Es noticia
El personal de las UCI empieza a recibir apoyo psicológico para que no se derrumbe
  1. España
ante el cansancio y la falta de material

El personal de las UCI empieza a recibir apoyo psicológico para que no se derrumbe

Al existir mayor posibilidad de contagio para los profesionales, se debe prever una alta posibilidad de bajas laborales que conllevan una cuarentena de unas dos semanas

Foto: Hospital de Bellvitge en L'Hospitalet (Barcelona). EFE
Hospital de Bellvitge en L'Hospitalet (Barcelona). EFE

"Vienen destrozados, están exhaustos, pero, sobre todo, llegan hundidos porque pese a todo el trabajo humano, no tienen material: les faltan respiradores, los recambios y hasta aparatos de hemodiálisis... Han empezado a recibir apoyo psicológico para que no se derrumben". Un familiar directo de una enfermera que trabaja en la UCI de uno de los mayores hospitales de Madrid confirma que la situación anímica de los intensivistas está a punto de sobrepasar el límite. "Y además les han dicho que va para dos meses mínimo".

El Plan de Contingencia contra esta epidemia que prepararon las sociedades de médicos y de enfermeras de las Unidades de Cuidados Intensivos de toda España, con la participación de los mayores expertos de los hospitales públicos del país, y que se presentó el pasado día 17, ya preveía —tomando las cifras y casos de China e Italia y la situación de la red hospitalaria española— que la situación iba a desbordarse y que lo que se llama "la primera línea de ataque", el personal sanitario de los hospitales, iban a sufrir la escasez de material, el estrés y el miedo al contagio.

En dicho plan se advertía que "al existir mayor posibilidad de contagio para los profesionales, se debe prever una alta posibilidad de bajas laborales que conllevan una cuarentena de unas dos semanas de duración, con mayor duración de la baja en caso de enfermedad grave". La primera consecuencia de ello sería, como está sucediendo, "la sobrecarga de trabajo y el estrés emocional que puede suponer el tratamiento de pacientes con posibilidad de transmitir enfermedades al propio personal (y estos a su vez a sus familiares)". En el plan, se pedía "cumplir escrupulosamente periodos adecuados de descanso, en ningún caso menores a los recomendados por la legislación vigente". Algo impensable en estos días.

A los turnos extenuantes y al temor al contagio hay que añadir "la desesperación" que sienten por la falta de material o de equipos de protección

A los turnos extenuantes y al temor al contagio —hay más de 450 profesionales sanitarios infectados, una enfermera fallecida en el País Vasco y casi 600 más sospechosos— hay que añadir "la desesperación" que sienten por la falta de material o de equipos de protección. "Hay desabastecimiento de material básico para poder montar como se debe los Equipos de Protección Individual (EPI), para poder atender a nuestros pacientes en los centros sanitarios" es la queja de Lucía M., enfermera en Madrid que ha iniciado una petición en Change.org. que lleva más de 257.000 firmas en apenas 24 horas.

"Los protocolos van cambiando día a día, pero no con base en la evidencia científica sino en la disponibilidad de material: máximo dos batas durante el turno, la misma mascarilla durante horas, incluso nos han llegado a pedir que nos guardemos la mascarilla en la taquilla para usar la misma el día siguiente, después de haber tratado pacientes... Tampoco tenemos protecciones para el cuello (escafandras impermeables como las utilizadas en otros países)".

El sentimiento de culpa

"Pero, además del estrés, el miedo al contagio por la falta de material de protección y ver cómo muchos pacientes no pueden ser atendidos debidamente por que faltan medios técnicos —insiste un profesional de la UCI de un hospital del sur de Madrid— está el choque emocional de ver qué hay pacientes a los que ni siquiera se les puede dar una oportunidad porque las UCI están a punto de saturarse". El plan de contingencia deja claro que "con el sistema saturado" se debe establecer "estrictamente" los pacientes que son candidatos y los que no a los cuidados intensivos.

"Eso es muy duro para un profesional de la medicina, sobre todo para los más jóvenes", insiste este sanitario. Todos estos factores han hecho que sean muchos los que han comenzado a recibir el apoyo psicológico que también prevé el plan de contingencia por "el desgaste profesional existente y la alta posibilidad de bajas no previstas durante el horario laboral o inmediatamente previas al inicio de la jornada laboral". Al contagio, el cansancio y la falta de material, insiste, "no podemos añadir la depresión o el sentimiento de culpa. No nos lo podemos permitir".

"Vienen destrozados, están exhaustos, pero, sobre todo, llegan hundidos porque pese a todo el trabajo humano, no tienen material: les faltan respiradores, los recambios y hasta aparatos de hemodiálisis... Han empezado a recibir apoyo psicológico para que no se derrumben". Un familiar directo de una enfermera que trabaja en la UCI de uno de los mayores hospitales de Madrid confirma que la situación anímica de los intensivistas está a punto de sobrepasar el límite. "Y además les han dicho que va para dos meses mínimo".

El redactor recomienda