De la "negligencia y mentiras" al "deje de competir con Vox": Egea e Iglesias se encaran

En la primera sesión de control al Gobierno durante la crisis del coronavirus se volvieron a enfrentar el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y el número dos del PP, Teodoro García Egea. El popular reprochó en su pregunta que el Ejecutivo afirmara “tenerlo todo controlado” y “no sospechar” a pesar de la situación que ya se daba en Italia. Una vez más recordó a Iglesias que su formación “alentó” a la población acudir a la manifestación masiva del 8-M y reiteró que España ostenta “la mayor tasa de muertos del mundo” que, “no son picos ni curvas” dijo, “sino españoles con nombres y apellidos”.

Insistió a Iglesias en su responsabilidad, preguntándose por qué no dota a la Policía y Guardia Civil de mascarillas o de EPIs a los sanitarios y, sobre todo, “siendo su responsabilidad” afirmó, por qué “no protegen a los ancianos”. Egea auguró que la gestión de Iglesias al frente de la crisis se recordará por todas estas carencias, “por poner la ideología por encima de la salud de los españoles” y “actuar con irresponsabilidad y negligencia”. No pararon ahí los reproches. Egea continuó haciendo extensible esa responsabilidad a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, —“su amiga” ironizó dirigiéndose a Iglesias— por haber asegurado que el impacto económico del Covid-19 sería pequeño.

Cargó también contra el ministro de Consumo, Alberto Garzón, por haber tuiteado el pasado viernes cuál era la mejor película para ver en Semana Santa y aseguró que él le recomendaría una bien distinta: “Es la de un Gobierno comunista que manda a la gente a luchar sin protección frente a un enemigo invisible, a base de mentiras tapan su incompetencia y causa miles de muertos sin que nadie pueda despedirlos”, lanzó Egea, concluyendo: “No es una película ni es Chernobyl. Es la España de hoy, la que usted gobierna”.

El popular no se paró ahí y volvió a criticar que Iglesias se conmoviera por Excálibur, “el perro del ébola” —en referencia al perro sacrificado de la enfermera Teresa Romero, la única infectada en España por esa enfermedad en 2014 bajo la administración de Rajoy— “pero ni un solo gesto de luto por las más de 18.000 personas muertas”.

Iglesias escuchó atentamente las críticas de su interlocutor y tomó la palabra para pedirle al popular una reflexión sobre el papel que está jugando su partido como líder de la oposición. “Es sensato que la posición critique, pero tengo la sensación de que muchos ciudadanos, muchos que les han votado, querían una actitud más constructiva por su parte”, aseguró Iglesias, pidiendo al número dos de Pablo Casado “que dejara de competir con Vox a ver quién dice la mayor barbaridad” “y vuelvan a la Constitución y al patriotismo”.

Vox se centra en… Venezuela

La intervención de la diputada de Vox, Macarena Olona, que también interpeló al vicepresidente segundo, estuvo centrada en Venezuela. La parlamentaria del grupo que dirige Abascal aseguró que “nuestra democracia se desangra por culpa del Gobierno socialcomunista que quiere imponer su régimen totalitario”. Después de esa introducción, Olona aseguró que el modelo de Iglesias es el de Venezuela “que sigue paso a paso el camino de Hugo Chávez”.

La diputada de Vox enumeró lo que a su juicio es ese camino: “Primero, aprovechan una catástrofe natural para la destrucción de nuestra nación. Después van a por el control de los servicios de inteligencia. Ya lo ha conseguido blindándose en la comisión del CNI”, le dijo a Iglesias, y continuó acusando al Ejecutivo de “haber prostituido a TVE” y de haber “regado con millones fondos afines”.

No terminó ahí. Continuó: “En cuarto lugar, van a por el control de la opinión y de las redes con ese ministerio de la verdad que han creado” dijo, citando a medios como “Newtral y Maldita” e incluso a periodistas como Ana Pastor o Antonio García-Ferreras. “Son la gestapo que controla la verdad”. Aseguró estar convencido de que “intentarán ilegalidad nuestra formación política” y acusó a Iglesias de no ser “el cordero que intentaba parecer en el pleno, sino un exaltado sectario que jalea a las tropas al grito de patria y muerte”.

El líder de Unidas Podemos tomó la palabra para asegurar que esa intervención “desacreditaba por completo” a la diputada, y dejando claro que, a su juicio, “esta Cámara —y en estas circunstancias— no merece que el Gobierno dedique ni medio minuto a hablar de Venezuela o ‘LaSexta’”.

Reproches de Rufián

El portavoz de ERC no escatimó en lanzar reproches a Iglesias a pesar de los continuos guiños que buscaba el vicepresidente, recordando que ambos entraron al Congreso hace cuatro años —“quién diría que solo han pasado cuatro años”, dijo— y asegurando que los dos dirigentes “saben bien lo que representó la crisis de 2008”. Iglesias hizo autocrítica —“seguramente podemos hacer más para proteger a muchas familias y podemos hacerlo mejor”— pero Gabriel Rufián no evitó sus críticas.

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“Podríamos hablar del ayer. De la prohibición de despidos que no fue tal, de la moratoria de los autónomos que llegó tarde o del ingreso mínimo vital que seguramente llegará tarde”, dijo, “pero me interesa hablar del presente”. El líder de los republicanos catalanes en Madrid insistió en que su formación desaprueba la ‘deshibernación’ de la economía que este lunes empezó a poner en marcha el Gobierno y echó en cara al vicepresidente la situación de las miles de familias que tienen a algunos de sus miembros yendo a trabajar de nuevo en transporte público y sin la protección suficiente. “Sin embargo, no pueden enterrar a sus mayores”, reprochó.

“Le pido que protejan a todas las familias que son obligadas a trabajar y que no tienen dónde dejar a sus hijos. Les pedimos una prestación remunerada para que no tengan que elegir entre el contagio y el abandono”. Y sobre todo, advirtió Rufián, “queremos creer que su Gobierno no se está dejando presionar más por la patronal que por el virus. Y que su grupo parlamentario, si está pasando, no está callando”, zanjó.