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Iglesias deja en suspenso la mediación con el bloque de la moción para los nuevos pactos
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SÁNCHEZ INICIA ESTE JUEVES LA RONDA BILATERAL

Iglesias deja en suspenso la mediación con el bloque de la moción para los nuevos pactos

El vicepresidente segundo defendió los 'nuevos Pactos de la Moncloa' desde el primer momento y acordó con el presidente, Pedro Sánchez, trabajar juntos para sacarlos adelante

Foto: El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, a su llegada el pasado jueves al Congreso para asistir al pleno. (EFE)
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, a su llegada el pasado jueves al Congreso para asistir al pleno. (EFE)

El papel de mediación que ejerció Pablo Iglesias con otras formaciones para sumar apoyos a la moción de censura contra Mariano Rajoy, generándose el bloque que luego facilitó la investidura, no se está reeditando para intentar hacer partícipes a estos partidos de los denominados 'nuevos Pactos de la Moncloa' o acuerdo de reconstrucción tras la crisis del coronavirus. Al menos de momento, el líder de Unidas Podemos no ha descolgado el teléfono, ni siquiera para sondear sus posiciones. Tampoco desde la confluencia catalana, cuyos dirigentes tienen una interlocución más directa con los republicanos. Todo ello, a pesar de que el vicepresidente segundo defendió estos pactos desde el primer momento y acordó con el presidente, Pedro Sánchez, trabajar juntos para sacarlos adelante. Sánchez también le hizo saber antes del último pleno en el Congreso su intención de acelerar los tiempos anunciando la convocatoria de las primeras reuniones para esta semana.

Desde Unidas Podemos, dejan entrever que en estos momentos no hay demasiadas esperanzas de éxito para unos grandes acuerdos, aunque más que en el bloque de la investidura, sitúan el foco en la influencia de Vox sobre el PP, cuyo líder, Pablo Casado, vincula cualquier acuerdo a que Sánchez rompa con sus socios de coalición. Un extremo que se descarta en Moncloa, como reiteró este martes la ministra portavoz, María Jesús Montero, incidiendo en que no se pongan "condiciones que no tienen nada que ver con el objetivo común del diálogo".

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La aprobación de unos "Presupuestos de reconstrucción", con todo, es condición imprescindible para que no decaiga la legislatura. Era el PNV, a través de su portavoz Aitor Esteban, quien ya advertía este lunes de que si no salen las cuentas, "nos abocarán a una crisis gubernamental y posiblemente a unas elecciones, y ese no sería el escenario ideal".

Antes de la crisis sanitaria, ya se habían abierto canales con el bloque de la investidura desde Unidas Podemos, con vistas a los Presupuestos Generales del Estado, pero el escenario se ha transformado radicalmente y lo que se busca ahora es un gran acuerdo, sin excluir ninguna formación política. El principal aludido es el jefe de la oposición, reproduciéndose un esquema similar a la investidura. Entonces, Sánchez insistió en reclamar el apoyo de Casado para no tener que depender de las formaciones independentistas y nacionalistas, aun a sabiendas de que se trataba de una quimera. Una forma de construir relato. Ahora, Casado tilda la propuesta de "señuelo", a pesar de que asistirá a la reunión con el presidente convocada para este jueves.

Los morados no descartan intermediar más adelante con otras formaciones, pero mientras tanto se siguen agrandando las fisuras con los grupos que facilitaron la investidura. Desde el PNV, que siempre fue más proclive a los acuerdos, hasta ERC, cada vez más distante. Su premisa pasa por no parecer partidos subordinados al Gobierno, sobre todo a ojos de la población que más se vea afectada por las consecuencias de la crisis económica, e incluso capitalizar la crítica a la acción del Ejecutivo, que, según los sondeos, crece porcentualmente. Si la legislatura ya nació inestable por la minoría del Gobierno de coalición, con la crisis del coronavirus y la gestión gubernamental derivada de esta, se vuelve todavía más frágil.

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La ronda bilateral que iniciará Sánchez este jueves con Pablo Casado, y que continuará a lo largo de esa jornada y de la siguiente, viernes 17, con los demás responsables políticos, de mayor a menor, servirá para calibrar hasta qué punto las distintas formaciones se han alejado del Gobierno. En estos momentos, ningún partido quiere atarse a Sánchez.

Los primeros, los republicanos. Su líder, Oriol Junqueras, tildaba este jueves la reacción del Gobierno, a través de un artículo de opinión publicado en el diario 'La Vanguardia', de "centralista, nacionalista, militarista, oligopolista y desesperadamente ineficiente", al tiempo que aseguraba que el objetivo de construir una república catalana, "hoy, en medio de esta pandemia y la crisis económica y social que ya empezamos a vivir, se reivindica aún más urgente e imprescindible que nunca".

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Los morados siguen depositando su confianza en rearmar el bloque de la investidura, habida cuenta de que por las posiciones manifestadas hasta ahora se entienden los contactos con el PP más como un trámite que como una voluntad real de acuerdo. El análisis de Iglesias, que ya manifestó antes incluso de la investidura y que ahora se vería reforzado, es que el bipartidismo imperfecto, en el que PSOE y PP se podían poner de acuerdo en cuestiones trascendentales para la gobernabilidad o bien con el PNV o con la antigua Convergència, "no va a volver". Principalmente, según su tesis, porque el PP "está en otra cosa, peleándose con la extrema derecha de Vox". Una lucha por discernir quién se hace con la hegemonía del campo de la derecha. De ahí sus afirmaciones de que el bloque de la moción estaría "llamado a asumir la responsabilidad de la dirección del Estado".

En Unidas Podemos consideran, a pesar de las fisuras del bloque de la investidura con el Ejecutivo, que el partido será largo y, siguiendo con la metáfora, que en estos momentos los equipos todavía no han salido del vestuario. La legislatura se complica para el Gobierno de coalición en minoría, alejado de sus socios de investidura.

El papel de mediación que ejerció Pablo Iglesias con otras formaciones para sumar apoyos a la moción de censura contra Mariano Rajoy, generándose el bloque que luego facilitó la investidura, no se está reeditando para intentar hacer partícipes a estos partidos de los denominados 'nuevos Pactos de la Moncloa' o acuerdo de reconstrucción tras la crisis del coronavirus. Al menos de momento, el líder de Unidas Podemos no ha descolgado el teléfono, ni siquiera para sondear sus posiciones. Tampoco desde la confluencia catalana, cuyos dirigentes tienen una interlocución más directa con los republicanos. Todo ello, a pesar de que el vicepresidente segundo defendió estos pactos desde el primer momento y acordó con el presidente, Pedro Sánchez, trabajar juntos para sacarlos adelante. Sánchez también le hizo saber antes del último pleno en el Congreso su intención de acelerar los tiempos anunciando la convocatoria de las primeras reuniones para esta semana.

Presupuestos Generales del Estado Pedro Sánchez
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