Entre el 'bloque de la investidura' y el 'bloque de la alarma': Sánchez bascula su legislatura
El PSOE busca la transversalidad para aumentar las posibilidades de negociar a varias bandas y sostener a un Gobierno en minoría, con tan solo 155 escaños, "en una legislatura larga"
El Gobierno negocia los Presupuestos con el convencimiento de que saldrán adelante, ya sea con el bloque de la investidura o con el bloque de la alarma, cuando ERC y Ciudadanos intercambiaron sus papales como socios prioritarios del Ejecutivo. Un optimismo que se traslada con el "habrá Presupuestos sí o sí", el mensaje más repetido tanto por Hacienda como por el resto de gabinetes ministeriales. ERC y Ciudadanos se dicen incompatibles, pero la disposición de ambos a negociar abre el abanico a Sánchez. También devalúa el precio de los acuerdos y, conscientes de ello, sus potenciales aliados enviaron un aviso el pasado jueves en el Congreso al tumbar el decreto de remanentes municipales. El mensaje del "habrá Presupuestos sí o sí" va asociado al de "habrá legislatura larga", pendular, que iría basculando por tanto entre el bloque de la investidura y el bloque de la alarma para garantizar la gobernabilidad.
La ansiada geometría variable de Sánchez para no depender siempre de una sola carta y por la que se está cuidando de reforzar lazos con Cs, por un lado, y de mantener los puentes tendidos con el independentismo catalán, por otro. Principalmente con ERC, pero de forma cada vez más notoria con los cuatro diputados del PDeCAT, en plena escisión del espacio liderado por Carles Puigdemont, que se ha quedado con las siglas de JxCAT.
La convocatoria de la mesa de diálogo entre Gobierno y Govern, junto a la reforma del delito de sedición en el Código Penal por el que se condenó a los presos del 'procés', son los principales guiños en este sentido para asegurar la "legislatura larga". De hecho, la reforma del delito de sedición no estaba prevista para este tramo de la legislatura y ni siquiera constaba en el borrador del Plan Anual Normativo del Gobierno, donde se incluyó a última hora con el objetivo de cumplir este compromiso antes de que finalice el año
A pesar de este escenario en el que unos y otros conminan a Sánchez a "elegir" sus socios para los Presupuestos, e incluso Unidas Podemos que apuesta por mantener el bloque de la investidura, el presidente ha arrancado el curso político con el traje de equilibrista. "Unidad, unidad y unidad", enfatizó en su primer discurso tras la vuelta de vacaciones, tendiendo la mano a todo el arco parlamentario para aprobar las Cuentas: "Unidad no significa unanimidad". Se trata de lo que en el entorno del Gobierno algunos han denominado "bloque de la alarma plus".
Se busca así que la excepcionalidad parlamentaria que se produjo durante la última votación del Estado de alarma se repita en los Presupuestos
El "bloque de la alarma plus" hace referencia a la votación de la sexta y última prórroga del Estado de alarma, cuando el Gobierno compaginó el apoyo de Ciudadanos, PNV y otras formaciones minoritarias, junto con la abstención de ERC, Bildu y BNG. Se busca así que la excepcionalidad parlamentaria que se produjo durante la última votación del Estado de alarma se repita en unos Presupuestos que, por la actual coyuntura económica y los fondos provenientes de Bruselas, también se consideran excepcionales.
De ahí que se haya abierto el abanico para buscar apoyos entre formaciones con vetos cruzados, aunque desde Unidas Podemos no coinciden con esta transversalidad, que consideran impostada, y desde el PSOE reconocen la gran complejidad de esta operación. Sin embargo, este afán por sumar al mayor número de grupos independientemente de su ideología sitúa al PSOE más cerca de la centralidad, la búsqueda de transversalidad y aumenta las posibilidades de negociar a varias bandas para sostener a un Gobierno en minoría, con tan solo 155 escaños, a lo largo de la legislatura. Funambulismo con red.
Sánchez nivela la balanza de ERC y Cs
La complejidad de esta operación se reflejó en el fracaso del decreto de remanentes municipales. Un aviso al Gobierno y que incluso desde Unidas Podemos valoraron para que sirviese, al menos, "para tomar nota" de cara a la negociación Presupuestaria y la elección de socios. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, negó posteriormente durante su valoración ante los medios que el resultado de la votación pudiese "afectar a otras tramitaciones que se puedan hacer en el Congreso como el debate de Presupuestos". Reconoció, en cambio, que se trata de "un toque de atención del que tenemos que aprender todos" y por el que se mostró dispuesta a "tomar nota y aprender" de cara a futuras negociaciones.
En los últimos previos, el Gobierno ya había tratado de contemporizar con ERC en detrimento de Ciudadanos. Se pasó de priorizar a Cs para los Presupuestos, "quien mejor ha entendido la situación", según se explicaba después de la primera ronda de contactos, a intensificar los guiños hacia los republicanos para nivelar la balanza. "Ciudadanos eligió el pasado 26 de mayo. El PSOE ganó en Madrid, Andalucía, Murcia y Castilla y León, pero gobierna el PP con Ciudadanos y la ultraderecha. Ciudadanos no se ha salido de la foto de Colón", respondió Sánchez en la última sesión de control a una pregunta de Gabriel Rufián.
Tanto se ha nivelado la balanza, que desde Cs ya han asumido que ERC vuelve a estar en la ecuación, aunque insistiendo en que "Sánchez tendrá que elegir tarde o temprano". Entre el bloque de la investidura y el bloque de la alarma, Sánchez bascula su legislatura. Todas las vías están abiertas y el objetivo es no romper puentes con el grupo que finalmente no apoye las cuentas para seguir practicando aritméticas parlamentarias excepcionales en momentos excepcionales.
El Gobierno negocia los Presupuestos con el convencimiento de que saldrán adelante, ya sea con el bloque de la investidura o con el bloque de la alarma, cuando ERC y Ciudadanos intercambiaron sus papales como socios prioritarios del Ejecutivo. Un optimismo que se traslada con el "habrá Presupuestos sí o sí", el mensaje más repetido tanto por Hacienda como por el resto de gabinetes ministeriales. ERC y Ciudadanos se dicen incompatibles, pero la disposición de ambos a negociar abre el abanico a Sánchez. También devalúa el precio de los acuerdos y, conscientes de ello, sus potenciales aliados enviaron un aviso el pasado jueves en el Congreso al tumbar el decreto de remanentes municipales. El mensaje del "habrá Presupuestos sí o sí" va asociado al de "habrá legislatura larga", pendular, que iría basculando por tanto entre el bloque de la investidura y el bloque de la alarma para garantizar la gobernabilidad.
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