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Sanidad adquirió unos test no pensados para el diagnóstico: solo aciertan un 50%
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NI FALLAN NI SON DEFECTUOSOS

Sanidad adquirió unos test no pensados para el diagnóstico: solo aciertan un 50%

Los laboratorios españoles dicen que los test rápidos chinos no aciertan lo suficiente. El fabricante dice que sus test funcionan bien y que nosotros los estamos usando mal... ¿Y si todos llevan razón?

Foto: Un trabajador del Hospital Cardarelli de Nápoles realiza un test rápido. (EFE)
Un trabajador del Hospital Cardarelli de Nápoles realiza un test rápido. (EFE)

Todo empezó con una confusión. Los empleados de los laboratorios hospitalarios españoles que probaban los test de Bioeasy Biotechnology dijeron a 'El País' que no funcionaban bien, que solo tenían un 30% de sensibilidad —su capacidad de detectar los positivos— cuando debían tener un 80% para ser útiles.

Todo ello provocó, como saben, un quilombo de considerables proporciones. El Ministerio de Sanidad dijo entre aspavientos que devolvería esos 9.000 test 'defectuosos' que la empresa les había mandado para probar, luego China salió diciendo que la compañía que se los vendió a España no figuraba entre sus vendedores de confianza ni tenía licencia para operar en el país asiático, más tarde resultaron no ser 9.000 sino 50.000 los test adquiridos y por último, la empresa de Shenzhen dijo que serían reemplazados por una versión mejor, de inmunocromatografía por fluorescencia.

Foto: Test de coronavirus usados por el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) de EEUU. (Foto: CDC)

El último clavo lo ha puesto la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, que probó un segundo tipo de test rápidos —también en fase de validación— y concluyó que mostraban menos del 50% de sensibilidad, según adelantó ayer 'El Español'.

Esto es lo que ha pasado realmente

En esta historia casi todos llevan razón, salvo quienes pensaban que esos test podían alcanzar un 80% de precisión y quienes pensaban que eran defectuosos. Según Francesc Maristany, fundador de Grup Met, un operador de kits de diagnóstico, en España "se han comprado lo que nosotros llamamos test de 'presunción' cuando lo que necesitamos urgentemente es hacer test de detección", es decir, los que llevan varias horas. "A todos nuestros colaboradores les informamos desde el minuto uno que lo más recomendable era comprar los test PCR", que tardan entre tres y seis horas en dar resultados pero tienen una fiabilidad mucho mayor.

Los llamados test rápidos adquiridos por el Gobierno detectan el antígeno viral, es decir, pequeñas partes del virus que se encuentran en las fosas nasales del paciente. Se introduce un pequeño bastoncillo por la nariz y unos 15 minutos más tarde, 'voilà'. El problema es que lo que se gana en rapidez se pierde en sensibilidad. Estos test suelen tener una especificidad muy alta, es decir, saben perfectamente cuando alguien no está enfermo, pero una sensibilidad mediocre: solo detectan a los enfermos de Covid-19 menos de la mitad de las veces.

placeholder El ministro de Sanidad, Salvador Illa. (EFE)
El ministro de Sanidad, Salvador Illa. (EFE)

"No son test falsificados ni en mal estado, como hemos ido escuchando, sino que son test que se realizan en primera línea de fuego, con una fiabilidad de entre el 30% y el 50% y que obligan a hacer el otro test una vez se confirma el positivo". Lo máximo que estos test rápidos para el Covid-19 son capaces de garantizar está en torno al 60% que ofrece este dispositivo estadounidense, de la marca Quest. Aun así, casi la mitad de los positivos no serían identificados.

Estos test de antígeno comenzaron a surgir a finales de enero, cuando el gobierno chino publicó el primer genoma completo del virus SARS-CoV-2. Además de rápidos, son baratos —entre cinco y seis dólares, aunque algunas fuentes señalan que España pagó entre dos y tres dólares por los de Bioeasy— y pueden ser producidos en masa.

Si yerran tanto, ¿para qué valen?

Quizá se estén preguntando para qué sirve un test de Covid-19 que solo detecte un 50% de los positivos. Pero la pregunta aquí no es por qué usarlos sino cuándo. En las primeras fases de un brote epidémico, este tipo de test son una forma sencilla de evaluar la magnitud del contagio. Es justo lo que hizo Corea del Sur, adquirir miles de pruebas de antígenos, rápidas y baratas, y hacer test aleatorios entre la población para saber a qué se enfrentaba realmente.

De cara a enfrentarse a una pandemia así, es mejor tener datos del 40% de 10.000 test que el 100% de nada. "Estos test son de batalla, para la primera línea de fuego donde se necesita hacer una rápida selección", añade Maristany. "Los test se realizan para ver el nivel de antígenos en sangre por lo que, si la carga viral es baja, en la primera fase de la infección, el resultado puede ser negativo aún estando contagiados, por ello no deben ser nunca test de diagnóstico".

placeholder Test de Covid-19 en Holanda. (EFE)
Test de Covid-19 en Holanda. (EFE)

Es lo mismo que dijo el Instituto Nacional de Salud Pública checo, cuyo gobierno también fue señalado por adquirir test rápidos chinos que no acertaban lo suficiente. Desde esta institución se advirtió a los facultativos con una carta a principios de marzo que los test podían fallar y que en ningún caso debían ser considerados equiparables al método PCR ni basarse únicamente en ellos para firmar un diagnóstico.

Más adelante, una vez se ha identificado el problema y evaluado las medidas que son necesarias para luchar contra él es el momento de ampliar la capacidad de hacer test PCR, lentos pero mucho más consistentes a la hora de determinar si alguien está infectado. Y por último, cuando se ha pasado el pico y la epidemia empieza a perder fuerza, llega el momento de recurrir al tercer tipo de test, los de anticuerpos o serológicos, también baratos y escalables para testear a un sector amplio de la población y comprobar si han desarrollado anticuerpos contra el Covid-19. Es decir, si son inmunes a la enfermedad e incapaces de contagiarla.

Estos test son de batalla, para la primera línea de fuego, donde se ha de hacer una rápida selección

España está probando actualmente los test de antígenos que debería haber desplegado hace semanas. No es que fallen, sino que su momento ha pasado.

¿Era un secreto que este tipo de test tenían una sensibilidad limitada? No, habida cuenta de que la Seimc había desaconsejado su uso como método de cribado o diagnóstico, priorizando en su lugar los test PCR. Pese a no conocer la situación de primera mano, otras fuentes del sector consultadas achacan a alguien ajeno a la realidad clínica la decisión de adquirir 50.000 kits de antígeno a Bioeasy mediante un proveedor español que Sanidad se ha negado reiteradamente a revelar.

Todo empezó con una confusión. Los empleados de los laboratorios hospitalarios españoles que probaban los test de Bioeasy Biotechnology dijeron a 'El País' que no funcionaban bien, que solo tenían un 30% de sensibilidad —su capacidad de detectar los positivos— cuando debían tener un 80% para ser útiles.

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