Las CCAA tumban el plan de Illa: no tendrán que pedir permiso para suspender las clases

"Buscamos la presencialidad de todos los alumnos y de todos los grupos", ha expresado la ministra de Educación en la rueda de prensa tras la reunión con los representantes de las comunidades autónomas de cara al inicio de curso celebrada este jueves. Así, en una primera versión del documento facilitado por el Ministerio de Sanidad a los distintos territorios antes de la conferencia, se especificaba que, "con la finalidad de evitar el impacto supraautonómico (es decir, evitar el desplazamiento del alumnado y de familias a otras zonas geográficas donde se mantenga la actividad académica con el consiguiente riesgo de transmisión del virus)", la suspensión de las clases "se adoptará solo ante situaciones excepcionales", previa comunicación al ministro de Sanidad y previo acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Dejaba así la puerta abierta a la necesidad de un acuerdo con el Ejecutivo central para la finalización de las clases.

No obstante, durante la reunión, este punto se ha discutido y, según ha anunciado el propio Illa, "se ha suprimido de común acuerdo". "Es una decisión que compete el marco actual de las comunidades autónomas. Para que no hubiera ninguna duda respecto al escrupuloso respeto a sus competencias, una referencia que había en una primera versión en ese sentido, de común acuerdo la hemos suprimido", ha aclarado el ministro y reitera que "ya no hay ninguna mención en ese sentido". Según fuentes conocedoras de las deliberaciones, las protestas sobre este aspecto las ha liderado el Gobierno de Iñigo Urkullu al considerar que suponía una invasión de competencias. Tras sus reticencias, ha sido cuando el ministro ha propuesto la eliminación de este apartado.

La ministra Celaá ha insistido en que el documento presentado el pasado 11 de junio sigue vigente y que solo se ha "ajustado alguna de las medidas" de las que ya aparecían. De nuevo se hace referencia a la "presencialidad" y, según cita el documento, los centros educativos se mantendrán "abiertos durante todo el curso escolar" asegurando los servicios de comedor, así como apoyo lectivo a menores con necesidades especiales o pertenecientes a familias socialmente vulnerables, siempre que la situación epidemiológica lo permita.

"En la actualidad, aún se desconoce de manera precisa el impacto positivo que el cierre de las escuelas tiene en los niveles de transmisión comunitaria del covid-19. No obstante, la evidencia disponible indica que el cierre de centros educativos, como medida aislada, tiene poca probabilidad de ser efectivo para controlar la transmisión", comienza el documento y añade que "se ha observado que cuando se aplican las medidas de higiene y prevención necesarias", las escuelas no son espacios donde se produzca una "mayor transmisión que en el ocio o en un entorno laboral".

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Con el objeto de conseguir una detección precoz de casos en los centros, Educación pide que los colegios cuenten con una persona que se encargue de todos los aspectos relacionados con el coronavirus y que esté familiarizada con las órdenes y documentos relacionados. Esta persona actuará como interlocutora con los servicios sanitarios en caso de que se registre algún caso.

Mientras que en el informe presentado en verano solo aparecía que en el caso de detección de algún contagiado se lo aislara en una sala aparte, se le colocara una mascarilla quirúrgica y se contactara con la familia y con las autoridades sanitarias, en el documento actual se añade que, una vez se confirme el positivo, los contactos estrechos con el menor infectado tendrán que guardar cuarentena y se propone la realización de PCR a todo el grupo.

Los contactos estrechos con un menor infectado tendrán que guardar cuarentena y se propondrá la realización de PCR a todo el grupo

De forma general, Educación pide que se mantenga una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros en las interacciones, así como el uso de la mascarilla obligatoria a partir de los seis años, con independencia del mantenimiento de dicha distancia. Además, se primarán las actividades al aire libre y en Educación Infantil y en el primer ciclo de Primaria se establecerán las llamadas 'burbujas', es decir, grupos de convivencia estable para evitar el contacto con otros.

