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De médica a 'rider': la burocracia impide ejercer en sanidad a cientos de venezolanos
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600 esperan la homologación

De médica a 'rider': la burocracia impide ejercer en sanidad a cientos de venezolanos

Médicos venezolanos esperan la homologación de sus títulos para poder ejercer en España. Mientras, Madrid pide al Gobierno contratar como en el estado de alarma

Foto: Madrid quiere contratar 300 médicos extracomunitarios. (EFE)
Madrid quiere contratar 300 médicos extracomunitarios. (EFE)
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Janesca Sánchez llegó a España a comienzos de 2020. Graduada en medicina en 2018, dejó Venezuela con la esperanza de trabajar como médica aquí. Al poco de llegar, comenzó la pandemia de SARS-CoV-2 y después el confinamiento. La demanda de médicos se disparó, pero en su caso eso no ha supuesto poder trabajar para lo que se formó. Aparte de unas semanas durante el estado de alarma, en las que trabajó en una residencia, Sánchez no ha podido ejercer. Aún no tiene su título homologado, por lo que tiene que buscarse la vida fuera de la medicina. En la actualidad, trabaja de repartidora para Uber y Glovo. Su situación no es extraña en la comunidad venezolana, que tiene a cientos de médicos esperando a la homologación de sus títulos y a la regularización de su situación en el país para poder ejercer.

Madrid no encuentra médicos para contratar

"Soy de ese grupo de médicos venezolanos que hemos pedido la homologación y estamos en el proceso de espera para poder ejercer libremente", dice Sánchez, de 28 años y residente en Madrid. Hay muchos en la misma situación. Mientras, trabajan fuera de la medicina o en la sanidad privada, pero la entrada a la pública está llena de barreras. La venezolana es una de las comunidades extranjeras más numerosas de España y la que más ha crecido en los últimos años, debido a la crisis que económica, política y social que sufre el país sudamericano. "Somos un número importante de médicos que queremos sumar y aportar, y que no los podemos hacer por estos trámites burocráticos", dice Giovanni Porvenza, vicepresidente de la Asociación de Médicos Venezolanos en España (Amevesp). La asociación tiene 2.600 asociados, pero calcula que hay más de 5.000 médicos venezolanos en España.

Según Amevesp, 616 están esperando por esa homologación. Además, hay otros 474 pendientes del reconocimiento de su especialidad. Son procedimientos diferentes. El primero se refiere al título de medicina y le corresponde resolverlo al Ministerio de Universidades. El segundo, más complejo, depende del Ministerio de Sanidad, donde hay un tapón importante, denuncia la asociación.

El Ministerio de Universidades explica a El Confidencial que el departamento, de nueva creación con este Gobierno, se encontró con un retraso heredado en la tramitación de los expedientes, pero que desde el inicio del estado de alarma se han acelerado las homologaciones. En lo que va de año, ha tramitado 1.832, un 80% de ellas (1.471) de medicina. Venezuela (372) es el primer país en la lista, seguido de Cuba (327) y Colombia (180). De los 1.832 trámites, 1.011 se resolvieron durante el estado de alarma. "Se hizo una mesa de trabajo con Sanidad, Universidades y Migraciones y logramos que se aceleraran los trámites. Se homologó a 226 médicos venezolanos", apunta Provenza.

Esta semana, ante las dificultades para contratar médicos españoles (el motivo tiene que ver más con las condiciones ofertadas que con la escasez de personal), la Comunidad de Madrid ha pedido al Gobierno que vuelva a facilitar la contratación de médicos extracomunitarios, como ya hizo durante el estado de alarma. Busca 300 para paliar el déficit de personal que tiene en la Atención Primaria, donde muchos de sus centros tienen escasez de médicos, según llevan denunciando semanas sindicatos y asociaciones profesionales.

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En una rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Gobierno, el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, realizó esa solicitud, que ya había hecho antes también el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero. Aguado explicó que no es competencia autonómica modificar la normativa para permitir la contratación de médicos extracomunitarios, pero la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público sí da poder a las comunidades para regularlo. Madrid no lo ha hecho.

