Calvo se trasladó antes de que sufriera el covid-19 a un piso del Estado por "seguridad"

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, se mudó a una vivienda del Estado "un tiempo antes" de que contrajera el covid-19, y allí continúa residiendo después de haber superado la enfermedad. La número dos del Ejecutivo salió del domicilio de su propiedad en el corazón de Madrid por "razones de seguridad", porque la Policía consideraba que era pertinente su traslado a una residencia de la Administración.

La noticia de que Calvo se confinó en un edificio oficial durante su cuarentena salió publicada en 'La Otra Crónica' el pasado 18 de abril. El suplemento de corazón de 'El Mundo' indicaba que la dirigente socialista, el 26 de marzo, cuando fue dada de alta en la clínica Ruber, se dirigió hacia un inmueble situado en la plaza de España de la capital, donde se ubican los servicios centrales, en la Comunidad de Madrid, de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Allí, en la séptima planta, el Estado cuenta con un piso en el que anteriormente vivieron otros miembros del Ejecutivo. Entre otros, los exministros socialistas María Antonia Trujillo, Mariano Fernández Bermejo o Carmen Montón o los del PP Julia García Valdecasas, Javier Arenas o el mismo expresidente Mariano Rajoy, en su etapa de responsable de Administraciones Públicas. También se alojaron allí otros ex altos cargos. El Estado posee multitud de bienes inmuebles (32.734), cuyo tipo, superficie y ubicación puede consultarse en el Portal de la Transparencia.

En realidad, la vicepresidenta primera ya vivía en la citada casa oficial desde "un tiempo antes" de que tuviera que aislarse hasta superar el covid-19, que la mantuvo fuera de combate bastante tiempo, ya que se le complicó con una neumonía. Así lo apuntan en el entorno de Calvo y ratifican fuentes de la Moncloa consultadas por este diario. La número dos del Gobierno cambió de vivienda después de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, a principios de año. Y lo hizo, insisten en Vicepresidencia, "por razones de seguridad".

Calvo posee una casa en el centro de Madrid, pero se le aconsejó la mudanza a una vivienda que antes utilizaron otros ministros, del PSOE y del PP

La también secretaria de Igualdad del PSOE posee un piso en el centro de Madrid que compró en 2014, como consta en su declaración de bienes publicada en el Congreso. Allí se quedaba antes de la moción de censura los días que se desplazaba desde Córdoba —de donde procede y donde tiene su plaza de profesora titular de Derecho Constitucional—, y allí residió una vez que Sánchez la nombró vicepresidenta del Gobierno en su primera legislatura en el poder. Como indican fuentes de la Moncloa, el Departamento de Seguridad estimaba que era mejor que se trasladase a una de los pisos propiedad del Estado porque, en un domicilio particular, "es complejo mantener un nivel óptimo de seguridad". Pero Calvo se resistía porque, aunque vive sola, quería estar cerca de su hija y de sus nietos.

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No a las comparaciones con Ayuso

Al final, la vicepresidenta se convenció y se mudó al inmueble situado en la plaza de España de Madrid, que permite una mayor y mejor vigilancia. En esa casa pasó su cuarentena. Pero no salió de allí tras superar la enfermedad. Actualmente, confirman en su equipo, reside en ese domicilio oficial y no hay previsión de más cambios, por consejo del Departamento de Seguridad de la Moncloa, que vela por la protección de los miembros del Gobierno. Dicho de otra manera, Calvo no se confinó en esa vivienda pública para pasar la cuarentena: vivía allí antes de resultar contagiada por el coronavirus y continúa viviendo en ella.

En el Gobierno recuerdan que la estancia de la número dos "no tiene coste para el Estado" y es análoga a los apartamentos de los ministerios

En Vicepresidencia, insisten en que la estancia de la número dos en el domicilio oficial "no tiene coste para el Estado", y es asimilable a los apartamentos de que disponen los ministerios para que sus titulares puedan pernoctar en cualquier momento, aunque muchos no se utilizan. También el Congreso y el Senado disponen de casas de su propiedad para sus presidentes. Y en la Moncloa reside, obviamente, el presidente del Gobierno.

Desde el Ejecutivo de coalición rechazan cualquier comparación con el caso de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña cerró el traslado, antes de que se confirmara su positivo, a un apartotel propiedad de la cadena hotelera Room Mate, de la que es dueño Kike Sarasola. El empresario ha señalado que el coste mensual del alojamiento de la dirigente regional, que ocupa dos viviendas, asciende a 2.400 euros, ya que por una larga estancia el precio por noche se reduce de 200 a 80 euros. Sarasola también ha indicado que la presidenta abonará "personalmente" el inmueble una vez deje el hotel, como se hace de forma habitual.

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Sin embargo, en el Portal de Contratación de la Contratación de la Comunidad de Madrid figuró un contrato de la Consejería de Políticas Sociales a Room Mate por importe de 565.749,58 euros, IVA incluido. Después, el Gobierno regional advirtió de que esa adjudicación era un "error", porque el verdadero contratista es la Coordinadora del Tercer Sector. Así, en la web se cambió tanto el nombre del adjudicatario como el importe, que se redujo a 240.443,57 euros. Sarasola ha subrayado que "jamás" ha recibido "ni un solo euro" de la Comunidad de Madrid ni ha firmado "contratos" para ceder sus hoteles para ayudar al combate del covid-19. La oposición madrileña pide más explicaciones. El caso llegó este miércoles hasta el Congreso: el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, advirtió de que si el apartotel "lo está pagando un empresario, tenemos de nuevo un caso de corrupción".