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Cero muertos. Cómo la mayor residencia asturiana derrotó al covid
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Cero muertos. Cómo la mayor residencia asturiana derrotó al covid

La Residencia Mixta de Gijón, con más de 300 residentes y de titularidad pública, reaccionó rápido a la llegada del covid-19. Su directora analiza las claves del blindaje

Foto: La Residencia Mixta de Gijón.
La Residencia Mixta de Gijón.

Hay cifras que duelen mucho: 19.400 muertos en residencias por coronavirus (o síntomas compatibles) en España (6.000 de ellos en Madrid). La sensación general es de impotencia, como si un tsunami hubiera arrasado con todo antes de que pudiéramos reaccionar o entender qué estaba pasando.

Pero también hay cifras que plantean un escenario alternativo e iluminan la salida del laberinto: cero muertos en el mayor geriátrico de Asturias, la Residencia Mixta de Gijón, con más de 300 plazas y de titularidad pública.

Besos y abrazos que devuelven la vida a las residencias

Pese a que Asturias era zona de máximo riesgo por el envejecimiento de su población, ha pasado el pico del coronavirus como referencia autonómica. A principios de mayo, era la comunidad que más test PCR había hecho por cada 1.000 habitantes. También tiene el mayor gasto en sanidad de España en referencia a su presupuesto: el 39,30%.

Victoria García, directora de la Mixta de Gijón, analiza en esta entrevista las claves del blindaje de la residencia contra el covid-19.

PREGUNTA. ¿Cuáles fueron las medidas clave para blindar la residencia contra el coronavirus los primeros días?

RESPUESTA. Las primeras medidas preventivas se tomaron ya en febrero, cuando se instalaron los primeros puntos de higiene y asepsia en el centro y la cartelería informativa, siempre siguiendo las indicaciones que recibimos desde el ERA [Establecimientos Residenciales para Ancianos, dependiente de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales]. También suprimimos las zonas comunes.

Las primeras medidas preventivas se tomaron ya en febrero

En marzo, se cerraron las visitas (concretamente, el día 12) así como los nuevos ingresos. Elaboramos el primer plan de contingencia la primera semana de marzo contemplando, entre otras cosas, la sectorización del centro, habilitando una zona para casos sospechosos y otra para casos positivos en una misma planta, aislada del resto del edificio, con entrada y salida solo para esa zona y personal exclusivo. También se sectorizó la atención, es decir, se minimizaron los contactos entre profesionales y residentes, y se hicieron planteamientos organizativos más seguros manteniendo el personal mínimo esencial para evitar ser vectores de transmisión del virus.

P. ¿Y más tarde?

R. Dicho plan está en constante revisión y actualización, pues nos tenemos que adaptar al marco normativo concreto derivado del estado de alarma. Además, como en el resto de residencias de la red pública asturiana, los servicios no esenciales se anularon, para evitar riesgos. Hemos aplicado con absoluto rigor todos los protocolos sociosanitarios y el personal ha trabajado y sigue haciéndolo con una dedicación y profesionalidad absolutas. Las personas que residen aquí han demostrado que tienen una capacidad de adaptación tremenda, han sido un ejemplo para nosotros, al igual que las familias, a las que agradecemos su comportamiento impecable durante estos meses y la confianza depositada en nosotros.

Foto: Miembros de la UME desinfectan el área que rodea al Hospital Universitario Central de Asturias en Oviedo. (EFE)

P. ¿Cuál es la situación de la Residencia Mixta ahora mismo respecto al covid-19? Tuvisteis un par de positivos hace días, pero los test posteriores (PCR) a los residentes dieron negativo, ¿verdad?

R. Efectivamente, un residente dio positivo la semana pasada, pero ya ha dado negativo en PCR y está de vuelta en su hogar, que es la residencia. Ahora, esperamos que la única profesional contagiada se recupere. Se encuentra en su casa en aislamiento. Aunque no queremos pecar de optimistas, y desde la absoluta prudencia, lo cierto es que en estos casi tres meses solo hemos tenido estos dos casos, además, cuando ya pasó lo peor de la pandemia, y efectivamente, el resto de personas han dado negativo en la prueba [650 test PCR realizadas entre residentes y trabajadores]. Son datos que nos dan un impulso para seguir trabajando de la misma forma, con absoluta prudencia, con profesionalidad y compromiso.

P. ¿Qué ambiente había los primeros días de confinamiento dentro de la residencia? ¿Cómo ha vivido usted estos tres meses?

R. Hemos realizado entre todos un gran trabajo no exento de esfuerzo y también de dudas y miedo. Han sido meses duros, sí, pero también de continuo aprendizaje, en los que hemos sacado lo mejor de nosotros mismos, siempre con una máxima: ofrecer el mejor cuidado y atención a todas las personas que viven en la residencia. No podemos negar que hemos trabajado siempre con el temor a tener contagios, y siendo conscientes de que nuestro trabajo es muy delicado, porque cuidamos de personas que son colectivos ya vulnerables.

Lo que importa son las personas, vivan donde vivan

P. Ha habido 19.400 muertos por coronavirus (o síntomas compatibles) en residencias de mayores en España. ¿Qué falló?

R. Esa es una pregunta que no me compete analizar a mí, soy la directora de la Residencia Mixta de Gijón y mi análisis se centra en nuestro trabajo. Eso sí, creo que Asturias es una comunidad que ha defendido a capa y espada las residencias y a las personas mayores siempre, y durante esta crisis ha quedado patente. Y además se ha hecho sin hacer distinciones entre el sistema público o privado, lo cual demuestra que lo que importa son las personas, vivan donde vivan. De hecho, a día de ayer [el pasado jueves], con un total de 240 residencias en toda en la comunidad (tanto de la red pública como de la privada), solo había casos de residentes activos en tres.

P. ¿Qué se puede hacer para que no vuelva a pasar esto en las residencias?

R. Cuando nos enfrentamos a una pandemia sobrevenida, toca arrimar el hombro, estar a la altura y sacar lo mejor de uno mismo, cumpliendo con cada protocolo y cada indicación de la autoridad competente. No podemos ni arriesgar ni bajar la guardia, tanto a nivel colectivo como individual. Ser prudentes e impecables, eso es lo que hemos hecho durante este tiempo. Esta es una crisis en la que hemos aprendido mucho. Hemos sido capaces de poner a prueba la capacidad de la coordinación sociosanitaria y nos hemos familiarizado con sistemas de trabajo que antes nos resultaban desconocidos, porque jamás habían hecho falta, como el uso de los equipos de protección individual. Ahora estamos mucho más preparados para enfrentarnos a un virus desconocido.

Hay cifras que duelen mucho: 19.400 muertos en residencias por coronavirus (o síntomas compatibles) en España (6.000 de ellos en Madrid). La sensación general es de impotencia, como si un tsunami hubiera arrasado con todo antes de que pudiéramos reaccionar o entender qué estaba pasando.

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