España pidió en febrero que Europa rebajase la alarma: "El virus no tendrá alto impacto"
A principios de febrero, el ECDC desoyó la petición del CCAES de modificar la evaluación del impacto del covid-19 sobre los infectados, según revelan 'e-mails' a los que ha accedido El Confidencial
Faltaba todavía un mes para el fin de semana en que la pandemia en España se disparó. El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) estaba próximo a actualizar su evaluación del riesgo que el nuevo coronavirus detectado en China podía presentar para los países de la Unión Europea y Reino Unido. Una semana antes, el 31 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había declarado la emergencia de salud pública internacional por el brote de coronavirus en la provincia china de Hubei.
El 5 de febrero a las 14:38, la oficina de Inteligencia Epidémica del centro remitió un correo electrónico a los contactos de cada Estado miembro —en España, lo gestionan desde el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), que dirige Fernando Simón— para enviarles un borrador con la nueva evaluación del riesgo. En aquel momento, siete países europeos contaban ya con casos importados, aunque todos estaban controlados y se descartaba la transmisión comunitaria de lo que entonces se conocía como 2019-nCoV y más tarde pasaría a llamarse SARS-CoV-2. En ese primer borrador, tanto el riesgo de infección como el impacto sobre las personas infectadas se consideraban bajos.
Ese mismo día, a las 16:07, el CCAES respondió al correo: "Estamos de acuerdo con vosotros en que el riesgo en Europa es actualmente bajo". Además, inquirieron a la oficina acerca de qué áreas se consideraban de transmisión comunitaria más allá de la provincia china de Hubei.
En apenas dos días, la valoración del ECDC sobre el impacto del covid-19 en las personas infectadas varió por completo, tal y como muestran los 'e-mails' internos entre ambas instituciones. Gracias a una solicitud de acceso a documentos, El Confidencial ha obtenido toda la correspondencia mantenida entre este organismo europeo y el departamento dependiente del Ministerio de Sanidad en estos últimos meses. Estos correos desvelan cómo los diferentes países fueron poniendo en común lo que iban descubriendo sobre la creciente pandemia y, en este caso, cómo nuestro país minusvaloró la amenaza que representaba el coronavirus asiático durante los primeros días de presencia del patógeno en Europa.
No estamos considerando en España un impacto alto si tenemos un caso importado
Entre ese miércoles de febrero y el viernes algo sucedió, y en Europa empezaron a valorar con más seriedad la posibilidad de que el impacto de la enfermedad para el individuo infectado fuera realmente mayor. En la evaluación del riesgo publicada el viernes 7 de febrero, el impacto potencial del covid-19 sobre los pacientes ya era clasificado como alto.
Este drástico cambio no pasó inadvertido para el CCAES español, que a las 17:54 de ese viernes remitió un nuevo 'e-mail' al centro europeo: "Hemos visto hoy la evaluación de riesgo publicada en la web del ECDC y estamos un poco sorprendidos, porque la frase enviada en el texto del borrador que decía 'el impacto de la infección para la población de la UE/EEE y Reino Unido se considera bajo' ha desaparecido del documento publicado. En su lugar, la versión publicada incluye el impacto para los individuos infectados y se considera alto".
El remitente del CCAES considera que este último punto es "debatible", pero "podemos aceptarlo siempre y cuando se mantenga la frase que aparecía en el borrador que se envió previamente", una frase que según el representante español coincide con las guías del ECDC. "No estamos considerando en España un impacto alto si tenemos un caso importado", concluía la misiva. Se desconoce si fue el propio Simón o un miembro de su equipo quien remitió estos correos, dado que el Reglamento 2018/1725 ampara la reproducción de datos personales de este tipo.
Una portavoz del Ministerio de Sanidad manifestó a El Confidencial que "tanto el 6 de febrero como el 14 de febrero el ECDC consideraba el riesgo del coronavirus bajo". En efecto, la evaluación del riesgo del 13 de febrero, la versión más antigua que se mantiene en la caché de repositorios de archive.org, señalaba el riesgo de infección en Europa "actualmente bajo". Sin embargo, el impacto de la enfermedad sobre una persona infectada ya aparece considerado como "alto", en consonancia con lo defendido por el ECDC pese a la protesta remitida por el CCAES. Desde Sanidad, no han contestado a las cuestiones específicas sobre la clasificación del impacto del covid-19 sobre las personas infectadas en aquellos días de febrero y las posturas opuestas entre el ECDC y el CCAES.
La visión del centro español coincide plenamente con la que Fernando Simón enviaba a la opinión pública. Aquella semana, España había contado el segundo caso en territorio nacional, un turista en Baleares que se unía al alemán aislado en La Gomera desde el 31 de enero. "No implica más riesgo para nuestro país", explicaba Simón acerca de aquel nuevo caso importado el pasado 9 de febrero.
