Sanidad se resiste a hablar de segunda ola porque no hay "transmisión descontrolada"

¿Está España sufriendo una segunda ola del coronavirus? Depende de a quién se le pregunte y de qué parte del país hablemos. La consejera de Sanidad del País Vasco, Nekane Murga, se supone que asesorada por los epidemiólogos de la comunidad, afirma que en su comunidad esa segunda ola ya ha llegado. "Los datos reflejan un importante incremento de personas que han sido infectadas por coronavirus en las últimas semanas. Estos datos muestran, sin dudas, que nos estamos enfrentando a una segunda ola epidémica del coronavirus", declaró este jueves por la mañana. Por la tarde, Fernando Simón, le llevó la contraria. "Prefiero ser un poco prudente", dijo. ¿Quién tiene razón?

Los casos siguen en aumento en España. El último informe del Ministerio de Sanidad cifra en más de 19.000 los detectados en los últimos siete días. La incidencia acumulada en las dos últimas semanas se sitúa en los 75,29 casos por cada 100.000 habitantes, solo por detrás de Luxemburgo y Rumanía en Europa. Es verdad que Aragón y Cataluña empujan esa cifra hacia arriba, pero incluso dejando al margen esas dos comunidades sería de 40,9 y solo Bélgica adelantaría a España.

Si en marzo el objetivo era aplanar una curva que ya era muy empinada, ahora hay que intentar mantener una pendiente suavizada. Son dos situaciones diferentes. "Hay que tener en cuenta que esta segunda oleada nunca puede ser igual que la primera. Nunca puede ser tan empinada la subida", dijo este jueves en la televisión asturiana la viróloga e investigadora del CSIC Margarita del Val, que tiene claro que esto es un nuevo embiste del virus. "Yo sí que lo llamaría segunda oleada, claramente".

Ola, un concepto "borroso"

Simón se resiste a hacerlo. Su argumento es que lo que está sucediendo desde hace unas semanas no encaja con el concepto de ola. Aviso: en su opinión, es un concepto "borroso" y "gris" que tiene una carga semántica, pero también tiene una base científica. "Hasta que no tengamos una transmisión comunitaria no controlada y que realmente represente incremento en la transmisión y no simplemente que estamos detectando mucho más, no lo llamaría segunda ola", dijo.

Bien, siguiente paso: la transmisión comunitaria. Para entendernos, una circulación descontrolada del virus. Lo que ha pasado en Zaragoza en las últimas semanas, por ejemplo. Eso se mide de manera indirecta, no hay un solo indicador que permita afirmar que la transmisión del virus está fuera de control. No en esta fase de la pandemia: en marzo y abril, cuando decenas de miles de personas acudían enfermas a los hospitales, estaba claro que sí. Ahora se miran otras cosas, como que el porcentaje de asintomáticos detectados sea alto, que la letalidad y la tasa de positividad sean bajas, a quién se le realizan las PCR...

En eso se apoya Simón para decir que no hay segunda ola en España. Los asintomáticos son alrededor del 50%. La letalidad está por debajo del 1% en las últimas semanas. Y la tasa de positividad ronda el 5%. Nada que ver con hace cuatro meses, pero también es cierto que casi todos los indicadores están empeorando: había más asintomáticos hace una semana, la positividad era del 2% no hace mucho... La situación se está deteriorando, sí, pero de manera mucho más lenta que en marzo.

Entonces, España alcanzó la tasa de disparo (5 casos por cada 100.000 habitantes) el 8 de marzo y doce días después llegó al pico. Madrid fue la que más se adelantó, pero no hubo grandes diferencias temporales entre comunidades. Ahora sí. Aragón, Cataluña, Madrid, Navarra y el País Vasco van por delante del resto. Si se sigue el criterio utilizado por Simón, en algunas de esas comunidades, sobre todo en Aragón y Cataluña, se puede hablar de segunda ola. España superó la tasa de disparo en la última semana de julio, pero la subida está siendo mucho más lenta.

"La nueva ola epidémica ha iniciado su propagación con menos fuerza. En marzo, en las dos primeras semanas, pasamos de no tener casos a tener cientos de infectados. Y en pocas semanas se llenaron hospitales y UCI. Esto nos podría hacer pensar que en esta nueva etapa se contagia menos el coronavirus, podríamos incluso creer que produce una enfermedad menos grave. No debemos infravalorar la capacidad de transmisión del coronavirus ni tampoco los efectos que tiene en la salud", dijo Murga refiriéndose al País Vasco.

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Un problema de comunicación

El equipo que dirige Simón en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias estima que en España se están detectando ahora mismo entre el 60 y el 70% de los casos, cuando en lo peor de la pandemia ese porcentaje apenas llegaba al 10%. "El problema no es que ahora detectemos en exceso, el problema lo teníamos antes por detectar en defecto. Esto nos crea un problema de comunicación porque los casos aparentemente suben, pero son los que hay", explicó este jueves. El portavoz de Sanidad durante la pandemia sorprendió con esa referencia a la comunicación. "No es que la segunda ola vaya a suponer algo diferente a lo que estamos observando, pero se pueden generar percepciones de riesgo distintas a las que ahora mismo realmente estamos viviendo", dijo.

El objetivo es mantener bajo mínimos la transmisión comunitaria para que el problema que causará la reapertura de los colegios y la vuelta a los puestos de trabajo de aquí a un mes sea manejable. "Tenemos que tener como objetivo, durante este período de verano, tratar de llegar a septiembre con la menor transmisión comunitaria posible", dijo Simón. En un mes es muy probable que la situación empeore, y entonces no habrá duda sobre si estamos o no en una segunda ola.