El PSOE sacrifica el "frente común" y deja la calle a UP para salvar los puentes con Ayuso

Salirse del frente común para retirar una piedra en el camino. La negativa del PSOE de Madrid a sumarse a las demás siglas de izquierda en la comunidad para convocar a la ciudadanía a movilizarse contra Isabel Díaz Ayuso supone acabar con un escollo en la relación que Moncloa y el Gobierno regional tratan de cultivar desde el lunes para afrontar la expansión de la pandemia. El precio a pagar será, sin embargo, dejar el protagonismo al resto de convocantes, entre los que se encuentra Unidas Podemos.

Tras conocer el llamamiento a la protesta contra las restricciones impuestas en Madrid, desde la CAM ya se pidió el mismo lunes a los partidos del Ejecutivo de coalición que mantuvieran la "lealtad" esgrimida por Pedro Sánchez durante la reunión con la presidenta. La decisión de los socialistas madrileños de desmarcarse de la iniciativa pese a haberla apoyado inicialmente da un respiro al recién inaugurado "espacio de colaboración" entre las dos administraciones, en que Moncloa trata de intervenir en la comunidad compartiendo desgaste y responsabilidades con el Ejecutivo regional. Los socialistas alegan ahora motivos sanitarios, pese a que poco ha cambiado la situación de la pandemia desde el lunes.

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Los comentarios del secretario general del PSOE-M y delegado del Gobierno en Madrid —encargado de autorizar manifestaciones—, José Manuel Franco, de que no es el momento de manifestaciones, "aunque sean justas", dejan las movilizaciones en manos del resto de firmantes del manifiesto, cuyas causas dice seguir respaldando el socialista: Podemos, IU, Más Madrid, CCOO, UGT y la FRAVM (Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid). Se da la circunstancia de que Franco integra, además, la unidad técnica acordada en el espacio de cooperación entre la Comunidad de Madrid y Moncloa.

Desde la formación morada, explican que mantendrán el llamamiento a la ciudadanía para que se eche a la calle y que "no van a estar haciéndose fotos que legitimen políticas como las de Ayuso". La convocatoria de la manifestación, eso sí, no ha sido aún solicitada a la Delegación del Gobierno (que dirige el propio Franco), tal y como apuntan fuentes de la institución a este medio en el momento del cierre de este artículo. Tampoco quedan fijados, por tanto, los detalles de la congregación.

Fuentes de Unidas Podemos precisan a este medio que los socialistas "confirmaron" su decisión de "bajarse" de la movilización en la mañana de este martes, si bien Franco aseguró en declaraciones a Telemadrid que ya la tarde de antes había comunicado que no era "momento de manifestaciones". El lunes, tras conocerse la convocatoria de la manifestación del próximo domingo, estas fuentes moradas hablaban de que era una forma de visibilizar que las siglas de izquierda eran capaces de establecer un "frente común" cuando lo consideraban necesario.

El frente 'unitario' se cae

Ese avance 'unitario' parece desmoronarse ahora. Preguntadas por El Confidencial, fuentes de Más Madrid ven que "claramente ha habido un cambio de estrategia" tras la reunión entre Ayuso y Sánchez, que ocurrió dos horas después de que se emitiera el manifiesto. El portavoz en la Asamblea de la formación, Pablo Perpinyà, consideró que la única razón para sumarse y posteriormente retirarse de la convocatoria es "que la foto de Sánchez con Ayuso tenía un precio: blanquear su gestión y dejar a los madrileños solos". "Es difícil de comprender y bastante decepcionante".

Fuentes de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid y de la formación impulsada por Íñigo Errejón consultadas por este medio confirmaron que siguen adelante con su voluntad de convocar a la población a manifestarse contra las restricciones de Díaz Ayuso, que afectan mayoritariamente a barrios populares de la capital y que consideran segregadoras.

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Desde UP en la región, lamentan la salida de los socialistas, pero insisten en que "hay que hacer lo posible para mantener esas movilizaciones, siempre respetando las medidas de seguridad". Desde la formación, ven en las manifestaciones una vía para hacer frente a Díaz Ayuso y buscar una nueva convocatoria electoral, ya que son "pesimistas" sobre una moción de censura a la presidenta madrileña, tal y como afirmó la propia portavoz morada regional, Isabel Serra.

El consejero de Justicia, Enrique López, fue uno de los primeros en alzar la voz frente al anuncio de las formaciones de izquierdas de convocar a la población el próximo domingo para clamar contra Díaz Ayuso, pero también fue reprochado desde las filas populares este martes, con acusaciones de "deslealtad", "irresponsabilidad" y "temeridad" por parte de la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra. La ministra portavoz, María Jesús Montero, enfatizó este martes en rueda de prensa que la "prioridad absoluta" era frenar el virus y que eso estaba "antes que atender a cualquier lucha partidista o de interés ideológico".

Pese a haberse retirado de la manifestación, la portavoz parlamentaria socialista, Adriana Lastra, cargó contra las medidas de la Comunidad de Madrid, al igual que el vicepresidente, Pablo Iglesias, que enfatizó que reunirse con Ayuso no significa compartir sus políticas.