El PP anticipa la cuarta mayoría absoluta de Feijóo y el desplome de Iglesias el 12-J
Si a principios de año había alguna encuesta que le daba 'raspado' el escaño 38, tras la gestión del covid, todos los estudios, públicos e internos, se mueven por encima de los 40 asientos
El cuartel general de Alberto Núñez Feijóo está muy tranquilo. A punto de finalizar la campaña más atípica de las vividas en los últimos años en España, los sondeos internos confirman lo que han venido reflejando las encuestas públicas: el líder del PP gallego va a revalidar su cuarta mayoría absoluta porque ni Ciudadanos ni Vox conseguirán hacer mella en el electorado de centro derecha y no lograrán representación. Los mismos 'trackings' muestran "el batacazo" de las Mareas rotas: la marca de Pablo Iglesias, Galicia en Común, quedaría la última con representación, por detrás de socialistas y BNG. Solo el miedo al virus y un aumento de la abstención podrían alterar en algo lo que se da por cantado: "Pero los sondeos no apuntan en esa dirección", dicen desde el PP.
La gestión del coronavirus, precisamente, habría venido a apuntalar la cuarta mayoría absoluta de Feijóo. Así lo reflejan los sondeos internos y también las encuestas publicadas. Si a principios de año en el PP gallego había algún temor por el escaño 38, que marca la mayoría absoluta —cierto es que solo una encuesta encargada por los socialistas gallegos el 22 de febrero le daba 37 escaños y dos más le garantizaban la mayoría absoluta 'raspada'—, todos los sondeos publicados en julio —nada menos que 10— le garantizan un triunfo con entre 41 y 43 escaños.
Para fuentes de la campaña del presidente de la Xunta, "si se confirman todos estos pronósticos, enseñaremos al votante de centro derecha la forma más eficaz de mantener a la izquierda y al populismo en la oposición: no dividir el voto de la derecha y ser competitivos por el centro". La confianza al cierre de la campaña es total, porque están convencidos de que ni Vox logrará entrar en la Cámara —solo una encuesta de varias docenas le da un escaño por A Coruña— ni Ciudadanos —a quien Feijóo rechazó llevar en candidatura conjunta enfrentándose a Génova— conseguirá representación ni hacer mella en el electorado que vota a Feijóo y que abarca hasta al exalcalde socialista de A Coruña Francisco Vázquez.
"Enseñaremos la forma de mantener a la izquierda y al populismo en la oposición: no dividir el voto de la derecha y ser competitivos por el centro"
El líder gallego, como hizo en 2012 y en 2016, ha protagonizado una campaña personalista, sin las siglas del PP, algo que han terminado copiando muchos líderes autonómicos. Pero una campaña en la que se ha implicado de manera especial el presidente nacional, Pablo Casado. Media docena de días desplazándose a Galicia y compartiendo escenario con Feijóo y con Mariano Rajoy en intervenciones pactadas en varios almuerzos conjuntos para dar una imagen de sintonía y, a la vez, intentar algo imposible: que en la noche del domingo y el lunes por la mañana, Feijóo no vuelva a aparecer en las crónicas como la eterna bala en la recámara a la espera del salto a Madrid. Algo que en la campaña del gallego asumen ya como inevitable, por mucho que desde Santiago y desde Génova se airee que la relación es "muy buena" o que "nunca ha estado mal".
Del "batacazo" de Iglesias...
Los sondeos internos, además de vaticinar la mayoría absoluta de Feijóo, también muestran, en palabras de algunos de sus rivales, "un batacazo de Iglesias". La guerra fratricida en las Mareas amenaza con provocar una debacle en el movimiento que logró en 2016 el segundo lugar, con 14 escaños. En la primera convocatoria de las elecciones —antes de que se decidiera su suspensión por el coronavirus—, En Marea decidió no competir para no perjudicar a las izquierdas, pero finalmente ha decidido presentarse en coalición con Compromiso por Galicia y Partido Galeguista, bajo la marca Marea Galeguista. Ni una sola encuesta le da representación.
Pero la otra marca surgida de la fractura de En Marea, Galicia en Común —formada por Podemos, Anova y Esquerda Unida—, podría quedarse en solo dos representantes o llegar a un máximo de siete. Los últimos 'trackings', coincidiendo además con el caso Dina, lo hacen moverse entre los cuatro y los seis escaños. Y lo que todos los sondeos muestran es que la formación que apoya Pablo Iglesias pasaría de segunda a última fuerza en la Asamblea gallega.
Si por arriba está claro el triunfo de Feijóo y por abajo también es seguro el fiasco de Vox, Cs y la caída de los comunes, la única incógnita por despejarse este 12-J será saber quién ocupará el cargo honorífico de jefe de la oposición: los socialistas de Gonzalo Caballero —sobrino del histórico alcalde de Vigo, Abel— o el BNG de Ana Pontón. En el PP, se observa con lupa ese duelo: "El principal interés en este momento está en saber si el PSOE será segunda fuerza o si, en las primeras elecciones tras el covid, Pedro Sánchez se lleva un varapalo en Galicia", y desde los populares se recuerda que "el PSOE nos ganó aquí las generales de abril".
... a la gestión del covid
Las encuestas, que a principios de año garantizaban a los socialistas entre 20 y 22 escaños y una cómoda segunda posición, han bajado en julio a entre 13 y 19, y el segundo puesto se lo disputan ya claramente los nacionalistas de Pontón, a quienes leas conceden entre 10 y 15 escaños. La gestión del covid llevada a cabo desde el Gobierno central puede acabar penalizando a Caballero.
Pero ninguna encuesta se ha hecho pública después del brote de Lugo —lo impide la ley electoral—, que ha obligado a confinar a 70.000 personas. En el PP no se muestran preocupados: la abstención, dicen, no es especialmente alta en sus sondeos y, además, ha habido un incremento importante en el voto por correo, cuya recepción termina este viernes a las 14:00. Correos ya ha admitido más de 63.000 votos, lo que supone el 81% de los que lo habían solicitado y todo un récord histórico en las autonómicas. ¿El confinamiento de A Mariña puede alterar significativamente lo que suceda el domingo? "Los sondeos no apuntan en esa dirección", insisten en el PP.
El cuartel general de Alberto Núñez Feijóo está muy tranquilo. A punto de finalizar la campaña más atípica de las vividas en los últimos años en España, los sondeos internos confirman lo que han venido reflejando las encuestas públicas: el líder del PP gallego va a revalidar su cuarta mayoría absoluta porque ni Ciudadanos ni Vox conseguirán hacer mella en el electorado de centro derecha y no lograrán representación. Los mismos 'trackings' muestran "el batacazo" de las Mareas rotas: la marca de Pablo Iglesias, Galicia en Común, quedaría la última con representación, por detrás de socialistas y BNG. Solo el miedo al virus y un aumento de la abstención podrían alterar en algo lo que se da por cantado: "Pero los sondeos no apuntan en esa dirección", dicen desde el PP.