Una lesión en un brazo complica el caso del magistrado del TC acusado de maltrato
Un atestado de la Guardia Civil indica que los agentes observaron una herida, pero la esposa de Valdés no quiso ser atendida por un médico
Una lesión en el brazo de la esposa del magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Valdés, contra el que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha acordado abrir causa por presuntos delitos de maltrato, complica el procedimiento contra el miembro del tribunal de garantías arrestado hace unas semanas por la Guardia Civil después de que un testigo observara desde la calle una discusión que le pareció violenta. Los agentes reflejaron en un atestado incorporado a la causa que la mujer de Valdés presentaba una herida que fue apreciada cuando accedieron al domicilio. Pese a que ofrecieron a la afectada que se sometiera a un reconocimiento médico, ella lo rechazó, por lo que no existe parte, informan a El Confidencial fuentes cercanas al caso.
En el escrito, se deduce que la afectada pudo provocarse el arañazo en el forcejeo que presenció el denunciante. Al zafarse del agarrón, se raspó probablemente con una pared. El atestado también refleja la declaración de la esposa del magistrado Valdés y que esta detalló que sufría episodios de "ira" aproximadamente "una vez al mes" en los que solían tener fuertes discusiones. Pese a todo, repitió en varias ocasiones que no quería proceder contra su marido que, según indicó también, sufre una grave enfermedad y toma, por ello, una medicación específica que le provoca cambios de humor.
De hecho, la Fiscalía del Tribunal Supremo —que pidió que se abriera procedimiento— reclamó que se encargue un informe pericial sobre los efectos en el magistrado de estas medicinas. El Ministerio Público también solicitó que se interrogue como imputado al magistrado y como víctima a su esposa. Por el momento, Valdés no se ha apartado de su cargo en el Tribunal Constitucional, en el que ocupa una de las cuatro plazas que están pendientes de renovación, atascadas por la negativa del PP a pactar los cambios con el Gobierno.
El inminente interrogatorio puede cambiar las cosas. Hasta el momento, el presidente del tribunal de garantías no ha propuesto la suspensión del magistrado mientras se tramita la causa, ni tampoco el propio Valdés ha propuesto retirarse mientras se conoce su resultado. Después de que trascendieran su arresto y algunos detalles de lo sucedido, como que el testigo denunció después de oír a la mujer pedir socorro, el TC remitió un comunicado en el que se limitaba a solicitar respeto por la presunción de inocencia. Fuentes del TC se limitan a indicar por ahora que respetan la decisión del Supremo, que ya esperaban.
Ruptura
La situación anómala puede tener un efecto catalizador y precipitar un acuerdo en la renovación. Pese a la reciente ruptura, el PP no veía con malos ojos alcanzar acuerdos al menos en este órgano. El Supremo ha adoptado su decisión tras analizar las conclusiones de la jueza de Majadahonda que remitió el caso debido a que Valdés es aforado. Considera que hay indicios suficientes de un presunto maltrato, sobre todo a la vista de las declaraciones prestadas por dos testigos y las referencias de uno de los agentes actuantes, entre ellas, las citadas lesiones. "Conforman una base indiciaria suficiente para descartar en este momento cualquier decisión diferente a la incoación de diligencias", dice. Así, ha nombrado instructor, conforme al turno previamente establecido, "para que el mismo, con libertad de criterio, acuerde las diligencias necesarias para el esclarecimiento de los hechos y resuelva en su momento conforme previene la Ley Procesal penal".
Valdés es magistrado del Constitucional desde el año 2012, cuando fue elegido a propuesta del PSOE. El pasado 11 de agosto, agentes de la Guardia Civil le arrestaron en su domicilio de Majadahonda y le mantuvieron detenido unas horas hasta que pasó a disposición judicial. La jueza de Majadahonda que asumió en inicio el caso le dejó en libertad sin fianza tras valorar su estado de salud y su edad (75 años), y teniendo en cuenta la epidemia sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus.
Una lesión en el brazo de la esposa del magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Valdés, contra el que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha acordado abrir causa por presuntos delitos de maltrato, complica el procedimiento contra el miembro del tribunal de garantías arrestado hace unas semanas por la Guardia Civil después de que un testigo observara desde la calle una discusión que le pareció violenta. Los agentes reflejaron en un atestado incorporado a la causa que la mujer de Valdés presentaba una herida que fue apreciada cuando accedieron al domicilio. Pese a que ofrecieron a la afectada que se sometiera a un reconocimiento médico, ella lo rechazó, por lo que no existe parte, informan a El Confidencial fuentes cercanas al caso.