Sánchez reconoce a las CCAA que el aprovisionamiento va "con cierto retraso"

El gran problema de gestión de la emergencia sanitaria del coronavirus al que se enfrenta España es la falta de material sanitario. Es el clamor que no cesa y que sigue aún sin resolverse, pese a que el Gobierno de Pedro Sánchez insiste en que está haciendo todo lo posible para comprar equipos de protección individual, test o respiradores en un mercado sumamente agresivo. Pero no llega o llega a cuentagotas, o bien la partida entera —caso de las primeras pruebas de detección rápidas importadas de China— es fallida y hay que cambiarla entera. Por eso el presidente se vio obligado este domingo a hacer un ejercicio de realismo y reconoció ante las comunidades autónomas que el aprovisionamiento de material va "con cierto retraso".

Sánchez lideró este domingo la tercera conferencia de presidentes autonómicos monográfica sobre la crisis del Covid-19, por tercera semana consecutiva. En esta ocasión, el arranque de la videoconferencia, que duró tres horas y media, se pospuso hasta las 12:00 porque a primera hora el líder socialista dirigió una cita extraordinaria del Consejo de Ministros, el que aprobó por real decreto ley la paralización de la actividad no esencial durante dos semanas para reducir la movilidad al máximo. El jefe del Ejecutivo tropezó esta vez por las críticas por las formas, por la adopción de nuevas iniciativas de profundo impacto sin consultar previamente con los territorios.

Ya ayer Sánchez, durante su rueda de prensa vespertina, defendió el sistema de compras centralizado que le facultó el decreto de alarma, muy criticado por las CCAA, ya que la confusión inicial —hubo incautaciones de material, luego el ministerio aclaró que los territorios podían seguir buscando fuentes de aprovisionamiento— hizo perder días esenciales, cuando la pandemia no se había multiplicado tanto en países de mayor peso demográfico como Estados Unidos. El presidente subrayó que igual que la UE es un mercado potencial de 500 millones de ciudadanos y, por tanto, es un agente más relevante, también el Gobierno central puede más que las autonomías. "Un Estado es más fuerte que 17 CCAA", dijo. Sin embargo, el capítulo de la compra fallida de 640.000 unidades de test rápido que serán sustituidos por el fabricante chino por baja sensibilidad ha erosionado la imagen de un ministerio con poco músculo dado el vaciado de competencias de los últimos años, ya que los poderes de gestión están residenciados, hasta el decreto de alarma que estableció un mando único, en las CCAA.

El presidente subraya que las dificultades de compras es el "síntoma general" también e Europa y recuerda el envío de un avión militar a China

"En el ámbito del aprovisionamiento vamos con cierto retraso, algo que a nivel europeo es el síntoma general", señaló Sánchez a los presidentes autonómicos este domingo, según corroboraron tanto desde el Ejecutivo central como desde las CCAA socialistas. El jefe del Ejecutivo, igual que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha venido reiterando que el mercado es muy complicado ahora mismo por la altísima demanda internacional y el crecimiento disparado de los precios. Sánchez subrayó que el Ejército ya ha enviado un avión militar de transporte A400M para que traiga cargamento desde China. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz, María Jesús Montero, recordó que se han cerrado operaciones de compra con el gigante asiático por valor de 628 millones de euros (desde los 432 anunciados inicialmente) y que la importación se está complementando con la producción nacional de batas y mascarillas, geles hidroalcohólicos o respiradores de ventilación mecánica.

La Moncloa facilitó un 'dossier' posteriormente [aquí en PDF], en el que precisaba que esos 628 millones de euros incluyen la compra de 659 millones de mascarillas y más de 30 millones para profesionales. Además, se han adquirido 1.539 equipos de respiración asistida para reforzar la capacidad de las UCI. Sanidad ya ha repartido a las CCAA, desde el arranque de la emergencia sanitaria, más de 8 millones de mascarillas, más de 460.000 artículos de protección (batas, buzos, delantales, calzas...), más de 8,7 millones de guantes y casi 56.000 unidades de solución hidroalcohólica. También se han puesto más de 52.000 profesionales a disposición de las comunidades.

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Rebajarlo hasta el 85%

Ante los mandatarios regionales, y pese a las críticas cada vez más duras del PP y las comunidades que dirige —los conservadores ya le reprocharon su "improvisación", aunque apoyan el parón de la actividad no esencial—, Sánchez defendió que las decisiciones tomadas están notándose. "Tenemos datos que invitan a la esperanza, y tienen mucho que ver con las medidas de confinamiento", sostuvo. El incremento de casos nuevos, por ejemplo, se ha reducido al 9%. Y, como hiciera este sábado, incidió en la buena marcha de los datos de movilidad.

Urkullu se queja de la "imposición" del Gobierno y de la escasa interlocución. Montero replica que la aplicación del decreto será "homogénea"

Así, Sánchez apuntó que aun siendo el porcentaje de desplazamientos muy bajo en las jornadas laborables —más de un 70% de caída si se mira el vehículo privado, en Cercanías Madrid la ocupación fue del 10% el viernes—, los fines de semana el descenso aún es mayor, de alrededor de un 85%, por lo que hay una diferencia de unos 12 puntos entre el índice de lunes a viernes y el registrado sábados y domingos. El presidente trasladó a los mandatarios autonómicos que sería conveniente que, aprovechando la cercanía de la Semana Santa, se lograra un nivel de movilidad semejante al que se tiene los fines de semana. "Los modelos matemáticos muestran los grandes beneficios que tendría el bajar ese nivel de movilidad durante 15 días a ese 85% que ya se da, de hecho, los fines de semana", abundó este domingo en rueda de prensa la secretaria general de Transportes, María José Rallo.

