Sol, baños y respeto a las normas: así se han abierto las playas en la Fase 2

El 47% de la población ha entrado este lunes en la Fase 2 de la desescalada tras la pandemia del coronavirus y, con ello, han dado un paso al frente en la recuperación de libertades hasta ahora vetadas con el objetivo de frenar los contagios. Se trata de un importante avance de libertades para los ciudadanos donde, en esta fechas de altas temperaturas, posiblemente la mayor importancia radique en la apertura de playas donde, de momento, se están cumpliendo con las normas de convivencia.

La apertura de estos espacios comunes conlleva el cumplimiento de una serie de normas básicas, con las que mantener cierta distancia social y evitar nuevos repuntes de contagios, que supondían un paso atrás en la desescalada. Pero, ¿cómo conseguirlo? Evidentemente, la pelota está en el tejado de la población, que es la que debe de cumplir con las normas, pero sabemos que es algo que no siempre se produce, por lo que los ayuntamientos tienen la última palabra.

TE PUEDE INTERESAR

¿Cuándo puedo ir al cine o al teatro? Fases de la desescalada en la cultura y el ocio

El Confidencial

Desde este lunes, todas las provincias costeras que han entrado en Fase 2 pueden abrir las playas al público, aunque lo hacen siguiendo una serie de normas básicas. La más importante a tener en cuenta es que tiene que haber una distancia mínima entre bañistas de dos metros, pero no solo entre las personas, sino también de sus objetos personales. Esta limitación se debe de cumplir siempre, salvo en el caso de que los bañistas convivan en el mismo domicilio.

Pero más allá de esta norma obligatoria y común a todas las playas españolas, hay que estar atento a las diferentes regulaciones que cada ayuntamiento establezca, que pueden ir desde un límite horario, de aforo, de acceso al párking o, incluso, de tiempo de permanencia en la playa. Desde el Ejecutivo, solo se exige que el acceso a la playa sea totalmente gratuito y que se proceda a la desinfecciones de elementos de uso común, como tumbonas o instalaciones compartidas.

Por ejemplo, Andalucía ha anunciado la contratación de 3.000 personas como 'auxiliares de playa', con el objetivo de garantizar la seguridad de los bañistas, con tareas de vigilancia, control de acceso y aforo de playas, estando en continuo contacto con la Policía Local. En el otro lado de la moneda, los consistorios gallegos, que piden responsabilidad a la población ante su incapacidad de poder controlar tantos kilómetros de playas. Pero cada lugar lo gestionará a su manera.

En Santander, los usuarios de las playas las han utilizado con mesura, donde tomar el sol, pasear o, incluso, hacer deporte, se han convertido en las principales labores que se han desempeñado en la arena, aunque algunos valientes también se atrevieron a darse su primer baño. Todo lo contrario que en Almería, donde han aprovechado la oportunidad que ofrecía el clima en las primeras horas de este lunes para disfrutar del agua, aunque manteniendo la distancia de seguridad.

Lo mismo ha ocurrido en las islas, tanto Canarias como Baleares, donde las playas han tenido buena afluencia y los baños han sido la norma. Curioso es el caso de Cádiz, donde sí han abierto algunas playas, mientras que otras se han decidido no abrir al público, al menos de momento. Y, en Valencia, las playas están abiertas para hacer deporte o pasear por ellas dentro de los horarios autorizados, pero está expresamente prohibido el baño.

Igual que ocurre en Barcelona, que ha anunciado que sus playas abrirán entre las 20 y las 23 horas para la practica deportiva individual y el paseo. De momento, la población está mostrando su cara más responsable y está cumpliendo con las nuevas normas básicas de convivencia para poder disfrutar de las playas. Sin duda, un importante paso para que la desescalada continúe por buenos derroteros y podamos regresar a una vida casi normal lo antes posible.