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Sánchez salva el primer escollo de los PGE gracias al pacto de investidura y a Cs
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LAS ENMIENDAS A LA TOTALIDAD SUMAN 150 SÍES

Sánchez salva el primer escollo de los PGE gracias al pacto de investidura y a Cs

Los vetos cruzados quedan aplazados a la espera de que, como reclamaron tanto el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, como la líder de Cs, Inés Arrimadas, el Gobierno elija entre unos u otros

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, toma asiento en el Congreso este jueves durante la segunda jornada de debate a la totalidad de los Presupuestos de 2021. (EFE)
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, toma asiento en el Congreso este jueves durante la segunda jornada de debate a la totalidad de los Presupuestos de 2021. (EFE)

El Congreso ha dado luz verde a la primera fase de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) tras superarse el debate sobre las enmiendas a la totalidad. Solo 150 diputados han votado a favor de devolver las cuentas, por lo que el Gobierno ha logrado salvar el primer escollo. Lo ha hecho con sus socios de investidura, a excepción del BNG, y sumando también a Ciudadanos y a los cuatro diputados del PDeCAT, que han roto la disciplina de voto dentro del grupo de JxCAT. "Ha quedado muy claro quién quiere que este país salga de la crisis y quién no", concluía la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, antes de la votación. Los vetos cruzados quedan aplazados a la espera de que, como reclamaron tanto el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, y la líder de Cs, Inés Arrimadas, el Gobierno elija entre unos u otros. En esta elección se centró buena parte de la segunda y última jornada del debate, solo interrumpida por el PNV, cuya representante Idoia Sagastizabal lo enfocó a demandas concretas advirtiendo que “falta un buen trecho” para llegar a un acuerdo.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha querido mantener el espejismo de aunar un apoyo transversal a las cuentas, con "amplios consensos". Un mensaje para unos "Presupuestos de unidad" debido a la situación excepcional que, además de ERC y Cs, también ponen en duda por las incompatibilidades que conllevaría sus propios socios de coalición, Unidas Podemos. El portavoz parlamentario de formación morada, Pablo Echenique, centró su discurso en pinchar el salvavidas que desde el PSOE se trata de tender al partido liderado por Arrimadas. "Tenga cuidado señora Arrimadas, no vaya a ser que vote unos Presupuestos socialcomunistas", ironizó, para luego negarles cualquier posibilidad de influenciar los Presupuestos y situarlos en la "foto de Colón" junto a PP y Vox.

Arrimadas, a pesar del muro levantado no solo por Unidas Podemos, sino también por ERC y Bildu, insistió en tender su "mano moderada" al Ejecutivo para alejar a los soberanistas y reducir el peso de los morados en las cuentas. "Si no la cogen y cogen la de Bildu y ERC jamás podrán decir que no tenían otra opción o que les ha obligado una oposición irresponsable", advirtió. La líder naranja dejó claro que su partido es la "antítesis" de las concesiones al separatismo y deja claro al Gobierno que "jamás podrá decir que no tuvo alternativa" si elige a Bildu.

Montero concilió con esta oferta, aun criticando los vetos cruzados, e incluso lanzó un guiño a la "valentía" de Arrimadas por intentar resituarse en el "centro derecha" pese a las "presiones externas e internas". Antes ya había afeado a los republicanos que se antepusiese el "con quién" al "qué". Esto es, los partidos que apoyan o no las cuentas a su contenido. Algo que en un "momento tan extraordinario", reprochó, me parece muy difícil de explicar al conjunto de los ciudadanos". El portavoz de ERC le contestó que "no querer a la derecha no es un veto, es autoprotección", defendió poniendo como ejemplo su política fiscal y de gasto público.

En línea con el discurso de ERC, el portavoz de Bildu, Oskar Matute, apartó cualquier referencia territorial a su discurso para centrarse en lo social. De hecho, en este debate de Presupuestos el eje izquierda-derecha ha estado más presente en el discurso de los partidos soberanistas y el territorial en los partidos más centralistas. "Menos ideología y más soluciones", llegó a demandar tras fijar su posición en la protección y ampliación de "derechos sociales, laborales y económicos". En definitiva, "en mejorar la vida de la gente" y poner fin a la "austeridad" con unas cuentas expansivas. Este miércoles, la formación soberanista vasca avanzaba ya su voto a favor de los Presupuestos "si nada se tuerce".

El paso adelante de Bildu, que se encargó de anunciar su coordinador, Arnaldo Otegi, "si nada se tuerce", estaba previamente hablado y pactado con Pablo Iglesias. Antes de llegar al Ejecutivo, el vicepresidente segundo ya defendía la necesidad de "empezar de cero" la denominada "democracia integrativa", porque entendía que el bipartidismo imperfecto, en el que PSOE y PP se podían poner de acuerdo en cuestiones trascendentales para la gobernabilidad o bien con el PNV o con la antigua Convergència, "no va a volver".

Si bien María Jesús Montero siguió su guion como si no se hubiese producido este anuncio. La disposición de Bildu a dar su apoyo a los Presupuestos ha generado críticas entre algunos barones socialistas. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, manifestó a través de las redes sociales que le produce dolor "ver a Otegi siendo clave para decidir los PGE". "Les pedimos que participaran de la democracia como único camino y lo acabaron haciendo. Lo que nunca imaginé es que la política española, por la negativa a llegar a acuerdos, los hiciera importantes", concluyó. La líder del PSE, Idoia Mendia, pedía este jueves "coherencia" ante las críticas de dirigentes del PSOE al posible apoyo de EH Bildu a los PGE y calificó de forma positiva que esta formación "se implique en la gobernabilidad de España".

Desde el PNV trasladaron a la ministra de Hacienda su “actitud proactiva y propositiva” y su “voluntad firme de dialogar y pactar”, en referencia a profundizar la negociación en inversiones en relación con Euskadi, en “el grueso económico” que suponen los fondos europeos y en las discrepancias con respecto al planteamiento presupuestario. Así, durante su intervención, la diputada Idoia Sagastizabal ha explicado que el voto en contra de PNV a las enmiendas de totalidad debe entenderse “como punto de partida de una negociación para poder discutir discrepancias, para abordar la agenda vasca con mayor profundidad y con verdadero compromiso y lealtad, de manera que se pueda avanzar con los proyectos tractores que van a venir de los Fondos europeos hacia una nueva realidad económica y social”.

El Congreso ha dado luz verde a la primera fase de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) tras superarse el debate sobre las enmiendas a la totalidad. Solo 150 diputados han votado a favor de devolver las cuentas, por lo que el Gobierno ha logrado salvar el primer escollo. Lo ha hecho con sus socios de investidura, a excepción del BNG, y sumando también a Ciudadanos y a los cuatro diputados del PDeCAT, que han roto la disciplina de voto dentro del grupo de JxCAT. "Ha quedado muy claro quién quiere que este país salga de la crisis y quién no", concluía la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, antes de la votación. Los vetos cruzados quedan aplazados a la espera de que, como reclamaron tanto el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, y la líder de Cs, Inés Arrimadas, el Gobierno elija entre unos u otros. En esta elección se centró buena parte de la segunda y última jornada del debate, solo interrumpida por el PNV, cuya representante Idoia Sagastizabal lo enfocó a demandas concretas advirtiendo que “falta un buen trecho” para llegar a un acuerdo.

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