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El antiglobalismo de Abascal que espanta al primer líder de Vox: "Roza la demencia"
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El antiglobalismo de Abascal que espanta al primer líder de Vox: "Roza la demencia"

El que fuera fundador de Vox y primer presidente del partido explica a El Confidencial que las referencias a la UE durante el discurso de la investidura le dejaron perplejo

Foto: Alejo Vidal-Quadras (c), junto con José Antonio Ortega Lara (i) y Santiago Abascal (d), en 2014. (EFE)
Alejo Vidal-Quadras (c), junto con José Antonio Ortega Lara (i) y Santiago Abascal (d), en 2014. (EFE)
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La Unión Europea (UE) y la Europa soñada por Hitler. La UE y la Unión Soviética. La UE y la República Popular China. Los paralelismos trazados por Santiago Abascal durante su discurso en la moción de censura dejaban bastante claro hacia dónde apuntaba el líder de Vox: la dirección hacia la que avanza el club comunitario —consideran— se acerca a regímenes totalitarios pasados, presentes y ficticios. La fallida iniciativa para derrocar a Pedro Sánchez sirvió de presentación ante el gran público de los discursos antiglobalistas a los que apunta Vox en los últimos tiempos y que levantan asperezas entre algunos círculos que tienen o tuvieron simpatía por sus siglas, también en el predecesor del político vasco al frente del partido: "Es un disparate", asegura en una conversación con este medio.

Estos tintes, que a muchos evocan la derecha alternativa estadounidense y a Donald Trump, no han sentado del todo bien a algunos actores del entorno del partido. Un día después de que el Congreso tumbara la moción de Vox, Abascal reconoció entre críticas en una entrevista en EsRadio que quizá no habían perfilado del todo las referencias a la UE. "Los españoles no están solos, porque en toda Europa hay un despertar que gana terreno en defensa de su soberanía y de su identidad occidental que reclama el Estado nación como comunidad irremplazable y que rechaza un megaestado federal que se parece demasiado a la República Popular China, a la Unión Soviética o incluso a la Europa soñada por Hitler", llegó a decir el líder de la formación.

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, y el portavoz, Iván Espinosa de la Monteros. (EFE)

"Lo de que la UE recuerda a la URSS y a la Europa que quería Hitler solo se le puede ocurrir a uno que se ha fumado algo. Es algo totalmente disparatado", valora el expresidente y fundador de Vox, Alejo Vidal-Quadras (Barcelona, 1945). El exvicepresidente del Parlamento Europeo con el PP comenta en conversación telefónica que no comprende cómo Abascal pudo entonar durante su intervención este tipo de consignas. "No es un problema de opinión política, es un problema de que estás fuera del mundo, de que estás en el disparate... Quien dice esas cosas necesita tratamiento. Es una locura. Lo que no puedo entender es cómo se coló eso en el discurso de Abascal".

Vidal-Quadras estuvo presente en la moción de forma inesperada. Su nombre se coló en la lista de agradecimientos de Iván Espinosa de los Monteros entre los fundadores del partido que luego lo dejaron "por cuestiones que ya no importan". "Gracias, Alejo, José Luis [González Quirós] e Ignacio [Camuñas]".

Eso solo se le puede ocurrir a uno que se ha fumado algo

Hace casi seis años, Vox empezaba a dar sus primeros pasos. Entonces se presentaba como una reacción ante lo que consideraban un viaje al centro del PP de Mariano Rajoy en el que se había dejado por el camino la defensa de algunos aspectos ideológicos clave en el conservadurismo español. El fundador y primer líder fue Vidal-Quadras, que se presentaba con otras figuras expopulares como el propio Santiago Abascal. El partido despertó simpatía entre quienes se sentían abandonados después de tres años de marianismo en Moncloa. La primera parada electoral en ese 2014 estaba más que calculada: las elecciones europeas que, por su circunscripción única, favorecen que los pequeños partidos a nivel nacional puedan lograr representación. Vox se llevó un cuarto de millón de votos, pero se quedó a unos 2.000 de conseguir escaño.

placeholder Vidal-Quadras y Abascal, en una imagen de archivo. (EFE)
Vidal-Quadras y Abascal, en una imagen de archivo. (EFE)

Después, Vidal-Quadras dejó el partido tras el fracaso y por las divergencias con el propio Abascal. Vox inició entonces un viaje por el desierto en el que no consiguió levantar cabeza. Apenas unas cuantas decenas de miles de ciudadanos les daban su confianza. En 2015, el de Amurrio organizaba mítines con una veintena de personas que parecían no conocer del todo los postulados del partido. Cuatro años de sinsabores. Hasta que el 2 de diciembre de 2018 dio el campanazo sorprendiendo a todos, al irrumpir en el Parlamento andaluz y convertirse en el partido exótico español que un año después sería la tercera fuerza nacional.