"La ley española impide la contratación de extracomunitarios, pero hace excepciones. Dice que si las leyes autonómicas lo regulan, en situaciones excepcionales se podrían contratar", explica Julián Ezquerra, secretario general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts). "Madrid no lo tiene regulado. Lo ha intentado en varias ocasiones, pero siempre se ha abortado. Salvo durante el estado de alarma, cuando se permitió contratar a jubilados, extracomunitarios e incluso estudiantes, pero eso ha desaparecido. Con la legislación en la mano, no pueden trabajar en el sector público en Madrid, sí en el privado". De ahí la solicitud de esta semana. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, dijo este jueves que la estudiarán.

Foto: Confinamiento perimetral de Ejea de los Caballeros. (EFE)

Sin esa homologación, no es posible ejercer en España. Pero tenerla no supone el fin del camino. "Es un trámite que cuando yo llegué, hace cinco años, duraba tres o cuatro meses. Ahora está durando dos años", denuncia Provenza. "Después te encuentras con otro problema: el reconocimiento de la especialidad. Ese trámite está totalmente bloqueado. Luego viene el tercero: para poder trabajar, tienes que regularizar tu estatus migratorio. Tú puedes ser un médico homologado, pero sin un estatus legal, nadie te ofrece un contrato. Y una vez resueltos estos tres problemas, está la colegiación. Aquí te piden muchos requisitos que en Venezuela son imposibles de conseguir", dice antes de señalar el MIR, otra barrera que se encuentran los médicos extracomunitarios ya especializados.

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Gazze Abanhassan lleva tres años esperando por la homologación de su título de anestesista. Mientras tanto, ha trabajado durante algunos periodos en la sanidad privada madrileña, siempre junto a un compañero autorizado. "En abril, con el confinamiento, estuve trabajando por 10 días en una residencia. En algunas comunidades te aceptan con el trámite de la homologación. Estoy esperando que alguien me llame de esos hospitales", explica. En su caso, la edad es un hándicap: tiene más de 60 años y las oportunidades de trabajo se reducen.

Algunos optan por examinarse aquí. Es el caso de Janesca Sánchez, que quiere especializarse en pediatría, o el de José Alejandro Nazar, venezolano de 30 años especialista en medicina del trabajo que también quiere hacer el MIR. Ahora mismo trabaja en un centro de salud en Extremadura. Pidió asilo en España e intentó trabajar en Madrid en la primera ola de la pandemia, ya con la homologación y la colegiación en regla. Se ofreció a hacerlo en Ifema, pero al final no pudo. Luego llegó la oferta extremeña y con ella el acelerón de sus trámites en extranjería. Ahora enlaza contratos de tres meses y no piensa en volver a Madrid. "Quizá no lo vería como una alternativa laboral. No se me escuchó, no vi ayuda. Aquí en Extremadura me recibieron con los brazos abiertos", dice Nazar. "Cuando nos necesitan, resuelven los trámites, pero cuando no nos necesitan, se olvidan", se queja.

Janesca Sánchez llegó a España a comienzos de 2020. Graduada en medicina en 2018, dejó Venezuela con la esperanza de trabajar como médica aquí. Al poco de llegar, comenzó la pandemia de SARS-CoV-2 y después el confinamiento. La demanda de médicos se disparó, pero en su caso eso no ha supuesto poder trabajar para lo que se formó. Aparte de unas semanas durante el estado de alarma, en las que trabajó en una residencia, Sánchez no ha podido ejercer. Aún no tiene su título homologado, por lo que tiene que buscarse la vida fuera de la medicina. En la actualidad, trabaja de repartidora para Uber y Glovo. Su situación no es extraña en la comunidad venezolana, que tiene a cientos de médicos esperando a la homologación de sus títulos y a la regularización de su situación en el país para poder ejercer.

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