda seguirá en la opinión pública y de que ese camino político contra la izquierda tiene futuro, no solo en lo ideológico, sino también en lo electoral. "Dar la batalla cultural funciona y se traduce en votos", asegura la fundación, que basa su argumentación en que "Trump ha ampliado su base electoral en casi diez millones de votos sin abandonar ni uno de los principios que le auparon a la Casa Blanca".
"Su agenda pro familia, su batalla contra lo políticamente correcto y su política exterior, promoviendo procesos de paz en la escena internacional nunca antes vistos, despertaron amplios porcentajes de confianza ciudadana", subraya la fundación, que entiende que esos temas "han llegado para quedarse". "Los resultados electorales del Partido Demócrata son la constatación de la derrota cultural de su agenda; ni han sido aplastantes ni suponen un nuevo tiempo", razonan desde Disenso, que considera que esa agenda "implantada" por Trump no podrá ser ignorada por los demócratas.
Esta semana, el portavoz orgánico de la formación, Jorge Buxadé, fue cuestionado por los resultados de las elecciones del pasado 3 de noviembre. El eurodiputado evitó hablar de fraude electoral como hace Trump, pero tampoco reconoció a Biden como vencedor de los comicios, al considerar que todavía se desconoce el veredicto de los estadounidenses, extremo que sí hace el reciente documento firmado por Disenso, una fundación jurídicamente al margen de Vox pero presidida por el máximo dirigente del partido.
"Lo correcto es valorarlo cuando se sepa el resultado de las elecciones, y como aún no lo sabemos...", apostilló Buxadé, que criticó que se declare como vencedor al demócrata cuando todavía no se han certificado los votos y a pesar de que líderes republicanos como George W. Bush le han felicitado ya. El portavoz ya señaló que los "grandes derrotados" fueron los medios de comunicación que "auguraron una gran derrota de Trump". Pese a que el partido no ha secundado explícitamente las alegaciones de fraude hechas por el mandatario, el eurodiputado Hermann Tertsch sí que se ha mostrado "convencido" de que lo ha habido "en diversos estados" y de que ha sido contra el presidente.
Vox ha sido la única formación española que ha respaldado y apostado abiertamente por Trump en las elecciones que decidían quién se sienta en el despacho oval. El partido ha copiado eslóganes al neoyorquino desde 2016 y ha establecido relaciones con los entornos del magnate en estos últimos años. A comienzos de este curso, por ejemplo, el propio Abascal y su mano derecha, Iván Espinosa de los Monteros, viajaron a EEUU para la gran convención de conservadores norteamericanos, donde estrecharon sus lazos para seguir aplicando estrategias similares en España.
La moción de censura del pasado mes de octubre fue la puesta en escena para el gran público de los elementos trumpistas que han ido adquiriendo Abascal y los suyos en los últimos años. Con un discurso plagado de referencias contra el globalismo, China, la OMS y la UE, el de Amurrio esbozó las líneas maestras que comparten con el todavía presidente de EEUU. Más allá de Trump, Vox ha bebido de la llamada 'alt-right' en sus estrategias de polarización en aspectos culturales como el feminismo y ha visto en las relaciones con la Administración estadounidense un refuerzo en sus intentos de influir en la batalla contra las izquierdas latinoamericanas, un ámbito en el que pretende ser un actor importante.
La Fundación Disenso, el 'think tank' de Vox, entiende que, a pesar de la victoria de Joe Biden en las pasadas elecciones de Estados Unidos, el resultado de los comicios viene a confirmar "la derrota cultural del Partido Demócrata". Este último entrecomillado es, de hecho, el título del informe que hoy presenta el grupo de presión presidido por Santiago Abascal en el primer informe de análisis político que lleva a cabo. Bajo este epígrafe, las cabezas pensantes de la fundación, que pretenden erigirse en referente ideológico para el conservadurismo de toda Iberoamérica, hacen una interpretación positiva —para sus propios intereses— de los datos obtenidos por el candidato demócrata y el republicano en la última cita con las urnas.