Desoyeron la recomendación española
"Muchas gracias por vuestros comentarios". El lunes siguiente, 10 de febrero, el ECDC responde educadamente a España. "El texto de la evaluación de riesgo fue cambiado, como señaláis, después de una discusión interna del equipo técnico y del consejo de nuestro científico jefe", el sueco Mike Catchpole. "El texto al que os referís es sobre el impacto de la infección, si es adquirida. Aunque determinamos que la probabilidad de infección para la población de la UE/EEE es muy baja, hemos determinado que el impacto de la infección, si es adquirida, es alto para el individuo infectado y también para la salud pública y los sistemas de salud". Esta mención a "la salud pública y los sistemas de salud" no aparece en la evaluación del riesgo del 13 de febrero, pero sí en un documento más amplio publicado al día siguiente.
Por último, añadían que el impacto podía variar entre los diferentes Estados miembro en función de la preparación, capacidad y recursos sanitarios, como ocurrió posteriormente. El texto finalmente publicado ese 7 de febrero no se encuentra ya disponible en internet (más allá de las versiones almacenadas en repositorios), dado que ha sido actualizado varias veces en los últimos cuatro meses.
Al mismo tiempo que los centros español y europeo intercambiaban correos electrónicos sobre la clasificación del impacto del coronavirus en los pacientes infectados, grandes tecnológicas como LG o Ericsson anunciaban su baja del Mobile World Congress, que se iba a celebrar en Barcelona a partir del 23 de febrero. Finalmente, el jueves 13 de febrero se canceló el MWC.
Estigmatización de los testados
La cancelación del MWC debía de suponer un punto de inflexión para España sobre el impacto potencial del coronavirus en nuestro país, pero los mensajes que Fernando Simón transmitía seguían siendo tranquilizadores. La siguiente semana se celebró en Estocolmo la 60ª reunión del foro consultivo del ECDC. El acta pública de esa reunión recoge siete intervenciones del doctor Simón ante sus homólogos europeos.
En una de ellas, Simón defendía "hacer test solo a aquellos viajeros procedentes de Hubei, con la posibilidad de ampliarse a China continental". Además, era de la opinión de bajar el riesgo de algunos territorios que el ECDC había calificado como "alto" a "moderado". Un borrador del ECDC del 13 de febrero obtenido por El Confidencial situaba China, Singapur, Hong Kong, Malasia, Vietnam y Japón como "territorios con presunta transmisión comunitaria".
Simón era de la opinión de bajar el riesgo de algunos territorios que el ECDC había calificado como "alto" a "moderado"
En este sentido, el director del CCAES consideró que "es irrelevante si hay transmisión comunitaria, el factor tiempo y la incidencia es mucho más importante". Sobre España, Simón señaló que más de 600 test se habían realizado hasta esa fecha, "pero no es una cuestión solo del número de test. Cada persona debe ser aislada, el personal sanitario tiene miedo de infectarse y aquellos a los que se les ha realizado un test están siendo estigmatizados". No obstante, el inicio del acta recoge que España había testado a 60 personas, dos de las cuales dieron positivo.
El 22 de febrero, fecha clave
El foro consultivo del ECDC concluyó con el compromiso de los Estados miembro de celebrar reuniones extraordinarias en función de la evolución de la pandemia del coronavirus. El primero de estos encuentros no se hizo esperar. Tres días después de este foro, un representante del ECDC —presumiblemente, el científico jefe Mike Catchpole— envió un 'e-mail' a los centros nacionales para celebrar un encuentro urgente por la situación de Italia.
"Estos brotes plantean preocupaciones sobre la posibilidad de que similares eventos de transmisión puedan ocurrir en cualquier lugar de la UE y el impacto de estas transmisiones, además de resaltar la necesidad de garantizar que la preparación adecuada existe en los servicios sanitarios de la UE/EEE", expresó el miembro del ECDC.
Aquel sábado, se registraron 33 casos confirmados en Lombardía y otros nueve en el resto de Italia. Además, "259 contactos de los primeros casos (15%) dieron positivo". "Aunque hay un historial de contacto con alguien de China en el caso índice, no está claro que esto pueda explicar el contagio por el periodo temporal", añadió.
El 22 de febrero, un día antes de la fecha de inauguración prevista para el MWC, el ECDC dio la primera alarma seria sobre la propagación del coronavirus en Europa.
Faltaba todavía un mes para el fin de semana en que la pandemia en España se disparó. El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) estaba próximo a actualizar su evaluación del riesgo que el nuevo coronavirus detectado en China podía presentar para los países de la Unión Europea y Reino Unido. Una semana antes, el 31 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había declarado la emergencia de salud pública internacional por el brote de coronavirus en la provincia china de Hubei.
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