Medio centenar de multas por fumar sin distancia: la nueva 'policía sanitaria' de Ayuso

La nueva función de policía sanitaria que han asumido los cuerpos de seguridad locales que operan en la Comunidad de Madrid tras la orden del Gobierno regional publicada el pasado 24 de septiembre ya tiene las primeras cifras. La Policía Municipal de Madrid ha interpuesto medio centenar de multas en la ciudad a ciudadanos que fumaban sin mantener la distancia de seguridad establecida en dos metros. Así lo han confirmado a El Confidencial fuentes de la corporación, que han especificado que solo ocho de esas sanciones han tenido lugar contra vecinos de las áreas de movilidad restringida. La inmensa mayoría se han producido en el resto barrios de la capital.

Tanto la Policía Municipal como el resto de cuerpos locales han cumplido una labor sanitaria añadida a sus funciones de siempre. Esta nueva tarea la ejercen a las órdenes de la Dirección General de Salud del Gobierno autonómico. En concreto, los agentes notifican a los ciudadanos a los que las pruebas de coronavirus les han salido positivas, les informan individualmente de que deben guardar cuarentena y no salir de casa e incluso velan porque se cumplan los mandamientos de la Dirección General. "Controlamos que permanezcan en sus casas; si no obedecen, les denunciamos y enviamos la sanción a la Comunidad", explican las mismas fuentes policiales consultadas, que especifican también que de momento son "muy pocas" las multas que han tenido que imponer por este concepto, el más novedoso de su nueva función sanitaria.

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En paralelo a esta nueva función, desde que la comunidad autónoma puso en marcha la restricción de movilidad en algunas zonas, la Policía Municipal de Madrid ha hecho 1.750 controles en esas áreas con limitaciones. Gracias a estas inspecciones, los agentes han interpuesto 1.026 denuncias contra los ciudadanos por diversos conceptos. La falta de mascarilla o su mal uso han representado casi la mitad de las sanciones. Nada menos que 487 han sido por este concepto. El consumo de alcohol en la calle ha representado la segunda causa de multa, con 221 casos.

En el resto de zonas, las no restringidas, también han sido la ausencia de mascarillas y el consumo de alcohol, por ese mismo orden, los principales motivos que han esgrimido los agentes para sancionar a los ciudadanos que paraban por las calles. Las reuniones de más de seis personas han representado la tercera causa de denuncias interpuestas por los funcionarios de la Policía Municipal de Madrid, según explican las mismas fuentes, que sostienen que por pasar de una zona sin restricciones a otra con circulación limitada han realizado 226 sanciones a otros tantos vecinos.

De momento, explican las fuentes consultadas, los funcionarios de la corporación dependiente del Ayuntamiento de Madrid seguirán actuando bajo estos criterios y directrices, hasta que reciban nueva orden. Lo que ocurra en los próximos días al respecto, de hecho, está aún en el aire. El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó el pasado 30 de septiembre los umbrales tras los cuales una ciudad debe confinarse. En concreto, estableció -con el voto en contra de Madrid, Galicia, Andalucía y Cataluña- que cuando haya más de 500 casos nuevos de covid cada 100.000 habitantes, una positividad de más del 10% en los test PCR y una saturación de las UCI superior al 35% se tornará necesario aislar la población.

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De momento, estos tres criterios los cumplen únicamente la capital de España y otros nueve municipios situados todos en el área metropolitana de Madrid. Se trata de Fuenlabrada, Parla, Alcobendas, Torrejón de Ardoz, Alcorcón, Getafe, Leganés, Móstoles y Alcalá de Henares. Todos ellos se ven abocados, según la norma aprobada, como dijo el ministro de Sanidad, Salvador Illa, "de forma colegiada", a sufrir confinamientos blandos. Tras conocer el resultado de la mencionada Interterritorial, el Gobierno de la Comunidad de Madrid anunció que recurriría ante el Tribunal Supremo la resolución, extremo que de realizarse conllevaría que la normativa pudiera tardar más de lo previsto en entrar en vigor, con lo que las policías locales seguirían actuando como estas dos últimas semanas.

Las fuentes policiales consultadas aseguran que, en contraste con la lucha política, la actitud de los ciudadanos en la calle ha sido mayoritariamente colaborativa. A pesar de las sanciones impuestas mencionadas, los vecinos han seguido en líneas generales las normas establecidas y han respetado las restricciones acordadas por la Comunidad de Madrid salvo en casos muy puntuales. "La gente es consciente y está poniendo todo de su parte como hizo en la primera oleada", añaden las mismas fuentes, que aseguran asimismo que en esta misma línea la labor policial durante los primeros días ha sido más informativa que sancionadora.