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La foto de 2016 que aún pesa en Ciudadanos: "Que quede claro que alejamos a Podemos"
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SE ABRE OTRO ESCENARIO EN EL PARTIDO

La foto de 2016 que aún pesa en Ciudadanos: "Que quede claro que alejamos a Podemos"

Se abre la negociación presupuestaria con Arrimadas y en Cs preocupa que la imagen final sea de haber impedido el triunfo de Iglesias. En 2016 sentarse con Podemos les hizo daño

Foto: PSOE, Podemos y Cs se reunieron en abril de 2016 para sumar apoyos al pacto del abrazo. (EFE)
PSOE, Podemos y Cs se reunieron en abril de 2016 para sumar apoyos al pacto del abrazo. (EFE)

La imagen a tres fue tomada en abril de 2016, unos días después de que Pedro Sánchez y Albert Rivera sellaran el famoso pacto del abrazo. Mariano Rajoy había declinado el encargo del Rey para ir a la investidura y el socialista aceptó como segundo en la fila. Después de que PSOE y Ciudadanos culminaran sus negociaciones con un acuerdo de Gobierno, empezaron a buscar otros apoyos. Y llegó Podemos, aún con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón en el mismo equipo. Se citaron en la sala Lázaro Dou del Congreso y en total participaron 18 negociadores.

En la foto salen retratados el entonces secretario general de Rivera, José Manuel Villegas, y el portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta. La reunión empezó con puntualidad y sonrisas, pero con pocas expectativas. No había nada que hacer. La investidura fracasó y en junio llegarían las nuevas elecciones. El PP tuvo claro desde el primer momento el eje de su campaña: apelar al voto útil señalando a Ciudadanos: "El voto a Rivera nos resta fuerza. Solo hay dos opciones, o gobierna el PP o una alianza entre PSOE, Podemos y Ciudadanos". Los populares están convencidos de que aquella imagen a tres les devolvió la fuerza electoral. Ciudadanos perdió ocho escaños (nada que ver con la debacle de las últimas generales), pero era suficiente para que Rajoy consolidara una nueva mayoría.

Ahora, después de casi dos años de puentes rotos entre socialistas y naranjas, con sus respectivos líderes enfrentados sin posible reconciliación, Ciudadanos vuelve a una mesa negociadora con PSOE… y Unidas Podemos. Con el actual Gobierno de coalición.

Foto: Inés Arrimadas y el presidente del Gobierno, en su reunión en Moncloa. (Pedro Ruiz)

En el partido que ahora lidera Inés Arrimadas "la estrategia de utilidad" es relativamente unánime. Nadie pone en duda el camino emprendido y el relanzamiento del grupo parlamentario con tan solo diez escaños tras el mayor fracaso de la historia del partido. Sí hay fricciones, especialmente en algunos territorios, ante el miedo de que el acercamiento al PSOE les pase factura en autonomías donde solo gobiernan con el PP. Las últimas prórrogas del estado de alarma no fueron vistas por todos los dirigentes igual de bien. En la primera ejecutiva presencial, adelantada por este diario, se hicieron patentes esas inseguridades. Pero ahora se abre otro escenario completamente distinto. Una negociación presupuestaria en la que Arrimadas está decidida a entrar.

El objetivo es seguir con la utilidad como principal bandera y lanzar el mensaje de que el partido naranja remará en favor del interés general, alejando en la medida de lo posible los postulados de Podemos y el apoyo de los independentistas. Lo segundo cada vez está más claro. Pero la primera cuestión es el principal temor del partido. En la cúpula de Arrimadas ya asumen que Podemos estará en la mesa de negociación. El Gobierno confirmó que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, estará acompañada del secretario de Estado de Derechos Sociales y hombre de confianza de Iglesias, Nacho Álvarez.

placeholder La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ofrece una rueda de prensa en Moncloa. (EFE)
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ofrece una rueda de prensa en Moncloa. (EFE)

