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Sánchez intenta movilizar al PSOE para respaldar la acción del Gobierno
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la estrategia política de la Moncloa

Sánchez intenta movilizar al PSOE para respaldar la acción del Gobierno

El partido cedió todo su terreno al Gobierno durante la pandemia y ahora prevé ir ganado presencia pública para apoyar la estrategia y la posición del Ejecutivo

Foto: Pedro Sánchez (c), preside la reunión del Comité Ejecutivo Federal de su partido el pasado lunes en Madrid. (EFE)
Pedro Sánchez (c), preside la reunión del Comité Ejecutivo Federal de su partido el pasado lunes en Madrid. (EFE)
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Con el estallido de la pandemia en el mes de marzo, el aparato del PSOE dio un paso a un lado y se decidió en la Moncloa que la única voz fuera la del Gobierno. Se querían evitar disfunciones, mensajes no unificados y, sobre todo, que pudiera haber confrontación política como consecuencia de mensajes no controlados. Moncloa se encargaba de fijar el relato unificado del Gobierno.

El partido dejó de tener protagonismo y su actividad quedó reducida casi al mínimo, solo el mantenimiento del día a día con el menor pulso posible. Las únicas excepciones fueron las campañas de las elecciones gallegas y vascas, pero restringidas solo a esos territorios y con las limitaciones de la pandemia.

Durante el confinamiento, Moncloa se encargaba de fijar el relato unificado del Gobierno para evitar así disfunciones

Ahora, la decisión estratégica de los socialistas es la de ir recuperando poco a poco ese pulso y esa actividad. Primero con reuniones orgánicas del partido, segundo con ruedas de prensa desde la sede de Ferraz y, por último, con actos del PSOE (los llamados focos) para lanzar mensajes políticos que refuercen la actividad del Gobierno de Pedro Sánchez.

El PSOE carece de portavoz fijo desde hace tiempo y esa carencia se sumó a la decisión firme de ceder espacio al Gobierno durante la pandemia. Ahora ha asumido ese papel de manera circunstancial y esporádica José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes.

El PSOE carece de portavoz fijo desde hace tiempo y esa carencia se sumó a la decisión firme de ceder espacio al Gobierno durante la pandemia

Adriana Lastra es portavoz parlamentaria, pero también dio un paso a un lado, salvo en las intervenciones como representante de los socialistas en los plenos del Congreso en los que se debatían medidas para hacer frente al coronavirus, incluidas las prórrogas del estado de alarma.

Por cierto, que para los actos que programa el partido para los fines de semana una de las más solicitadas por las diferentes federaciones es la portavoz, Adriana Lastra. En esa situación, el PSOE careció prácticamente de voz pública de apoyo al Gobierno. Para algunos diputados socialistas, esa situación extraordinaria provocó el efecto no deseado de renunciar a una parte del posible eco político y, sobre todo, los obligó a desplazar los mensajes partidarios a la mesa del Consejo de Ministros.

Los contenidos de las intervenciones de la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, desde las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros, dejaron de tener un tinte institucional, para incluir reproches a la oposición o mensajes más propios de la sede del PSOE. Ahora, hay decisión expresa de potenciar el eco desde el partido y desde el Grupo Parlamentario Socialista, en apoyo del Gobierno.

placeholder La portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra. (EFE)
La portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra. (EFE)

En este último caso, hay otra disfunción con respecto a las legislaturas anteriores: los partidos fijan sus posiciones en las ruedas de prensa de los martes en el Congreso, pero el hecho de haber cambiado los consejos de ministros del viernes al martes limita su eco. Puede ser positivo para el Gobierno que la oposición no tenga ese eco, pero también limita la posibilidad de lanzar mensajes desde el PSOE, con un tono al que el Ejecutivo no puede llegar desde la Moncloa los martes.

Esos huecos que dejaba la voz del partido, fueron también aprovechados por Unidas Podemos para fijar posiciones y establecer relatos sobre el propio Gobierno.

Más aún en un contexto en el que el Gobierno empieza a aprobar iniciativas a margen de la pandemia que requieren eco político y necesitan también dar potencia a mensajes como los de Presupuestos o la estrategia de aislar al PP y machacar con los procesos judiciales, sobre todo el de Kitchen.

El Congreso federal del PSOE no está previsto hasta junio o julio de 2021 y, en principio, no parece que vaya a traer conflictos internos

El calendario orgánico del PSOE le permite ahora un respiro durante meses. Primero porque no hay más elecciones programadas que las catalanas y segundo porque los procesos internos tienen meses de tregua, salvo imprevistos.

El Congreso federal del PSOE no está previsto hasta junio o julio de 2021 y, en principio, no parece que vaya a traer conflictos internos. Obviamente, esa previsión queda a expensas de la evolución de la pandemia y la posibilidad de poder celebrar entonces este tipo de reuniones tradicionales.

Foto: Felipe VI, junto a Pablo Iglesias, en el Palacio Real de Madrid. (EFE)

A partir de ese momento, se iniciarían los procesos para los congresos regionales, provinciales y locales, lo que sitúa el calendario en otoño o invierno de 2021. La capacidad del PSOE para generar conflictos internos en vísperas de esos congresos es reconocida desde hace tiempo, pero a priori la dirección federal asegura que no prevé convulsiones.

Por ejemplo, en Galicia se apuesta por la continuidad de Gonzalo Caballero, para intentar (esta vez) un proyecto a largo plazo. En Andalucía, todo parece indicar que se materializará la sustitución de Susana Díaz. La consigna de los socialistas es no intervenir desde Madrid y, en todo caso, esperar, a falta de casi un año. Aunque ya haya rumores sobre supuestas salidas de Díaz a diferentes cargos públicos por designación de Sánchez.

Y en Madrid, genera dudas la estrategia de Ángel Gabilondo y, por eso, se decidió situar como portavoz adjunto a José Cepeda. Y también ha generado contraindicaciones que José Manuel Franco compatibilice el cargo de delegado del Gobierno en Madrid con el de secretario general del PSOE de Madrid.

Con el estallido de la pandemia en el mes de marzo, el aparato del PSOE dio un paso a un lado y se decidió en la Moncloa que la única voz fuera la del Gobierno. Se querían evitar disfunciones, mensajes no unificados y, sobre todo, que pudiera haber confrontación política como consecuencia de mensajes no controlados. Moncloa se encargaba de fijar el relato unificado del Gobierno.

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