Casado exige a Sánchez defender al Rey: "Calla y otorga. Es inadmisible y cobarde"

El PP continúa presionando al Gobierno tras las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y el vicepresidente Pablo Iglesias, sobre el Rey, al que el primero acusó de “maniobrar contra el Ejecutivo democráticamente elegido” el viernes pasado. Pablo Casado centra las miradas en Pedro Sánchez, entendiendo que con su silencio “avala, callando y otorgando” esas “afirmaciones incendiarias” que considera “inadmisibles”. El jefe de la oposición considera que la responsabilidad es del presidente del Gobierno, así lo dijo esta mañana en ‘Onda Cero’, “dando carta de naturaleza a las alianzas que constituye degenerando las instituciones”.

Casado reprochó de manera contundente la posición del Ejecutivo, mirando especialmente al lado socialista, y no titubeó al afirmar que “intentan con atajos” agitar el debate “monarquía y república”, conscientes de que una reforma agravada de la Constitución “nunca se aprobaría” porque el PP no lo permitirá. “Son atajos de espectáculos contra el Rey, claramente ilegales, pero además son cobardes”. Extendió el adjetivo de la cobardía al propio Sánchez, “que sigue desaparecido tres días después” y que no alza la voz contra esos ataques. “Es de una profunda cobardía porque intenta que sus electores no censuren ese debate”, zanjó.

El líder del PP volvió a insistir en que “el orden constitucional se defiende todos los días, y no solo cuando te presentas a unas elecciones en Galicia o País Vasco”, y dejó claro que los españoles “votamos hace 40 años la forma de estado como monarquía parlamentaria”, a diferencia del Gobierno actual, “en el que nadie eligió a Iglesias y Garzón, porque Sánchez en campaña dijo todo lo contrario a lo que ha hecho después”.

Sobre la situación de Cataluña, más allá de la entrega de despachos a nuevos jueces en Barcelona que provocó toda la polémica actual por la ausencia del Rey, Casado también defendió una convocatoria electoral inmediata cuando se confirme la inhabilitación de Quim Torra en el Tribunal Supremo. “Si no, sería fraude de ley”, aseguró, aunque evitó responder a si su partido se plantearía una investidura fallida para poner en marcha el reloj hacia la disolución de las Cortes si los independentistas intentan frenar la convocatoria.