La idea no gusta en el partido, pero también reconocen que evitar a una parte del Gobierno de coalición empezaba a ser muy complicado. Lo que sí es una prioridad, más incluso que las líneas rojas negociadoras, es que el resultado de los Presupuestos vaya en la línea de las demandas de Europa. Dicho de otra manera: que la foto final sea de cumplimiento con Bruselas, que haya una agenda reformista y se eviten medidas ideologizadas tan perseguidas por Podemos. "No podemos sentarnos a negociar al precio que sea. Tiene que quedar claro que la fuerza de nuestros escaños va a ir al sentido común y a unas cuentas moderadas. Que no vamos a tragar con lo que quiera Podemos", coinciden distintos dirigentes que no se sientan en la ejecutiva permanente del partido.

Dentro de la cúpula es la idea que vienen defendiendo también. Arrimadas no lo negó incluso tras reunirse con Sánchez en Moncloa, por ejemplo, al hablar de la política fiscal. "El presidente sabe muy bien lo que pensamos y cuál es nuestro modelo. Y sabe lo que vamos a defender", zanjó a una pregunta. El propio PSOE frenó el impulso al lujo que planteaba Unidas Podemos, por no hablar del impuesto a las grandes fortunas que ni siquiera entró en el acuerdo de la reconstrucción en el Congreso.

Sí es cierto que Ciudadanos siempre ha apostado por una bajada de impuestos y en estos momentos, como dicen algunos dirigentes, "nos conformaríamos con no subirlos". Las circunstancias han cambiado mucho y Ciudadanos vuelve a la esencia primera del partido bisagra. El espejismo del sorpaso al PP quedó enterrado, pero la incompatibilidad con Podemos sigue siendo parte del ADN de los naranjas y esta nueva relación, de alguna manera, volverá a poner a prueba las posibilidades del partido como ya ocurrió en 2016 tras la foto a tres.

placeholder Reunión del Gobierno y Ciudadanos en la Moncloa sin miembros de Unidas Podemos. (EFE)
Reunión del Gobierno y Ciudadanos en la Moncloa sin miembros de Unidas Podemos. (EFE)

Aunque existe una tregua permanente entre Pablo Casado y Arrimadas (comparten gobiernos autonómicos y municipales, e incluso coaliciones electorales como en Euskadi), el líder del PP no ha dejado pasar la oportunidad de lanzar críticas veladas al partido naranja, que recuerdan mucho a aquella campaña de hace cuatro años. "Ya hemos visto que Ciudadanos está dispuesto a sentarse con PSOE y Podemos. Decía que no, pero vemos que sí", repitió en distintas ocasiones esta semana, una de ellas desde el Palacio de la Moncloa a escasas horas de que llegara la dirigente jerezana.

De ahí, la insistencia en el partido de manejar esto con una precisión quirúrgica. "Tenemos que seguir siendo útiles y que nuestros votos sirvan para defender a las clases medias en la peor crisis que va a venir. Pero que quede claro que impedimos postulados de Podemos. Eso no lo podemos perder nunca", resume un veterano dirigente. Por ahora, lo que sí ha funcionado es la erosión en la relación del Gobierno con los republicanos catalanes. Ciudadanos logró aislarles en algunas negociaciones de la alarma y planean volver a hacerlo ahora. Gabriel Rufián ya reconoció que las dos vías eran incompatibles. El compromiso de convocar la mesa de diálogo con el Govern tampoco preocupa especialmente a los naranjas ni evitará que las conversaciones avancen. "Ese compromiso ya lo vimos en junio y nunca llegó. El trago lo pasamos entonces. Hoy es un poco creíble que se vaya a convocar".

La imagen a tres fue tomada en abril de 2016, unos días después de que Pedro Sánchez y Albert Rivera sellaran el famoso pacto del abrazo. Mariano Rajoy había declinado el encargo del Rey para ir a la investidura y el socialista aceptó como segundo en la fila. Después de que PSOE y Ciudadanos culminaran sus negociaciones con un acuerdo de Gobierno, empezaron a buscar otros apoyos. Y llegó Podemos, aún con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón en el mismo equipo. Se citaron en la sala Lázaro Dou del Congreso y en total participaron 18 negociadores.

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