Sánchez dice ahora que las primeras campañas de vacunas no llegarán hasta mayo

Las vacunas, la gran esperanza de ciudadanos y empresas para dejar atrás de una vez la pandemia del coronavirus que atenaza España desde el pasado mes de marzo, podrían no aterrizar en el país hasta el próximo mes de mayo. Es lo que dejó entrever este jueves el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto en Valencia, al asegurar que el Ejecutivo calcula que será en un plazo de aproximadamente seis meses, límite del estado de alarma autorizado por el Congreso, cuando las farmacéuticas estarán en disposición de distribuir las dosis entre la población. "Es el plazo que los expertos consideran adecuado para superar la etapa más crítica de la pandemia. Y al término de ese plazo de seis meses, la implementación de las campañas con las nuevas vacunas que podrían estar listas para ese momento. Acompañadas del cambio de estación, estoy convencido de que nos ayudarán a recuperar progresivamente esa ansiada normalidad por parte del conjunto de ciudadanos y ciudadanas", señaló en un evento celebrado en el Museo de las Ciencias junto al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para presentar el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía.

La afirmación del jefe del Ejecutivo desplaza las previsiones que hizo públicas en un primer momento el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien el pasado mes de octubre señaló que el país podría recibir en diciembre 3,1 millones de los 31,5 millones de dosis que España se ha reservado con los contratos de emergencia suscritos con AstraZeneca. El ministro ha insistido en que las primeras dosis llegarían a principios de año, aunque esto no implica que puedan inocularse de forma masiva. AstraZeneca, a través de su director del área de Investigación y Desarrollo de Oncología, Josep Baselga, puntualizó hace tres días que las vacunas podrán comenzar a distribuirse generalizadamente en marzo. Nadie, ni el Gobierno ni las autonomías, ha concretado cómo se realizará esa distribución, si se dará prioridad a colectivos determinados, como personal sanitario o mayores, y si habrá suficiente material en esa primera entrega como para alcanzar cierta inmunidad de rebaño y encapsular los contagios.

En ese escenario de incertidumbre en el corto plazo y con la presión por parte de algunas autonomías de reclamar al Gobierno medidas más drásticas —como confinamientos domiciliarios— que ahora no recoge el estado de alarma, Sánchez abogó por reclamar a la ciudadanía "disciplina colectiva" en un entorno de crecimiento de los contagios en casi todo el continente europeo.

Entre peticiones de confinamientos domiciliarios de varias comunidades, cierres perimetrales y toques de queda, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentaba en Valencia el plan que contiene la guía con la que España gastará los millones de euros del fondo puesto en marcha por la Unión Europea para capear la crisis que viene. Lo ha hecho en una jornada en la que Bruselas ha revisado la caída de la economía española del 10,9% al 12,4% y ha rebajado la intensidad del rebote.

Vienen meses difíciles, y Sánchez, respaldado por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, no se ha cansado de repetirlo en sus diversas intervenciones. Ayer, tras una actualización en el recuento de las cifras de los afectados y las víctimas mortales por la pandemia, Sanidad sumó 1.623 fallecidos y 25.042 casos más al recuento total: el mismo día, el departamento dirigido por Illa contabilizó 8.924 nuevos positivos en las últimas 24 horas, en comparación con los 5.141 del martes.

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Sin embargo, desde el Gobierno, siguen descartando los confinamientos domiciliarios, que podrían ahondar en la crisis económica y social que ya sufre España. Por eso, Sánchez ha apelado con vehemencia a actuar con "la misma disciplina colectiva" que España ejerció durante los meses del primer estado de alarma. Solo así, considera el presidente, se podrá "derrotar" el virus, que por ahora sigue propagándose por todo el país.

El presidente ha destacado, durante la presentación del plan [aquí puede consultarlo en PDF], que el covid "no entiende de ideologías ni fronteras", y que hay que actuar con el mismo esfuerzo y la misma "moral de victoria" con la que se logró vencer el virus en la primera etapa. Sánchez estrenaba en Valencia el primero de una serie de actos con presidentes autonómicos en los que, con claro afán también propagandístico, quiere poner en valor la aportación del plan de recuperación para amortiguar la crisis económica. Moncloa ha querido así sacar al presidente de la 'caldera' de Madrid y buscar el respaldo de los barones socialistas. Y Ximo Puig es ahora mismo el de mayor peso territorial en las filas del PSOE.

Arropado por una Administración territorial 'amiga' y en un entorno en el que no se enfrenta a diario con la competición política, Sánchez puso en valor la necesidad de sacar adelante en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, que calificó como una herramienta clave para favorecer la recuperación. "Todos somos conscientes de que no existe alternativa a unos Presupuestos de país, porque esta es una crisis que afecta a todos. Unos Presupuestos también progresistas, porque es la orientación no solamente de este, sino porque también desde el punto de vista progresista hemos dado una respuesta a estos desafíos en la transición energética, en la transición digital, en la igualdad de género y en la cohesión social y territorial que tenemos que abordar como país. Porque las transformaciones así lo requieren, en consecuencia", indicó. Y reclamó el mayor respaldo parlamentario posible para "trascender la miopía de las líneas rojas a los clásicos intereses enfrentados, porque nada de eso cuenta frente a la urgencia y la excelencia de los objetivos que nos marcamos como sociedad en este momento de la lucha contra el covid-19".

La segunda ola tiene características diferentes, ha argumentado, por lo que la respuesta se tiene que adecuar a las nuevas circunstancias que han sido tenidas en cuenta para elaborar la estrategia nacional trazada en el Consejo Interterritorial de Sanidad.

Sánchez ha manifestado que los pilares de esa estrategia son los indicadores comunes, homologados y compartidos con las comunidades autónomas, y un repertorio de acciones acordadas en común y respaldadas por un soporte jurídico constitucional, el estado de alarma, que ha aprobado el Congreso para seis meses y permite a las autonomías adoptar medidas específicas.

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El tercer pilar, ha precisado Pedro Sánchez, es una evaluación común, que permite verificar regularmente la situación de todas las comunidades para medir la eficacia de las medidas.

"Estoy convencido de que vamos a volver a doblegar la curva" de la pandemia, ha afirmado el presidente del Gobierno, quien ha recordado la "meta ambiciosa" marcada de llegar a los 25 contagios por 100.000 habitantes cada 14 días.