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En primera persona: "Fui a Shanghái a por 30 toneladas de material. Es urgente ayudar"
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COMANDANTE DE VUELO

En primera persona: "Fui a Shanghái a por 30 toneladas de material. Es urgente ayudar"

Vicente Alonso, 'Titón', es piloto de Iberia. No se lo pensó dos veces cuando surgió la opción de hacer 25 horas de vuelo casi sin descanso para recoger material sanitario en China

Foto: Vicente Alonso, 'Titón', en la cabina de un avión
Vicente Alonso, 'Titón', en la cabina de un avión

¿Quién quiere volar a Shanghái y volver en el mismo día con material sanitario? No tardé ni un segundo en ofrecerme a pilotar ese vuelo. Y lo haría cada día, las veces que hiciera falta, si con esto puedo poner un pequeño grano de arena para ayudar en esta situación. Mi nombre es Vicente Alonso, aunque desde que nací todo el mundo me llama 'Titón'. Soy comandante de vuelo de Iberia y en toda mi carrera había hecho un vuelo tan especial y extraño como este. Ocho pilotos, el doble de lo habitual, para hacer un Madrid-Shanghái-Madrid con el objetivo de traernos 30 toneladas de material sanitario a España. La bodega del avión, un A-350, iba hasta arriba con millones de mascarillas, guantes, trajes EPI y cajas de respiradores. La alegría de saber que ese material se está ya repartiendo por los centros sanitarios de toda España es inmensa.

La misión parece sencilla pero no lo es. Tú no puedes coger un avión y llevarlo hasta China por donde te dé la gana. Hablamos de un Corredor Aéreo Sanitario cuya ruta no existía hace una semana. No solo debes disponer de un grupo de pilotos, es el personal de mantenimiento, la confección del plan de vuelo, negociar los permisos de sobrevuelo de países que ahora mismo tienen el espacio aéreo cerrado, supone la implicación solidaria de mucha gente y se ha hecho en tiempo récord.

Todo fue muy raro al subir al avión en Barajas. Era un avión de pasajeros como siempre, pero lo íbamos a llevar a Shanghái totalmente vacío. Para empezar, a todos los pilotos nos hicieron la prueba del coronavirus. Entramos a la cabina todos con nuestras mascarillas, los guantes, y cada uno eligió un baño para uso exclusivo durante el vuelo de ida y de vuelta. Tú descansas en este asiento y yo en aquel, todos separados. Y nos pusimos en ruta hacia Shanghái, 12 horas de vuelo. Alguna vez he pilotado un avión vacío, pero ir y volver de China sin pasaje es algo extraño.

placeholder Uno de los vuelos del Corredor Aéreo Solidario operado por Iberia
Uno de los vuelos del Corredor Aéreo Solidario operado por Iberia

Por fin tocamos pista en el aeropuerto internacional de Shanghái y ahí me di cuenta de lo excepcional del momento. No nos dirigieron hacia el 'finger' como es habitual, sino que nos enviaron a la terminal de carga, un punto muy lejano de la terminal de pasajeros para contaminar lo menos posible. Al llegar vemos desde las ventanillas a personas totalmente equipadas, de la cabeza a los pies. Eso nos sorprendió a todos, acostumbrados por desgracia a ver como en España los sanitarios apenas pueden cubrirse con mascarillas. Trajes EPI, guantes, gafas, parecía que estabas entrando en una nave espacial.

Al momento sube el personal de aduanas con sus trajes completos y nos pide la documentación, nuestros números de licencia y nos toman la temperatura a todos. Llenamos combustible y nos traen toda la carga, un montón de palets con el material sanitario ya preparado, y lo distribuimos para que las 30 toneladas vayan bien equilibradas en el avión. Llevar 30 toneladas de unos materiales que pesan y ocupan muy poco imagínate la cantidad que supone.

Llevar 30 toneladas de unos materiales que pesan y ocupan muy poco imagínate la cantidad que supone

No pasan más de dos horas en esa terminal y ya estamos listos para despegar. Lo normal es que en un vuelo tan largo hagamos noche en Shanghái, pero no hay tiempo que perder. Nos esperan 13 horas de vuelta a Barajas para llevar todo ese material que tanto necesitan en los hospitales. Saber que el pasaje está vacío pero que llevas en tu bodega algo tan importante nos hace sentir muy felices en ese vuelo de regreso.

Fue más de un día de trabajo continuado pero si me dicen de volver a salir esta noche me voy de cabeza. Pero hay más pilotos como yo deseando ayudar, hay bofetadas en los grupos de WhatsApp por llevar el siguiente avión del Corredor Sanitario, y ahora son otros compañeros los encargados de esa misión solidaria. Cada día están saliendo vuelos gracias a la colaboración de la Federación de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), el Grupo Oesia e Iberia. Hasta ahora se han realizado cinco vuelos y la disponibilidad de todo el mundo para arrimar el hombro las horas que haga falta es maravillosa. Lo que podemos hacer los pilotos es solo un grano de arena, pero en este momento necesitamos que cada uno de nosotros aporte todo lo que pueda, aunque sea poco, para, entre todos, salir del atolladero. Es urgente ayudar.

Este texto es una transcripción redactada de una conversación telefónica con Vicente Alonso.

¿Quién quiere volar a Shanghái y volver en el mismo día con material sanitario? No tardé ni un segundo en ofrecerme a pilotar ese vuelo. Y lo haría cada día, las veces que hiciera falta, si con esto puedo poner un pequeño grano de arena para ayudar en esta situación. Mi nombre es Vicente Alonso, aunque desde que nací todo el mundo me llama 'Titón'. Soy comandante de vuelo de Iberia y en toda mi carrera había hecho un vuelo tan especial y extraño como este. Ocho pilotos, el doble de lo habitual, para hacer un Madrid-Shanghái-Madrid con el objetivo de traernos 30 toneladas de material sanitario a España. La bodega del avión, un A-350, iba hasta arriba con millones de mascarillas, guantes, trajes EPI y cajas de respiradores. La alegría de saber que ese material se está ya repartiendo por los centros sanitarios de toda España es inmensa.

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