Un puente aéreo Shanghái-Madrid para traer hasta 300.000 'test anticuerpos' a la semana

No solo el Gobierno mira hacia China en busca de soluciones. En Paracuellos de Jarama, una distribuidora privada de productos sanitarios trabaja contrarreloj para dotar a España de tests con los que combatir el Covid-19. Acostumbrada a comercializar pruebas de embarazo, drogas o VIH, su objetivo se centra en montar un puente aéreo entre Shanghái y Madrid para poder recibir hasta 300.000 tests rápidos de anticuerpos a la semana. "Ya hemos informado sobre ello al Ministerio de Sanidad y a todos nuestros clientes", explica Yaron Navon, director general de Lambra. "El lunes esperamos los primeras unidades y empezaremos a suministrarlas. En función de la demanda, podemos organizar pedidos diarios de 50.000 o 75.000 por vía aérea".

Los tests que van a importar no son como las pruebas PCR que se utilizan ahora en España para buscar materíal genético del virus en los pacientes. Los de Lambra, por el contrario, detectan los anticuerpos que genera el organismo ya recuperado o en proceso de recuperación, un enfoque por el que ya se está apostando en países como Reino Unido. El problema de este test es que resulta menos fiable para confirmar positivos, sobre todo en los primeros diez o doce días que siguen al contagio, cuando el cuerpo ni siquiera ha desarrollado los anticuerpos que revela. Su uso, por tanto, permite conocer cómo evoluciona el enfermo y la escala de la epidemia, pero no se erige como alternativa a los actuales: "Tiene más facilidades de producción y de distribuición", pero "no es un producto milagro", advierten.

TE PUEDE INTERESAR

Sanidad realizará test rápidos de diagnóstico del coronavirus a personas con síntomas

El Confidencial

Lambra recomienda usar el test como complemento a las pruebas PCR, como un resultado preliminar que "debe confirmarse con métodos de prueba alternativos y hallazgos clínicos". Pero cuando los diagnósticos se acumulan, su utilidad se multiplica. "En un momento de propagación como este, es un test más fácil de distribuir en masa para saber qué infectados con síntomas leves o asintomáticos pueden seguir siendo un foco de infección", explica Daniel Navon, director comercial. "Al necesitarse un control absoluto, también puede detectar infectados que antes no conocíamos". Boris Johnson prometió este jueves desarrollar unos tests de anticuerpos que serían "tan simples como una prueba de embarazo", pero los Navon rebajan el tono al hablar de su producto.

Los tests que llegarán a España proceden de unas fábricas que se encuentran a unas dos horas de Shanghái. Lambra evita revelar su nombre, pero apunta a que se trata de uno de "los mayores fabricantes de pruebas rápidas" de China, con capacidad para "producir entre 250.000 y 300.000 unidades al día". Dada la situación de emergencia, la distribuidora ha descartado traer los tests por vía marítima como hace con sus productos habituales y ha recurrido a la empresa de mensajería DHL para transportarlos en avión: "Tenemos un acuerdo por el que podemos tener unas 300.000 unidades semanales, que es nuestra capacidad de importación y financiera en estos momentos", explica el director general.

Con la primera remesa cerrada, apuntan a que no trabajan con particulares y que son varios los centros sanitarios que están a la espera. "Hay interés en algunos, otros están chequeando... Tenemos clientes desde hace 30 años y nuestro momento es ahora". El director general afirma que no han recibido ninguna ayuda pública y que "la empresa no está necesitada" en los primeros envío, pero las próximas semanas dependerán de la demanda: "Lo que tenemos de Sanidad es una licencia de importación del producto. Ellos saben y conocen el mismo. Una vez lo tengamos en los almacenes, nos pondremos de nuevo en contacto con los organismos". En cuanto al coste de cada unidad, responden que todavía no han fijado un precio: "varios euros" que en ningún caso superarán la decena.

En cualquier caso, insisten en que esto no es una oportunidad de negocio, sino una necesidad: "Somos de las únicas empresas que trabajan en este sector y queremos ayudar. Hay algún caso que nos molesta mucho, como unas mascarillas que importamos a diez centavos y se venden por cinco euros en la farmacia. Nosotros no especulamos". En función de cómo respondan los centros sanitarios, también explican que sus tests pueden acabar en otras partes del mundo: "El fabricante chino está exportando a veinte países. Nosotros también llevamos varios, entre ellos Israel, y estamos en contacto con Bélgica, Francia, Italia, Holanda, Luxemburgo... La prioridad es España. Si la necesidad aquí no llega a las posibilidades de distribución, la segunda prioridad serán el resto de países".

Por el momento, los 15 trabajadores de Lambra se centran así en montar el puente aéreo y distribuir los tests de anticuerpos por España: "Nos hemos dividido en tres grupos de cinco y vamos cambiando dos semanas. Uno que está en la empresa y otros dos trabajando desde casa. Si se da alguna infección, podemos cambiar al de la empresa por otro. Incluso estamos preparados para que el agente del almacén duerma aquí si es necesario".

Cómo funciona el test

Los tests rápidos de Lambra funcionan con suero, plasma o sangre y detectan dos anticuerpos: "Por lo que sabemos, que es muy poco comparado con lo que se va a ir descubriendo, el organismo empieza a generar anticuerpos a partir de los diez o doce días. El primero que genera es el IgM, que es el principio de la respuesta del sistema inmunológico. ¿Qué nos indica eso? Que el organismo está empezando a combatir el virus", explica el director comercial. "El segundo anticuerpo que detecta es el IgG, que se encuentra en una fase más avanzada de la enfermedad, entre 15 y 20 días de media". Si el test da positivo en alguno de los dos, asumen que has sido contagiado y que tu organismo está luchando contra el virus. Si el test da positivo en el segundo, asumen que estás en una fase avanzada de la enfermedad

El test consiste en una placa con una pipeta y un líquido reactivo, pero para realizar la prueba, se necesitan otras dos herramientas: una lanceta para hacer la punción y una pipeta para recoger la sangre. El procedimiento es simple: desinfectar las manos, hacer una punción en el dedo índice, recoger la muestra de sangre, colocarla sobre la placa, colocar el líquido reactivo en otro punto de la placa y esperar un resultado entre 2 y 10 minutos después.