El ministerio de Cultura y la UME organizan un ejercicio para desinfectar el patrimonio

El MInisterio de Cultura y Deporte y la Unidad Militar de Emergencias (UME) realizarán este próximo lunes 25 de mayo un ejercicio conjunto para mostrar los procedimientos y la metodología que deberá aplicarse de cara a la desinfección y protección de ámbitos patrimoniales. Concretamente, esta demostración se llevará a cabo en el Palacio de Bibliotecas y Museos, edificio que comparten el Museo Arqueológico Nacional y la Biblioteca Nacional.

Este anuncio ha sido difundido un día después de que se conociera la decisión de la Dirección General de Bellas Artes de prolongar hasta el próximo 7 de junio el cierre de los museos y archivos estatales. En un principio, dichos espacios tenían la posibilidad de abrir sus puertas con una reducción del aforo de un 30% a partir del lunes 25 de mayo, es decir, cuando todo el territorio español abandonara la fase 0.

Sin embargo, el Ministerio ha decidido posponer la fecha de apertura hasta el día 7, sin descartar cambios. Según fuentes de Cultura, "esta resolución no excluye que pueda ser prorrogada esa fecha o que se pueda dictar una nueva que determine la apertura antes del día 7".

Los efectivos de la UME y los restauradores procederán a la desinfección con agua destilada y etanol al 70%

De ahí que los efectivos de la UME y seis restauradores del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) se apresuren a realizar una limpieza previa y desinfección en el edificio antes de dicha reapertura con recortes de aforo. Los trabajos se centrarán en el perímetro del exterior del edificio, en el arranque del zócalo de la valla de cerramiento y las rejas de ambas entradas. Dicha limpieza se efectuará con una mezcla de agua y jabón neutro (Polisorbato 20) al 0,5%, y se aplicará a través de una autobomba provista de una lanza de presión regulable.

A continuación, según señalan fuentes del Ministerio en un comunicado, se procederá a la desinfección con mochilas de nebulización sobre una franja del arranque del zócalo de granito de la valla perimetral, además de las rejas metálicas de ambas puertas. En este caso se aplicará una disolución de agua destilada y etanol al 70%, colocándose carteles de alerta para evitar el contacto con esas superficies.

Por último, en los ámbitos de acceso a ambas instituciones, se balizarán las zonas e itinerarios limitados a la circulación y se señalizarán con carteles todos aquellos elementos singulares con valor patrimonial que pudieran ser accesibles, como esculturas, bancos o farolas.