El PP pide al Gobierno que se audite la cifra "real" de fallecidos por el coronavirus

El PP quiere que se audite la cifra de fallecidos por Covid-19. De manera detallada. Y que se refleje el volumen "real", entiende, de víctimas mortales. El partido de Pablo Casado responde así, con una exigencia en el Congreso, a las informaciones y pruebas que apuntan a que los muertos por coronavirus son bastantes más de lo que muestran las estadísticas oficiales.

El Grupo Popular en la Cámara Baja, capitaneado por Cayetana Álvarez de Toledo, registró este martes en el Congreso una proposición no de ley [aquí en PDF], a la que tuvo acceso este diario, para empujar al Gobierno de Pedro Sánchez a que proporcione "datos fiables y de calidad contrastada" sobre la incidencia del Covid-19. La calidad de los datos es, dice el texto, un "requisito de transparencia democrática crucial para la salud de la propia democracia", una exigencia "trascendental" cuando los datos reflejan, razona el PP, "el impacto en la vida de los ciudadanos de una pandemia tan grave como la ocasionada por el Covid-19". El PP demanda, pues, que se audite la cifra de fallecidos en España, "por provincia, semanalmente y desde el 1 de marzo.

En concreto, el PP exige en su proposición no de ley la cifra total de fallecimientos en cada provincia, incluyendo datos del Registro Civil y de las licencias de enterramiento; la cifra esperada de fallecimientos en cada provincia según la estadística MoMo (el Sistema de Monitorización de Mortalidad diaria, que elabora el Instituto de Salud Carlos III); el número de fallecidos por la enfermedad Covid-19 registrados en los listados de Sanidad, y finalmente la cifra de muertos con síntomas de coronavirus pero que no se han podido computar como víctimas de la enfermedad. El PP quiere todas esas categorías por rango de edad.

El PP pide, por provincia, cifra de fallecidos según Registro Civil y licencia; el número esperado por MoMo, la cifra oficial y los muertos con síntomas

Los conservadores creen que el Gobierno ha sacrificado la "verdad", cuando es la primera "medida higiénica" contra el coronavirus. Insisten en que sin datos sólidos "no será posible" conocer la magnitud de la propagación del SARS-CoV-2 entre la población y por tanto no se podrán "diseñar y acometer correctamente" las iniciativas que sean necesarias para volver a la normalidad "lo más pronto posible". Normalidad, ya lo dijo este miércoles el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que no será inminente y puede que ni se atisbe a partir del 26 de abril.

Illa ha repetido en las últimas horas que la definición de caso es de las "más exigentes que hay en Europa", de tal manera que considera fallecido por coronavirus a aquel que esté confirmado como positivo por Covid-19. Pero el colapso en los registros civiles y el hecho de que mueran pacientes no diagnosticados vía test como contagiados hace que las estadísticas —que ya han capturado 14.555 muertes, según los datos ofrecidos por Sanidad este miércoles— se queden previsiblemente muy cortas.

La referencia del MoMo

El PP reconoce que la Organización Mundial de la Salud advierte de que solo se pueden contar como positivos los respaldados por una confirmación de laboratorio. Pero en España el Gobierno "aún no ha sido capaz de proporcionar las herramientas necesarias para que lleven a cabo los test en todos los casos requeridos", y por eso hay defunciones que "no se están contabilizando correctamente".

El "error de cálculo" se ve con un "somero repaso" del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) en España, al que ya remitía una información publlicada por este periódico este miércoles. Según el MoMo, la mortalidad en la segunda quincena de marzo, cuando se disparó la infección por el virus SARS-CoV-2, había crecido en más de un 40%, "llegando al 50% de exceso entre los mayores de 74 años". La mayor mortalidad se ha acusado en comunidades como Castilla-La Mancha, Castilla y León o Madrid.

El PP advierte de que hay defunciones que no se cuentan porque hay fallecidos a los que no se somete a ningún test de confirmación de Covid-19

Los populares recuerdan en su texto que no se contabiliza a las personas que mueren en residencias o en sus hogares y que no han sido diagnosticadas como positivo. Son "muchos" los ciudadanos con cuadro clínico de Covid-19, alegan, a los que no se somete a ningún tipo de test, ni antes ni después de fallecer y, por tanto, no pasan a engrosar las estadísticas del Ministerio de Sanidad.

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El PP considera "extremadamente probable que el número de fallecidos que se recogen en las actualizaciones" diarias que publica el departamento que dirige Illa "no coincida con el número real de muertos causado por el Covid-19, y crecer el temor entre la ciudadanía a que los casos registrados puedan ser solo la punta del iceberg de los casos reales".

El PP apunta a que puede no tratarse solo de un "error" de conteo, sino a la "mendacidad" de un Ejecutivo "incapaz" de prever la pandemia y atajarla

La "discrepancia", dice el PP, la ha podido "constatar" el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha al cotejar los datos del registro civil y de las licencias de enterramiento en la comunidad con las cifras oficiales de fallecidos por la pandemia, y al comparar ambos con los datos de decesos de años anteriores. Los populares juzgan que el "temor" a que los datos oficiales no se correspondan con la realidad de los hechos genera "incertidumbre" y "malestar" entre los españoles y "mina la confianza" en el Gobierno en un momento en el que toma decisiones "claves" que afectan a la libertad y la salud de los ciudadanos. El PP apunta más alto: puede que no ser un "error" en el conteo de datos de un Ejecutivo al que tacha de "incapaz" de prever la pandemia y de "atajarla eficazmente", sino una mentira, la "mendacidad" que "socava la confianza en la propia democracia y en el conjunto de sus instituciones".

Los de Casado entienden que "minimizar" los datos impide acertar en la estrategia de salida del confinamiento. Una estrategia que "no se deje engañar con espejismos momentáneos", como los que "presidieron", a juicio del PP, las decisiones del Ejecutivo entre finales de febrero y primeros de marzo. No lo dice el texto, pero implícitamente alude a la manifestación del 8-M que autorizó y alentó el Gobierno. De modo que es "imprescindible", sigue el texto, conocer la contabilización de personas fallecidas para "elaborar una correcta política de salud pública que pueda erradicar la enfermedad en España". Proporcionar datos sólidos y "fiables" sirve, para el PP, para un doble objetivo: "Garantizar la salud de las personas" y reactivar la economía.