El excompañero de Abascal se sigue refiriendo a él como "Santi" y dice mantener buenas relaciones con Vox, como con Ciudadanos y el propio PP, las dos formaciones a las que ha votado desde que dejó el partido que fundó. Vidal-Quadras comparte la crítica a una UE que ve demasiado "intervencionista", pero considera que el hilo argumental esbozado por Abascal está "en el terreno del esperpento, casi rozando la demencia". Durante la moción de censura, Abascal también la emprendió contra entidades supranacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), las multinacionales o los acuerdos multilaterales.

¿Vamos a cerrar la OMC y vamos a negociar la venta del jamón y la naranja con cada Estado por separado, uno por uno?

"A estas alturas, decir que es mejor el bilateralismo que el multilateralismo, pero vamos a ver... ¿Vamos a cerrar la Organización Mundial del Comercio (OMC) y vamos a negociar la venta del jamón y la naranja valenciana con cada Estado por separado, uno por uno? No tiene ni pies ni cabeza", lamenta desde su casa del madrileño barrio de Salamanca Vidal-Quadras, que también expone en su crítica las referencias al multimillonario George Soros como la oscura mano del cosmopolitismo: "¿Qué pinta Soros en un debate en el Parlamento español? No pinta nada", remata.

El exdirigente de Vox considera que "esos párrafos tan extraños" del discurso han puesto de manifiesto que "dentro de Vox hay algunos elementos de la derecha alternativa que son peligrosos" y que están "emboscados". "Lo malo es que esos elementos pueden meter, aparentemente, párrafos en el discurso del líder del partido. Los partidos son heterogéneos... hay gente exótica", reflexiona el catedrático, que cree que esa "incrustación rara" puede llevar al partido al "ridículo" cuando —por su peso parlamentario— se le presume capacidad para poder gobernar.

"En política, hay cosas que son opinables. Hay todo un abanico de posibilidades, pero lo que no cabe es lo que sea aberrante. Esto que dicen los separatistas catalanes de que la voluntad del pueblo está por encima de la ley... Si comparas la UE con la Europa que quería Hitler, estás poniéndote, en cuanto al nivel del disparate, a cuando el loco de Torra o estos iluminados dicen que la democracia está por encima de la ley", incide Vidal-Quadras, que pese a estos "excesos" dialécticos no cree que Vox sea un partido antieuropeísta, aunque sí euroescéptico.

El veterano político catalán marca distancias con estas muestras de nacionalismo español frente a las estructuras multinacionales. "Yo combato el nacionalismo, pero no soy un nacionalista étnico, no estoy todo el día obsesionado con Covadonga... Lo soy con una objetividad, no se puede ser nacionalista como son nacionalistas los catalanes", apostilla.

No se puede ser nacionalista como son nacionalistas los catalanes

Pese a esos "disparates" que vio en el texto preparado por Abascal, el expresidente del PP catalán valora como necesaria y útil la moción de censura, que a su parecer actuaba más como una "moción de reprobación". Cree que debería haberla presentado Casado y que, en su defecto, este tendría que haber optado por sumar sus votos a los de Vox, de los que dice que "son muy lanzados".

Durante la entrevista con este medio, cuestiona que el PP haya roto los puentes con su "aliado natural" para poder gobernar. Sin embargo, ve en el paso dado por Pablo Casado, que exhibió un duro tono contra Abascal en la tribuna del Congreso, una "maniobra" para "tragarse a Cs y coger voto socialdemócrata que abomina de Sánchez y entonces poder sumar" con Vox, aunque tiene claro que esto les hará a los populares perder algún escaño en favor de esta última formación.

La Unión Europea (UE) y la Europa soñada por Hitler. La UE y la Unión Soviética. La UE y la República Popular China. Los paralelismos trazados por Santiago Abascal durante su discurso en la moción de censura dejaban bastante claro hacia dónde apuntaba el líder de Vox: la dirección hacia la que avanza el club comunitario —consideran— se acerca a regímenes totalitarios pasados, presentes y ficticios. La fallida iniciativa para derrocar a Pedro Sánchez sirvió de presentación ante el gran público de los discursos antiglobalistas a los que apunta Vox en los últimos tiempos y que levantan asperezas entre algunos círculos que tienen o tuvieron simpatía por sus siglas, también en el predecesor del político vasco al frente del partido: "Es un disparate", asegura en una conversación con este medio.

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