Además, Sánchez aplaudió el programa de emergencia de 750.000 millones del BCE y destacó, sobre la reunión del jueves del G20, el aviso de que se eviten las tensiones comerciales que se iniciaron antes de la crisis del Covid-19 y que podrían agudizarse después.

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El presidente se llevó una lluvia de reproches este domingo. Incluso del 'lehendakari', Iñigo Urkullu, que hasta ahora había mostrado su completo apoyo al Ejecutivo. El dirigente criticó la "imposición" de paralización de todas las actividades no esenciales. Euskadi la "adaptará con responsabilidad", advirtió, al tiempo que pidió al Gobierno que aclare cuanto antes qué sectores son los afectados para evitar "confusión e incertidumbre", informa EFE. Montero, tras el Consejo de Ministros, ya replicó que esa pretensión no es posible. El Ejecutivo aplicará de modo "homogéneo", en toda España, el decreto ley que pone la economía en "hibernación".

Madrid pide 1.200 millones

Además, Urkullu se quejó de que la videoconferencia tiene por "tercera semana consecutiva" un carácter "informativo y no deliberativo". "Comunicar públicamente, antes de reunirnos, decisiones consumadas y no consultadas, no es buen método", recriminó el 'lehendakari' a Sánchez, y le pidió que "corrija la distorsión". El Gobierno de Vitoria ofrece "colaboración y cooperación", pero no una actuación unilateral. "Los principios de lealtad deben ser recíprocos", incidió el dirigente nacionalista, quien, según reconocía uno de sus homólogos, se mostró cabreado durante el encuentro telemático.

Torra celebra que Sánchez se haya avenido al confinamiento general que él reclamaba y pide que se vele por que el cumplimiento sea "estricto"

El jefe de la Generalitat, Quim Torra, ha ido cambiando de actitud en las últimas semanas. De negarse a firmar una declaración conjunta pasó, este domingo, a celebrar la medida adoptada por el Gobierno, aunque también pidió a Sánchez que la haga cumplir de manera "estricta", como le reclamó medidas económicas para que sean las administraciones, y no empresas y ciudadanos, los que se endeuden.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, la región más afectada, reclamó a Sánchez 1.200 millones de euros para afrontar la emergencia del coronoravirus, de los cuales mil irían para sanidad, 100 para servicios sociales y otros 100 para educación. Se trataría de un fondo extraordinario no reembolsable. Además, insistió con la falta de suministros: han llegado a los hospitales madrileños, dijo, "cero" respiradores, pese a que son "imprescindibles". Su compañero de partido Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, pidió poder hacer aportaciones al decreto y un cierre "ordenado" de la producción, dado el impacto que puede tener el cese de actividad en ciertos ámbitos. También el valenciano Ximo Puig demandó una "flexibilidad exigente" a la hora de determinar qué actividades se detienen porque hay sectores, como el de la cerámica, que no puede cerrar de un día a otro.

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"Precipitación" y discordia por las formas

En una línea semejante a la de Feijóo se expresó el popular Juanma Moreno. Él había defendido ya, como otros compañeros suyos de partido, el cierre de la actividad no esencial. Este domingo se mostró "de acuerdo en el fondo pero no en la forma", y criticó a Sánchez por su "precipitación" e "improvisación", y también le afeó la falta de material. El murciano Fernando López Miras, del PP, que había sido uno de los adalides del parón industrial, celebró el paso dado y mostró su "apoyo" al Ejecutivo, aunque descargó en Sanidad la carencia de recursos.

Sánchez apela a "la unidad de acción, coordinación y solidaridad" de administraciones, instituciones, partidos y sociedad como vía para vencer al virus

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, manifestó su respaldo al presidente (como hicieron los demás barones socialistas), y señaló que aunque la cooperación con los cuatro ministerios al mando (Sanidad, Defensa, Interior y Transportes, cuyos titulares también estuvieron presentes en la videoconferencia desde la Moncloa), sería conveniente "ampliar" la coordinación con el ámbito económico e industrial. El barón manchego, según precisaron fuentes de su entorno, compartió la "preocupación" por la "confusión" creada, debida a la necesidad de adoptar medidas con urgencia, y la inquietud de las empresas que se ven "ralentizadas" con la alarma. Y advirtió de que "no es igual frenar que arrancar", por lo que poner en marcha la actividad económica exigirá el "esfuerzo de todos".

Otro barón socialista, Javier Lambán, trasladó a Sánchez su propuesta de que los niños puedan salir unos minutos de casa con sus padres, opción que ya descartó el Ejecutivo precisamente porque el confinamiento ha de ser general y los menores son muy transmisores de la enfermedad. El extremeño Guillermo Fernández Vara, señaló la "base de acuerdo global" sobre el permiso retribuido recuperable y remarcó la necesidad de "echar el resto" en las al menos dos semanas que quedan de alarma.

Sánchez, además de explicar las nuevas medidas aprobadas por el Consejo de Ministros, apeló otra vez "a la unidad de acción, a la coordinación y solidaridad entre todas las administraciones, instituciones y fuerzas políticas y sociales de España como la única vía posible para doblegar al virus y acabar con la pandemia", según informó la Moncloa en un comunicado lanzado por la tarde. La dinámica había sido como en otras ocasiones, tal y como resumía un presidente regional: "Nos cuenta lo que ya ha hecho, sin opción de participar en la toma de la decisión. Y nosotros decimos lo que vamos a contar luego a nuestros medios regionales. Y nos despedimos hasta el domingo que viene".