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Los cinco indicios que no sirvieron para acusar a Julio de la muerte de Sonia Iglesias
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Violencia de género

Los cinco indicios que no sirvieron para acusar a Julio de la muerte de Sonia Iglesias

"Sonia jamás me dijo que se quisiera separar y no sabía que mantenía una relación sentimental con otra persona", y otras declaraciones del sospechoso fallecido

Foto: Julio Araújo (d), y su hermano David (i), en 2018, citados a declarar por la desaparición de Sonia Iglesias. (EFE)
Julio Araújo (d), y su hermano David (i), en 2018, citados a declarar por la desaparición de Sonia Iglesias. (EFE)

La Policía cree que Julio Araújo, el principal sospechoso de la desaparición de Sonia, su pareja durante casi dos décadas, se ha llevado el secreto de su paradero a la tumba. Poca gente lo sabe, pero se intentaron líneas de investigación alternativas, tratando de sacarle a él de la ecuación, pero los agentes inevitablemente acababan regresando a Julio: sus contradicciones y todos los indicios apuntaban siempre hacia él. Estos son los cinco indicios más importantes que un juez consideró que no tenían la suficiente envergadura para sentarle en el banquillo:

1. Julio negó que Sonia quisiese separarse de él

El sospechoso había tenido una vida de crápula. Su primera mujer, María le abandonó por sus continuas faltas de respeto, infidelidades y su tendencia a frecuentar prostíbulos de la zona en compañía de amigos. La relación con Sonia estaba muy deteriorada. Él no trabajaba y era ella la que aportaba todo el dinero para la vida diaria y la hipoteca. Julio vivía a su ritmo, y en demasiadas ocasiones se gastaba el sudor de su pareja echando monedas a las máquinas. Sonia le dijo que quería abandonarle, había conocido a otro hombre que la hacía feliz. Así lo atestiguan dos amigas suyas. "Dijo que Julio se lo había tomado bastante bien, que había aceptado su propuesta, pero que en cuanto se acercó la fecha de la ruptura, la amenazó con injuriarla públicamente si se separaban".

Por otro lado, Julio sabía de la existencia de un nuevo novio. Le confesó a un amigo que lo había descubierto: "Él me dijo que Sonia tenía una relación con un hombre de Venezuela y que lo había descubierto por las facturas del teléfono". Julio, sin embargo, afirmó: "Sonia jamás me dijo que se quisiera separar y no sabía que mantenía una relación sentimental con otra persona".

Foto: Julio Araújo (d), y su hermano David (i), en 2018, citados a declarar por la desaparición de Sonia Iglesias. (EFE)

2. Varías versiones sobre la desaparición

La mañana en la que a Sonia se la tragó la tierra, Julio y ella fueron en coche hasta la tienda de un zapatero que está a seiscientos metros de su casa. Iba a dejar allí unos zapatos para reparar y luego a hacer un par de recados. Según la primera declaración de Julio, dejó a Sonia en la tienda y se fue. Si hacemos caso a sus manifestaciones de la segunda declaración, Sonia estuvo en el interior del comercio durante unos cinco minutos. Cuando salió se montó en el coche pero unos metros más adelante encontraron un gran atasco y ella optó por bajarse. Esa fue la última vez que la vio. En otra declaración asegura: "El atasco nos lo encontramos antes de llegar al zapatero. Sonia se bajó y se fue andando a la tienda".

3. El atasco inexistente

En cada declaración Julio sitúa el atasco en diferentes lugares de la misma calle. Más allá de la contradicción, los comerciantes de la zona aseguran que jamás se ha producido ninguna retención en ese punto, menos en el mes de agosto. Pero es que además las cámaras de seguridad de las calles aledañas, demuestran que aquel día la circulación fue normal.

Él me dijo que Sonia tenía una relación con un hombre de Venezuela y que lo había descubierto por las facturas del teléfono

4. El misterio del preservativo

Julio Araújo aseguró a los investigadores que no solo Sonia no iba a dejarle, sino que la noche anterior al crimen mantuvieron relaciones sexuales y que aún conservaba en la basura el preservativo con el que habían practicado sexo. En el interior del profiláctico se ha evidenciado un mismo y único perfil genético procedente de varón. Es de Julio Araújo. Lo curioso es que en el exterior del preservativo, solo había material genético de Julio. Nada de Sonia. Los investigadores creen que pudo masturbarse para tratar de engañarlos.

5. La basura tirada

Según Julio, la mañana de la desaparición, cuando bajaron para ir al zapatero, tiraron la basura a los contenedores de la calle. ¿Qué hacía el preservativo entonces en casa? “Mantuvimos relaciones aquella noche en la cama, dejé el preservativo sobre la mesilla de noche y luego lo tiré a la basura y, por la mañana, yo mismo tiré la basura”.

La Policía cree que Julio Araújo, el principal sospechoso de la desaparición de Sonia, su pareja durante casi dos décadas, se ha llevado el secreto de su paradero a la tumba. Poca gente lo sabe, pero se intentaron líneas de investigación alternativas, tratando de sacarle a él de la ecuación, pero los agentes inevitablemente acababan regresando a Julio: sus contradicciones y todos los indicios apuntaban siempre hacia él. Estos son los cinco indicios más importantes que un juez consideró que no tenían la suficiente envergadura para sentarle en el banquillo:

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