Asimismo, se tomará la temperatura corporal a todo el alumnado y el personal de forma previa al inicio de la jornada, por lo que cada centro educativo dispondrá la forma de llevar a cabo esta obligación, evitando en todo caso aglomeraciones y asegurando el mantenimiento de la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros.

Se realizará una higiene de manos de forma frecuente y meticulosa a la entrada y salida del centro educativo, antes y después del patio, de comer, y siempre después de ir al aseo. "Hasta cinco veces al día", ha puntualizado Illa en la rueda de prensa. También se intensificarán la limpieza de todos los espacios del centro y la ventilación durante al menos 10 o 15 minutos al inicio y al final de la jornada, durante el recreo y entre clases.

El documento exige también que en los comedores se asegure la distancia mínima de 1,5 metros, salvo en el caso de los pertenecientes a un mismo grupo de convivencia estable. Además, se asignarán puestos fijos durante todo el año para el alumnado y se garantizará la estanqueidad en el caso de los grupos de convivencia estable. Para el transporte escolar, se reiteran el uso de la mascarilla a partir de los seis años y los asientos fijos.

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Todas las personas, alumnos o profesorado, que presenten síntomas compatibles con el coronavirus deberán quedarse en aislamiento a la espera del diagnóstico.

En relación con el posible absentismo escolar, Celaá ha anunciado que se ha encargado un informe jurídico que se dará a conocer en los próximos días y en el que se verá qué pasará si los padres no llevan a sus hijos al colegio. "La educación es un derecho fundamental del alumno y se extiende de los seis a los 16 años".

Cierre de colegios si el brote se descontrola

Sanidad ha presentado otro documento en el que desglosa las principales pautas de la vuelta al cole, y para ello considera tres posibles escenarios y explica cómo controlarlos. En primer lugar, brotes controlados o casos esporádicos con las cadenas de transmisión bien definida. "Esta situación se puede dar en un único grupo o, simultáneamente, en varios grupos de convivencia estable que sean independientes". Se indicarán actuaciones de control específicas para cada uno de ellos mediante la implementación de las medidas de control habituales, como aislamiento de los casos e identificación y cuarentena de los contactos de cada grupo o clase independiente.

En el caso de brotes complejos o transmisión comunitaria esporádica, las cadenas de transmisión no se pueden identificar con facilidad o aparecen diversas ramificaciones, con más de una generación de casos. Esta situación responde a la "detección de contagios en varios grupos o clases con un cierto grado de transmisión entre distintos grupos independientemente" de la forma de introducción del virus en el centro escolar. Sanidad recomienda así estudiar la relación existente entre los casos y valorar la adopción de medidas adicionales, como la ampliación del grupo o grupos que deben guardar cuarentena o cierre de clases.

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En el tercer escenario, contempla una transmisión comunitaria no controlada en el centro educativo con un número elevado de casos. En este caso, los servicios de salud pública de las comunidades autónomas realizarán una evaluación de riesgo para considerar la necesidad de escalar las medidas, valorando en última instancia, el cierre temporal del centro educativo. Estas circunstancias epidemiológicas pueden darse en uno o varios grupos de convivencia estable, pertenecientes a una o más de una línea.

Campaña de vacunación

El ministro de Sanidad ha señalado que la segunda acción conjunta que han acordado todas las comunidades autónomas en la reunión es la campaña de vacunación, que este año comenzará "algo antes", en la primera quincena de octubre. "Las comunidades y ciudades autónomas realizarán el esfuerzo necesario para alcanzar los objetivos fijados para la campaña de vacunación de la gripe", ha expresado Illa.

Apunta que está especialmente recomendada para mayores de 65 años, menores de 65 con especial riesgo en caso de que se contagien y personas que ejercen servicios públicos. Así, esperan que se pueda alcanzar una cobertura del 75% en mayores y superar el 60% en embarazadas y en personas con condiciones de riesgo.