El coronavirus se ceba con la cárcel vip de España: Estremera se blinda 'sine die'

El módulo de la cárcel en la que está encerrado el comisario jubilado de la Policía Nacional José Villarejo seguirá completamente aislado durante los próximos días. Así lo acordó el pasado martes el director de la prisión, que prolongó —de momento sin fecha de finalización— el cierre a cal y canto de la instalación con el fin de evitar que se propaguen los contagios por coronavirus. Se trata del módulo 4 del centro penitenciario de Estremera, la cárcel más castigada por la enfermedad, donde cumplen condena 'ilustres' residentes como Francisco Granados.

Según datos del Ministerio del Interior, las autoridades sanitarias han detectado una veintena de casos positivos en esta dependencia, también denominada Madrid VII. La mayoría de ellos se encuentran recluidos en el módulo de enfermería, uno de los cuatro que se encuentran cerrados. En concreto, 14 de estos contagiados están aislados en esta zona de la prisión tradicionalmente dedicada a albergar a presos afectados por alguna dolencia y seis más han sido hospitalizados tras agravarse su estado de salud. De estos últimos, uno se encuentra en la unidad de cuidados intensivos, dos en planta y tres más ya han sido dados de alta y han vuelto a sus respectivas celdas.

La multitud de casos detectados ha obligado a aislar cuatro de los 15 módulos del centro penitenciario de Estremera. Se trata de una "medida preventiva", como la califican desde Instituciones Penitenciarias, que trata de evitar la propagación del coronavirus. En estos cuatro módulos se encuentran los reclusos que presentan algunos síntomas compatibles con la enfermedad, que han tenido contacto con contagiados o que son sospechosos de haberse podido infectar por algún otro motivo. "Están en cuarentena preventiva", explican las mismas fuentes, que cifran en 450 los presos que se encuentran en cuarentena en este momento en todos los centros penitenciarios de España.

El módulo de Villarejo, uno de los cuatro mencionados, por ejemplo, fue aislado más férreamente después de que las autoridades penitenciarias detectaran dos casos positivos. La medida ha provocado que el cerca de centenar de reclusos que residen en esta instalación no puedan ni salir de sus celdas. El aislamiento es total desde hace semanas y ha vuelto a ser renovado, ahora 'sine die', con el fin de evitar completamente el contacto entre reclusos e incluso entre estos y los funcionarios de prisiones. No hay que olvidar que, según datos proporcionados también por el Ministerio del Interior a El Confidencial, en Estremera ha habido cuatro trabajadores que han dado positivo. Otros 650 empleados, además, apuntan las mismas fuentes, se encuentran en cuarentena o en observación médica.

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EFE

Cada módulo es como una pequeña cárcel, que cuenta con comedor, sala de televisión, gimnasio pequeño y otro tipo de instalaciones. En el módulo de Villarejo, ni siquiera pueden acceder a estos servicios. Todos los internos se mantienen día y noche recluidos. En los otros tres que también están aislados pero no de modo tan férreo, los reos pueden moverse, aunque también con limitaciones. En el comedor comen por turnos, en el resto de zonas mantienen la distancia de seguridad recomendada por los protocolos sanitarios y tienen 'órdenes' de cumplir con las medidas de higiene aconsejadas. No pueden acceder, sin embargo, a las zonas que la instalación considera comunes con el resto de módulos, como el polideportivo o la escuela taller, que ahora mismo están reservadas para los módulos no 'castigados' con este confinamiento extremo.

Los traslados entre cárceles están prohibidos desde que se declaró el estado de alarma, salvo excepciones ordenadas por las autoridades sanitarias —con el fin de que los reclusos afectados sean trasladados a hospitales habilitados— o judiciales. Algunas prisiones han habilitado zonas con el fin de acoger a los presos en cuarentena en el caso de que estos no quepan en la enfermería, espacio inicialmente preparado para recibir a los internos sospechosos de haberse contagiado o que hayan tenido contacto con positivos. En Soto del Real, por ejemplo, hay todo un módulo dispuesto para este tipo de reclusos. De momento está vacío, pues apenas ha habido tres casos de coronavirus confirmados en este centro y dos de ellos ya han sido dados de alta.

De momento, aunque hay indicaciones generales como las mencionadas de habilitar zonas de cuarentena o prohibir los traslados, en cada centro hay casuísticas diferentes. En Valencia, por ejemplo, las autoridades penitenciarias han aislado un módulo tras la detección de cinco casos sospechosos. Los reclusos no salen a las zonas comunes. El Ministerio del Interior y el de Defensa están estudiando la implantación de un hospital de campaña para el caso de que haya un fuerte incremento de casos, extremo que de momento no parece que vaya a producirse, estiman desde Instituciones Penitenciarias, donde aseguran que de momento se han registrado dos fallecimientos por coronavirus, el de una interna de avanzada edad y con dolencias previas en Estremera y el de un funcionario en Alicante.

Ayer dieron positivo tres trabajadores más, destinados en los centros de Albacete, Asturias y Madrid I. Con estos tres, las instituciones penitenciarias suman 243 casos de coronavirus, 212 de funcionarios y 31 de internos. Más de la mitad de estos últimos se encuentran en la mencionada prisión de Estremera, que mantiene las medidas más restrictivas. Tras esta instalación, los tres casos de Soto del Real la aúpan al segundo lugar del 'ranking' penitenciario, aunque solo uno de ellos sigue enfermo, ya que los otros dos han sido dados de alta.