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Cospedal, iba para 'Thatcher manchega' y acabó en 'Anacleto, agente secreto'
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Cospedal, iba para 'Thatcher manchega' y acabó en 'Anacleto, agente secreto'

Es abogada del Estado, ha sido consejera, presidenta de Castilla-La Mancha, ministra de Defensa, secretaria general del PP y candidata a presidirlo. Muchos retos en uno

Foto:  La ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. (EFE)
La ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. (EFE)
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Cuentan algunos de los que han trabajado para María Dolores de Cospedal que no le gusta que hablen y escriban sobre su físico, tampoco de las andanzas de su segundo marido, Ignacio López del Hierro. En cambio, quizá no le haga ascos a las comparaciones con Margaret Thatcher, ídolo absoluta de los 'neocones' más ortodoxos.

Porque 'la Dama de Hierro' sale a relucir en varias de las conversaciones mantenidas para pintar este retrato. También, cierto parecido a Norma Duval. Pero no le gusta que hablen de su atractivo, así que digamos que Cospedal iba para Thatcher manchega pero, vistas las formas de espionaje manejadas por la operación Kitchen, se quedó en 'Anacleto, agente secreto'.

Foto: El líder del PP, Pablo Casado (d), la portavoz Cuca Gamarra (c) y el secretario general del partido, Teodoro García Egea (i). (EFE)
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María Dolores de Cospedal es abogada del Estado, ha sido consejera de Obras Públicas y Transporte con Esperanza Aguirre ('la Dama de Hierro castiza'), rompió el techo de hormigón del socialismo en Castilla-La Mancha, fue ministra de Defensa, secretaria general del Partido Popular, candidata a presidir su partido y madre soltera. Muchos retos en uno.

Ha defendido lo indefendible. "Optó por abrazarse a la bandera de proteger al partido por encima de todo", explica uno de sus asesores. Dicen que en las distancias cortas sorprende por su amabilidad. También afirman que nunca parece relajada.

Y esa mirada… Esa mirada que podría parecer altiva pero que destila melancolía. O será que se siente cómoda solo con unos pocos. Como su hijo Ricardo, del que no se perdía un solo partido de fútbol cuando iba al colegio en Toledo. Y que cuenta que la animó a perseguir el objetivo que finalmente consiguió Pablo Casado.

—¿España está preparada para una presidenta del Gobierno?
Absolutamente, Javier.

Javier se apellida Cárdenas y la entrevistó en Europa FM durante el tiempo que quiso ser presidenta del PP, para gran alegría de la otra abogada del Estado del PP llamada Soraya Sáenz de Santamaría. Ni siquiera en esos diez minutos de entrevista, amables hasta la extenuación, lograron que la candidata pareciera cómoda. Repitió uno de esos 'mantras' de ciertas maternidades; ese que dice que es mejor pasar tiempo de calidad que cantidad. Sí, lo dicen aquellos que apenas ven a sus hijos. Aunque quieran.

placeholder El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, y las ahora exdiputadas María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. (EFE)
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, y las ahora exdiputadas María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. (EFE)

Puede que no merezca la pena dedicarle más tiempo a aquello de la indemnización en diferido. Un vídeo utilizado en las charlas de comunicación política, un momento en el que es imposible no empatizar con ella. Cómo salir airosa de aquel jardín. Pero ese pasado vuelve ahora. Vuelve plagado de sombras y de motes, como el que dedican a aquel hombre con el que se casó en un cigarral de Toledo en 2009 delante de unas 150 personas, Ignacio López del Hierro, alias 'El polla'. La boda, y no el apodo, la recogió la revista '¡Hola!' en sus páginas.

Una periodista castellanomanchega recuerda cómo, tras el enlace, las Cortes regionales le reprocharon durante jornadas que en el convite no incluyera vinos de la tierra. Un detalle exiguo de gravedad, pero que revela que a María Dolores nunca le perdonaron que llegara a un feudo socialista, después de Bono, a pesar de Barreda y el agujero negro de la Caja Castilla-La Mancha, y quisiera cambiar las cosas.

