La falta de criterio común para la vuelta del turismo divide a las comunidades

El próximo lunes, 15 de junio, Baleares estrenará su "corredor turístico seguro". Se espera la llegada de 10.900 turistas alemanes este mes, que pasarán al menos cinco noches en las islas en el marco de las pruebas piloto diseñadas por el Govern para reactivar el sector turístico tras la crisis sanitaria del coronavirus. Este pistoletazo de salida llega antes de que España al completo cruce el deseado umbral de la 'nueva normalidad', y antes también de que el país abra definitivamente las fronteras el próximo 1 de julio, sin que se exija entonces a los visitantes realizar cuarentena, aunque garantizando la "monitorización" de visitantes extranjeros.

Con este plan, Sanidad quiere "comprobar el funcionamiento del modelo de levantamiento de los controles temporales de las fronteras interiores y la recuperación de la libertad de la circulación", pero la falta de test y el temor al posible impacto en la evolución de la pandemia han causado recelos en otras regiones españolas.

El presidente canario, Ángel Víctor Torres, ha reclamado esta semana que todos los turistas se sometan a pruebas de coronavirus antes de montarse en un avión para certificar que no están infectados y que no importarán la enfermedad. "Un test serológico que cuesta 20 euros debería hacerse antes de subirse a un avión a pasar unas vacaciones, si no se consigue que se hagan en el origen, los haremos en el destino", aseguró el dirigente socialista en la Cadena SER.

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Berta Tena

Los visitantes que utilicen el "corredor aéreo seguro" balear podrán moverse por el archipiélago, que se encuentra ya en fase 3 del proceso de desescalada, pero, al igual que el resto de la población local, no podrán desplazarse por el territorio nacional hasta el fin del estado de alarma, el próximo 21 de junio. Desde el ministerio que dirige Salvador Illa aseguran que la "monitorización" de estos turistas garantizará la identificación y el aislamiento de posibles nuevos casos de covid-19.

Pero el Gobierno de las Islas Canarias, una de las regiones más visitadas, mantiene su intención de someter a pruebas a aquellos que quieran pisar la zona. Y a las reticencias de Torres a abrir los corredores turísticos sin más precaución se suma también Cataluña, otra de las comunidades en las que la reducción de visitantes extranjeros tiene gran impacto económico, ya que aportan el 85% del gasto turístico de la región. Desde la Generalitat, que presentará el lunes su plan de reactivación del sector, abogan porque sea la propia Unión Europea la que marque unos criterios homogéneos –y no solo recomendaciones– para todo el continente.

Cataluña aboga porque sea la propia UE la que marque unos criterios homogéneos en todo el continente sobre la apertura al turismo

La vuelta definitiva de España al mercado turístico se producirá en apenas 15 días. El 1 de julio se abrirán las fronteras exteriores, aunque la UE ha recomendado ya a los Estados miembro hacerlo antes y permitir la movilidad entre socios a partir del próximo lunes. El Gobierno de Pedro Sánchez prefiere esperar y Salvador Illa ha indicado que trabajan con el resto de países para lograr "una posición común" sobre los controles que vayan a ser necesarios. Un paso en este sentido son las conversaciones con Portugal, con quien España afianza los flujos de visitantes.

Así, según se ha adelantado este sábado el semanario 'Expresso', el rey Felipe VI y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, reabrirán la frontera hispano-lusa el primer día de julio en un acto institucional. Además de los jefes del Estado, el evento contará con la presencia de los líderes de ambos ejecutivos: Pedro Sánchez y su homólogo, el socialista António Costa.

Esta fecha –el 1 de julio– es la elegida también por Francia para reabrir sus fronteras exteriores al espacio Schengen, siguiendo la recomendación de la Comisión Europea, aunque lo hará de forma progresiva y diferenciada según la situación sanitaria del país de origen, indicó el Gobierno galo. Pero para las fronteras interiores y a diferencia de España, el ejecutivo francés sí sigue el criterio de la Unión y mantiene el 15 de junio, a las 00:00 horas, como inicio de la reapertura. Y dada su "evolución sanitaria favorable", el país vecino levantará todas las restricciones de circulación dentro de las fronteras interiores de Europa: terrestres, aéreas y marítimas.

Francia abrirá sus fronteras al espacio Schengen el 15 de junio a las 00:00, como pedía la UE. España espera hasta el día 1 de julio

Desde entonces, "las personas procedentes de países del espacio europeo –Estados miembros de la UE así como Andorra, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino, Suiza y Vaticano– podrán entrar en el territorio francés sin las restricciones propias, hasta ahora, de la lucha contra el covid-19, como sucedía antes del 18 de marzo de 2020", indicaron. La restricción sí se mantiene, como ya se había anunciado, con España –hasta el 21 de junio– y con el Reino Unido, por reciprocidad. Hasta ese día, los españoles que pisen territorio francés deberán someterse a una cuarentena.

Y, de nuevo a diferencia del país galo, España mantiene su negativa a la entrada de cruceros a sus puertos, según recoge este sábado el Boletín Oficial del Estado (BOE). No obstante, el Ministerio de Sanidad podrá levantar las restricciones, de forma excepcional, para la llegada de este tipo de buques, que deberán ser autorizadas previamente por el Ministerio de Sanidad.

En todo caso, desde el Ejecutivo insisten en que "se adoptarán todas las medidas necesarias de control sanitario" para evitar que estos desembarcos supongan un riesgo "para la población del país". Igualmente, el BOE modifica hoy la Orden TMA/419/2020 y permite la entrada en un puerto español de buques o embarcaciones de recreo extranjeras, aunque no tuvieran su puerto de estancia en España.

Por lo que se refiere a Ceuta, la orden permite los vuelos de helicóptero entre cualquier aeropuerto o helipuerto situado en el territorio nacional y la ciudad autónoma.

Además, y a pesar de que se mantiene la prohibición de desembarcar pasajeros procedentes de la Península en los buques de pasaje que presten servicio de línea regular con la ciudad autónoma, se establecen nuevas excepciones para sus residentes, siempre que tengan permitida la circulación, y para ciertos colectivos –conductores de las cabezas tractoras de la mercancía rodada, pacientes ceutíes desplazados o trabajadores de mantenimiento de infraestructuras que acudan a trabajar– con una autorización específica de la Delegación del Gobierno.