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Del 'pacto de las empanadillas' a la división por mitosis: el carmenismo deja Más Madrid
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Del 'pacto de las empanadillas' a la división por mitosis: el carmenismo deja Más Madrid

La brecha entre sectores viene agrandándose desde el día después de las elecciones, y ahora se manifiesta en forma de abandono del proyecto por parte de los más cercanos a la exalcaldesa

Foto: El líder de Más País, Iñigo Errejón (i), junto a la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena (d), durante el mitin de cierre de la campaña electoral para los comicios del 10 de noviembre. (EFE)
El líder de Más País, Iñigo Errejón (i), junto a la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena (d), durante el mitin de cierre de la campaña electoral para los comicios del 10 de noviembre. (EFE)

La división por mitosis sigue siendo la seña de identidad de la izquierda española. Cuando la escisión de Podemos, Más Madrid, arranca su proceso de fundación para dotarse de una estructura orgánica en la región, como punto de partida para extender el proyecto a otros territorios, el sector que se referenciaba en la exalcaldesa Manuela Carmena ha decidido dar un paso atrás.

La coportavoz del grupo municipal y mano derecha de la exalcaldesa, Marta Higueras, ha mostrado su rechazo a formar parte de este proyecto político, al igual que quien fuera edil de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. Las caras visibles de un sector que también conforman otros ediles como Luis Cueto, el que fuera coordinador general de la alcaldía, que con todo han anunciado que mantendrán su acta como concejales independientes en el consistorio madrileño. El 'pacto de las empanadillas' que dio nombre al acuerdo entre Íñigo Errejón y Manuela Carmena para presentarse al margen de Podemos a las pasadas elecciones municipales y autonómicas se atraganta oficialmente solo 16 meses después de configurarse, generando una escisión de la escisión que deja este proyecto político sin la seña de identidad del carmenismo, en el que siempre quiso referenciarse "intelectual y políticamente". Ideologías líquidas.

Carmena ya había mostrado meses antes su intención de superar las siglas de Ahora Madrid, la candidatura municipalista liderada por Podemos, y cuando encallaron definitivamente sus conversaciones con Podemos, le abrió la puerta a Íñigo Errejón. De hecho, la marca del nuevo partido ya había sido registrada el 15 de noviembre de 2018 en la Oficina Española de Patentes y Marcas. La cena en casa de la alcaldesa entre su equipo y Errejón, donde cerraron el acuerdo de concurrir juntos a las elecciones al margen de Podemos e IU, se produjo el 22 de diciembre.

Foto: Manuela Carmena durante la noche electoral de las pasadas elecciones celebrando los resultados. (Reuters)

No fue hasta un mes después cuando se anunció públicamente. "Esta mañana, me ha llamado Íñigo Errejón para informarme de que inicia un nuevo proyecto político personal junto a Manuela Carmena, con una nueva marca electoral. Pocos minutos después de la llamada, la carta de Manuela y de Íñigo estaba en todos los medios de comunicación y en las redes sociales", respondía unas pocas horas después Pablo Iglesias. Se consumaba la ruptura con una sensación de traición que no se escondió, ante lo que se calificó como un "movimiento secreto". Si Carmena había iniciado un ciclo en el denominado espacio del cambio, lo volvía a cerrar, ahora de la mano de Errejón, coincidiendo con el quinto aniversario de la formación morada. "Hacer las cosas en secreto, por sorpresa y sin contar con los espacios colectivos me parece incompatible con formar parte de Podemos y sus espacios colectivos", asumía entonces el líder de Podemos, entendiendo que "por la vía de los hechos consumados, haya compañeros que abandonen nuestra formación".

El denominado 'pacto de las empanadillas' se realizó así a iniciativa de Carmena y de su equipo, quienes invitaron a asistir al cónclave a Errejón para explorar la posibilidad de elaborar "un programa común". Hubo acuerdo, pero los posteriores resultados electorales, con la pérdida del Ayuntamiento de Madrid y la incapacidad para sumar un bloque alternativo a PP, Ciudadanos y Vox en la Asamblea de Madrid, hicieron asomar las primeras fisuras. El objetivo inicial de superar las siglas de Podemos y hegemonizar el espacio a la izquierda del PSOE se alejaba, disipándose por completo tras la apuesta de concurrir a las generales del pasado mes de noviembre.

Foto: Ilustración: Raúl Arias.

La alcaldesa ya comenzó a desvincularse de esta iniciativa tras abandonar la política institucional, aunque participó en el cierre de campaña de las generales, comicios a los que Higueras acudía como número dos de Errejón. Representó la cuota del sector carmenista en la lista, una elección que motivó la bendición de Luis Cueto a la candidatura: "Íñigo Errejón es el depositario del prestigio de Manuela Carmena, que ya ha hecho público su apoyo, como fue ya evidente en la candidatura 'conjunta' para locales y autonómicas". Higueras y Errejón fueron los dos únicos que consiguieron representación. Luego se forzaría la renuncia del acta de Higueras para que pudiese correr la lista y dar entrada en el Congreso a la representante de Equo, Inés Sabanés, socios externos del proyecto. No sin nuevos desencuentros.

Carmena hizo pública su desvinculación del proyecto un mes después del fracaso electoral, remarcando que no tenía "ninguna relación" con este partido ni tampoco "especialmente" con su líder. "No estoy afiliada a nada", avanzaba ya en la presentación de su libro 'A los que vienen' (editorial Aguilar) el pasado mes de diciembre, para negarse a valorar los resultados electorales. Sin embargo, en aquel momento todavía dejaba en el aire si desempeñaría algún papel orgánico en la formación.

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Las primeras diferencias surgieron ya nada más conformarse el grupo municipal, cuando errejonistas y carmenistas se enfrentaron por la portavocía. Higueras y otros miembros del núcleo duro de Carmena dieron un paso al frente manifestando su voluntad de seguir liderando este proyecto y desde el errejonismo se plantearon alternativas para pilotar conjuntamente el grupo municipal, abriéndose a portavocías corales que no excluyesen a ningún sector. Una propuesta que Higueras rechazó en un principio haciendo valer tanto su posición como número dos en la lista como el aura de sucesora de Carmena que la regidora le otorgó, aun a costa de tener que romper con Podemos para ello.

"Quienes piensen que voy a renunciar a liderar el legado de Manuela Carmena es que no me conocen", advirtió entonces. Finalmente, se optó por una suerte de bicefalia, con Rita Maestre como "portavoz externa" y Marta Higueras como "portavoz orgánica". Sin embargo, la brecha entre sectores se agrandó y ahora se ha manifestado en forma de abandono del proyecto por parte de los más cercanos a la exalcaldesa.

La división por mitosis sigue siendo la seña de identidad de la izquierda española. Cuando la escisión de Podemos, Más Madrid, arranca su proceso de fundación para dotarse de una estructura orgánica en la región, como punto de partida para extender el proyecto a otros territorios, el sector que se referenciaba en la exalcaldesa Manuela Carmena ha decidido dar un paso atrás.

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