Y las cambió. Algunas porque no tuvo más remedio. Porque llegó y recortó, por obra y gracia de la crisis económica. "Con los recortes su popularidad decayó. Coincidió con una época crispante de su partido. La llamaban 'La jefa', tenía un control férreo del partido en la región", explica una periodista que la siguió y observó durante su estancia en el Palacio de Fuensalida. La sede de su gobierno que cuentan que, cuando pisó por primera vez, fue advertida por un dirigente socialista: "Piensa qué hospital vas a cerrar primero, porque no vas a poder pagarlos todos". Más graves fueron las palabras que asegura que alguien del PSOE le dijo al todopoderoso Cardenal Cañizares: "¿Vais a permitir que la candidata del PP sea una madre soltera?".

A María Dolores nunca le perdonaron que llegara a un feudo socialista, después de Bono, Barreda y el agujero de Caja Castilla-La Mancha

"Ella nunca se sintió de aquí ni tuvo intención de serlo. Llegaban cada mañana en el AVE desde Madrid cinco o seis consejeros", explica otro periodista de la región que presidió. Ese reproche, el del desarraigo, también venía del otro lado, desde la calle Génova, por pasar demasiado tiempo en Toledo. Y ella, inasequible al desaliento, optó por entregarse al doblete. Cambió los Plenos regionales a las tardes, algo inédito. Por la mañana era secretaria general del PP, y por la tarde, más manchega que Saritísima.

Porque todos coinciden en que se toma muy en serio su trabajo, que es profesional por encima de todo. La Reina Sofía de la política. "Cualquier acto al que iba se lo preparaba a conciencia, no quería ningún fallo. Si iba a cuatro sitios, cuatro discursos distintos", explica un miembro de su equipo.

placeholder GRA716. VITORIA, 18/09/2015.- La secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, y su esposo, Ignacio López, a su llegada al restaurante donde el vicesecretario general del PP y exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, y su esposo, el economista Josema Rodríguez, han celebrado su boda tras la ceremonia de esta mañana en el Ayuntamiento de Vitoria. EFE/David Aguilar
GRA716. VITORIA, 18/09/2015.- La secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, y su esposo, Ignacio López, a su llegada al restaurante donde el vicesecretario general del PP y exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, y su esposo, el economista Josema Rodríguez, han celebrado su boda tras la ceremonia de esta mañana en el Ayuntamiento de Vitoria. EFE/David Aguilar

El perfeccionismo, tan habitual en los expedientes académicos brillantes como el de Cospedal, lo mantuvo siempre. Lástima que se suelte poco. Cuentan que en la campaña electoral que ganó la recibían como a una mezcla de la Virgen María y una estrella de Hollywood. "Las señoras se le acercaban y ella reaccionaba haciéndoles una especie de placaje. Tenía un tirón impresionante. Ahí llega la 'ministra del PP', decían", explica una de las periodistas que la acompañaron en las caravanas electorales.

Todo cambió, dijo, a raíz de esa popularidad, de los recortes, de los reproches. Fabricó una coraza que mantiene hasta ahora. Aunque mantuvo las formas. Esas que la definen como persona extremadamente educada y atenta con su equipo, con chóferes, pilotos… "Nunca perdía la compostura. No es soberbia, sino orgullosa", dicen. Y lectora. Ya sean novelas o dosieres. Porque nada puede fallar.

Chirría, sin embargo, su querencia a rodearse de señores poco recomendables. Está Villarejo, del que quedan pocos adjetivos nuevos por decir. Pero está Nacho Villa, el cerebro mediático de Cospedal cuando aterrizó en la capital manchega. Un genio del mal que tuvo demasiado poder y que hoy tiene un blog de gastronomía, llamado 'Ceviche de Sandía', cuyo último post es del pasado 8 de marzo.

Un señor del que se cuentan demasiadas tropelías, que se les fue de las manos. Como gestor y como libro de estilo periodístico. Capaz de poner a sus redactores a visionar cintas como castigo si no hacían las preguntas oportunas y pactadas al PSOE. Capaz de abrir cada informativo con un Toledo convertido en el peor de los apocalipsis por culpa de su gestor, un señor llamado Emiliano García Page. "Normalmente se encumbraba al que estaba en el poder y se era discreto con la oposición. Con él cambió", explica uno de los empleados del ente público.

Cospedal, la que todo lo controlaba, rodeada de señores descontrolados. Menos mal que tiene a Ricardo.

Cuentan algunos de los que han trabajado para María Dolores de Cospedal que no le gusta que hablen y escriban sobre su físico, tampoco de las andanzas de su segundo marido, Ignacio López del Hierro. En cambio, quizá no le haga ascos a las comparaciones con Margaret Thatcher, ídolo absoluta de los 'neocones' más ortodoxos.

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