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De la caída de Iglesias a Abascal pasando por Arrimadas y el covid: 6 claves del 12-J
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casado se la juega en el país vasco

De la caída de Iglesias a Abascal pasando por Arrimadas y el covid: 6 claves del 12-J

Al margen de Feijóo y Urkullu, los dos ganadores seguros, hay otros factores y protagonistas sobre los que habrá que estar muy atentos en estas elecciones

Foto: Iglesias saluda a Miren Gorrotxategi el viernes en Durango. (EFE)
Iglesias saluda a Miren Gorrotxategi el viernes en Durango. (EFE)

Las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco parecen tener poco misterio: Alberto Núñez Feijóo e Íñigo Urkullu van a ganar, por mucho que el covid y los diferentes brotes hayan convertido esta campaña y la propia jornada electoral en las más atípicas de los últimos años. Sin embargo, más allá de los dos ganadores, hay otros factores a tener en cuenta junto a la influencia final de la abstención y el miedo al virus a la hora de votar: ¿la gestión de la pandemia por parte del Gobierno de Pedro Sánchez será un lastre o un plus para sus candidatos en Galicia y Euskadi? ¿España Suma o resta para Casado? ¿Aprobará Arrimadas la primera cita electoral de la era post-Rivera? ¿Volverá Santiago Abascal a comprobar que no es profeta en su tierra...?

1. La abstención y el miedo al virus

Los rebrotes del virus en Galicia y País Vasco amenazaron durante la semana con la posibilidad de suspender las elecciones en algunas circunscripciones. Finalmente, la Xunta de Galicia ha decidido abrir la comarca de A Mariña, donde 56.243 electores no podían votar, y mantener solo cerrados los accesos en Foz. En el País Vasco, la incidencia real es muchísimo menor, y solo afecta a 200 electores y otros 500 bajo seguimiento. Sin embargo, el temor es que el miedo al contagio deje en casa a los electores y aumente la abstención, sobre todo, en Galicia, donde las elecciones autonómicas tradicionalmente han cosechado una participación muy baja desde que en 1980, con un 28% de participación, se ratificara el Estatuto de Autonomía.

Antes del cierre de A Mariña, la Xunta estimaba que la participación en estas elecciones caería 5 puntos hasta el 59%. Tradicionalmente, cuando el electorado está convencido de que no habrá cambio de Gobierno, la abstención sube: la mayor participación en unas autonómicas gallegas se produjo precisamente en 2009, cuando Feijóo cosechó su primera mayoría absoluta tras derrotar al bipartito de PSdeG y BNG. Ahora, la campaña de Feijóo estima que su mayoría absoluta no peligra incluso con una caída de la participación hasta el 54%. Todo lo que sea bajar de ahí "es impredecible" pero, insisten, los sondeos internos "no apuntan a eso". Por si acaso, y tras una reunión del comité científico este viernes, se decidió levantar el cierre de parte de A Mariña ante la remisión de los contagios.

La campaña de Feijóo estima que su mayoría no peligra aunque caiga la participación hasta el 54%. Todo lo que sea bajar de ahí "es impredecible"

En el País Vasco, el Ejecutivo fija en 200 personas las que no van a poder votar por contagios de covid y otros 500 están en el aire por contactos estrechos. El euskobarómetro de marzo, antes de la alarma, preveía una abstención del 35% que subió en el de junio al 41%, solo un punto más que en las autonómicas de 2016. A mayor participación, más votos para PNV y Bildu, según los datos de los municipios en 2016. Pero tanto en Galicia como en el País Vasco se han batido cifras históricas de voto por correo (62.000 en Galicia y 125.000, el doble que en 2016, en País Vasco) por lo que los expertos creen que, finalmente, la incidencia de la abstención va a quedar amortiguada.

2. La gestión de Sánchez, a examen

Las del 12-J son las primeras elecciones tras la pandemia y en ellas se examina la gestión que han hecho los Gobiernos autonómicos y el Gobierno central, así como la percepción que tenga el electorado de la misma. ¿Será un lastre para los candidatos socialistas en Euskadi y Galicia la gestión de Sánchez, Illa o Simón? En el caso del País Vasco, las encuestas apenas muestran variación entre antes y después del estado de alarma y el confinamiento. El PNV se mueve del 39,6% de la intención de voto a principios de mazro al 40,6 de julio. Y lo mismo sucede con la intención de voto al PSE: del 14%, de antes de la alarma, al 13,8% de la semana pasada. Los votantes del País Vasco no parecen haber tenido en cuenta la gestión de la pandemia a la hora de votar.

En Galicia, sin embargo, las encuestas dicen otra cosa: allí, Gonzalo Caballero -el candidato socialista- puede acabar pagando una percepción negativa de la gestión de la crisis por parte de Moncloa. Feijóo se quejó de test defectuosos, de improvisación e incluso criticó el estudio serológico que hizo el Gobierno central encargando uno propio y alternativo. Las encuestas reflejan el peso negativo de la gestión del Gobierno central en la pandemia. Las cinco publicadas del 27 de enero al 23 de febrero (antes de la alarma) daban a Feijóo entre 37 y 41 escaños, siendo más las que le otorgaban 38. Las 17 encuestas realizadas tras la alarma, entre el 7 de junio y el 7 de julio le dan de 40 a 43 escaños, siendo mayoría las que le otorgan 41. Justo lo contrario sucede con los socialistas: antes de la alarma les pronosticaban de 16 a 21 escaños, siendo más las que le otorgaban 19, mientras que tras la alarma se mueven entre los 13 escaños y los 22, pero con muchas anclándoles en los 16. Tres escaños que, de confirmarse finalmente, habría que anotar en el debe de la gestión de Moncloa.

3. Pablo Casado se la juega en Euskadi

El líder del PP también se examina en estas elecciones. En Galicia, juega sobre seguro... aunque no tanto. Como siempre, el triunfo de Feijóo será interpretado una vez más como que la sombra del gallego se proyecta sobre Génova. De hecho, Feijóo se enfrentó a los planes de Casado de llevar España Suma a Galicia y se negó a listas conjuntas con Ciudadanos. Los resultados le darán la razón y, por eso, en campaña se ha implicado de una manera especial el presidente nacional del PP. No han estado las siglas ni la gaviota pero sí, mucho más de lo esperado, el propio Casado. Así se diseñó en varias comidas de los dos: apariciones conjuntas y con Mariano Rajoy, imagen de moderación y baño de centrismo para Casado e intento de acallar enfrentamientos o mala relación entre ambos. Que el triunfo de Feijóo se venda también como el de Casado "de una vez por todas", dicen en Génova.

La hemorragia no parece detenerse: de 9 escaños en 2016 puede quedarse en 6 (con Cs). Los purgados de la etapa de Alonso esperan resultados

Pero donde se la juega de verdad Casado es en el País Vasco. El experimento de España Suma -candidatura conjunta con Cs con especial "generosidad" para los naranjas en puestos de salida en las listas- provocó la dimisión de Alfonso Alonso del PP vasco. Hubo que reclutar deprisa y corriendo a Carlos Iturgaiz, que deberá intentar amortiguar la caída constante del PP en el País Vasco, donde llegó a gobernar con el PSE. La hemorragia no parece detenerse y de los 9 escaños que tenía en 2016 amenaza -pese a la suma con Cs- en quedarse en 6. Los purgados de la etapa de Alonso esperan a los resultados.

4. Iglesias, batacazo en pleno caso Dina

Pintan bastos para el vicepresidente segundo del Gobierno, inmerso en los problemas de la tarjeta SIM con la que 'protegió' a su asistente, Dina Bousselham. En Galicia, la ruptura de las Mareas -que arrasaron en elecciones pasadas- entre denuncias de purgas pueden dejarle como último partido en la Asamblea, cuando en las elecciones de 2016 quedó en segunda posición, por delante de PSdeG y BNG, con 14 escaños. Su 'Galicia en Común', alianza de Podemos con Anova y Esquerda Unida, puede experimentar un serio traspiés. Y la situación personal de Iglesias no será ajeno a ello: antes de que El Confidencial desvelara el caso Dina, las encuestas le llegaron a dar hasta 11 escaños. Las últimas seis encuestas desde el 5 de julio dejan a los comunes clavados entre 2 y 6 escaños. En el País Vasco, Podemos también perdería tres escaños y la tercera posición, superado por el PSOE, cuando llegó a ganar las generales de 2016 en el País Vasco por encima del propio PNV.

5. Arrimadas y la travesía del desierto

Las perspectivas de Inés Arrimadas en este 12-J no son tampoco nada halagüeñas. Es la primera cita electoral de la era post-Rivera. En Galicia, Feijóo les ninguneó, pese a los intentos de Villegas de llegar a un acuerdo con su contraparte gallego en un bar de Benavente. Para el PP gallego, Cs no suma en sus listas. Intentaron que Casado forzara la coalición, como hizo en el País Vasco, pero Génova no estaba dispuesto a enfrentarse con el gallego como sí lo hizo con Alonso. Al final, los naranjas acuden solos. Ninguna de las 24 encuestas ni los sondeos internos de los partidos le dan un solo escaño. Arrimadas, haciendo de la necesidad virtud, como con los pactos en el Congreso con sus exiguos 10 escaños, podría presumir de éxito si los resultados confirman que logra el tercer escaño por Álava y el segundo por Vizcaya. Por debajo de eso, fracaso rotundo.

6. Abascal, ¿profeta en su tierra?

Vox ha protagonizado una campaña llena de incidentes por parte de los violentos que, sobre todo en Euskadi, han intentado boicotear sus mítines con lanzamientos de piedras que acabaron hiriendo a Rocío de Mier en una ceja. Santiago Abascal ha movilizado a los pesos pesados de la formación de extrema derecha para intentar entrar en los parlamentos de Galicia y País Vasco. Y en este último, la encuesta final de EITB por primera vez habla de la posibilidad de que la candidata de Vox logre escaño por Álava a costa del PNV. De ese escaño dependerá que el examen del 12-J sea un éxito o un fracaso para Vox y Abascal, que se juega tener presencia en su tierra. Y dependerá sobre todo de Álava y lo que suceda allí en la noche electoral porque mucho más negro lo tiene Vox en Galicia. Aunque en las pasadas generales estuvo a punto de lograr un escaño por A Coruña disputándoselo al BNG y arrancó la campaña con el objetivo de lograr dos escaños en esa ciudad y otro más por Pontevedra, lo cierto es que la marca Feijóo es demasiado poderosa en las autonómicas: solo una encuesta de las 24 publicadas le concede una remota posibilidad de obtener el escaño coruñés.

Las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco parecen tener poco misterio: Alberto Núñez Feijóo e Íñigo Urkullu van a ganar, por mucho que el covid y los diferentes brotes hayan convertido esta campaña y la propia jornada electoral en las más atípicas de los últimos años. Sin embargo, más allá de los dos ganadores, hay otros factores a tener en cuenta junto a la influencia final de la abstención y el miedo al virus a la hora de votar: ¿la gestión de la pandemia por parte del Gobierno de Pedro Sánchez será un lastre o un plus para sus candidatos en Galicia y Euskadi? ¿España Suma o resta para Casado? ¿Aprobará Arrimadas la primera cita electoral de la era post-Rivera? ¿Volverá Santiago Abascal a comprobar que no es profeta en su tierra...?

Pablo Casado
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