Es noticia
"Miedo al virus": así viven las residencias de mayores y de personas con discapacidad
  1. España
APADIS PIDE VOLUNTARIOS MÉDICOS

"Miedo al virus": así viven las residencias de mayores y de personas con discapacidad

Son los colectivos más vulnerables, unos por edad y otros por sus necesidades, y quienes les cuidan viven con el temor de no saber hasta cuándo podrán mantener fuera la infección

Foto: Evacuacion por coronavirus en una residencia de ancianos de Burgos. Efe
Evacuacion por coronavirus en una residencia de ancianos de Burgos. Efe

"Nuestro problema es el miedo. Miedo a que los trabajadores nos contagiemos fuera y traigamos el virus en casos asintomáticos. Miedo a la falta de personal si eso ocurriera. Miedo a que se escapara de nuestras manos la situación si hubiera un gran número de personas mayores contagiadas. Miedo a no tener apoyo sanitario externo dado que también están colapsados...". Lidia es la enfermera jefe de la Residencia Madre Maravillas, que lleva en confinamiento desde el domingo pasado. Por el momento, no ha habido ni un caso entre los internos ni entre el personal. Han superado así la primera semana.

Son los más vulnerables de la sociedad ante la llegada de la pandemia. Y buena prueba de ello es lo sucedido en la Residencia La Paz, con tres fallecidos y decenas de afectados, o el Centro de Día de Valdemoro, uno de los focos de la epidemia en Madrid. Pero si los ancianos están en la diana -casi el 80% de los fallecidos en Madrid por la pandemia superan los 80 años- las personas con discapacidad intelectual también son un colectivo especialmente sensible. Apadis, una organización con gran implantación en la localidad del norte de Madrid de San Sebastián de los Reyes, ha hecho un llamamiento urgente solicitando voluntarios sanitarios.

"Los equipos están saturados, algunos hasta extenuados, y la ayuda de voluntarios sería muy útil para estas personas con discapacidad"

"Como resultado de la alerta por la propagación del Coronavirus los equipos están saturados de trabajo, algunos hasta extenuados, y la ayuda de voluntarios y voluntarias sería un aporte muy útil para que estas personas con discapacidad tengan la atención de máxima calidad, en unos momentos extraordinarios". Éste es parte del mensaje urgente que Apadis difunde desde el viernes por redes.

José García es su responsable de Comunicación y también del Centro Ocupacional, ahora cerrado por el coronavirus. "Hemos derivado personal de los centros que hemos cerrado y estamos cubriendo los turnos, pero tenemos preocupación porque no sabemos cuánto va a durar el confinamiento. Será largo, y los voluntarios serían muy positivos para poder mantener las actividades".

Urgente: voluntarios médicos y enfermeros

Apadis tiene cuatro centros de viviendas. Un edificio con 6 pisos con "casi una treintena de personas que hasta ahora salían los fines de semana y que ya no será posible; tenemos otro chalé con 7 plazas de personas con grandes necesidades de apoyo y autismo; otro centro con hasta 30 plazas de gravemente afectados, con sillas de ruedas y que requieren cambios posturales cada poco tiempo, y una residencia con 36 personas con discapacidad intelectual y trastornos de conducta". García quiere insistir en que "ahora, por el confinamiento, hay una ocupación de casi el cien por cien y en turnos, como el fin de semana, que hasta ahora no eran así. Y afortunadamente no tenemos ningún caso de contagio. Pero todo requiere un sobreesfuerzo que no sabemos cuánto durará".

Por ello saolicitan con urgencia voluntarios para echar una mano, "pero no una mano cualquiera: necesitamos médicos y enfermeros, podrían ser jubilados con conocimientos sanitarios que puedan venir sin un turno específico, para ayudar. No sustituirán a nadie, es solo ayudar" insiste. "Sabemos que va a ser complicado, pero tenemos que hacer ver la necesidad que tienen en esta situación las personas con discapacidad. Muchos de ellos necesitan entender la situación y tienen miedo: ven las mascarillas, que no pueden salir...Sabemos que hay sobredemanda en hospitales y centros de salud, pero también estas personas necesitan tenerlas en cuenta en esta situación".

Problemas de abastecimiento

El miedo a la llegada del virus es justo lo que preocupa a Lidia en la residencia de la Madre Maravillas. Siguiendo la orden de la Comunidad de Madrid están en régimen de confinamiento, con las visitas restringidas al máximo, desde el domingo pasado. Desde entonces, el medio centernar de ancianos "no han tenido ninguna incidenccia ni ningún tipo de sintomatología respiratoria. De momento están tranquilos". Salvo por el abastecimiento. Mercadona les ha dejado sin suministros. "El día 10 ya nos salía en la web que la entrega, en vez de tres días después, como siempre, no podía ser hasta el día 18. Lo admitimos y nos íbamos a apañar, pero hoy nos han mandado un correo indicando que por el coronavirus se anulaba el pedido. Hemos tenido que hablar con otros proveedores. Nos parece una negligencia importante el desabastecimiento a un centro de mayores en éstas circunstancias".

Los trabajadores también lo llevan, por ahora, bien. No ha habido ningún caso sospechoso, pero la principal preocupación es que el virus siga fuera. Hay comunicación constante con las autoridades regionales. "Salud pública nos manda comunicados con frecuencia a través de la dirección general del Mayor. Nos facilitan teléfonos y correos para cualquier incidencia. Nuestras necesidades están cubiertas dado que no ha habido incidencias".

Han decidido poner en contacto a los ancianos con sus familiares a través de vídeos de wasap, para cuidar también el aspecto emocional de los internos, que llevan una semana sin recibir visitas. "Nos llamaron del hospital de Getafe: si hubiera habido alguna incidencia durante el fin de semana tendríamos que haber contactado con un geriatra del hospital para que decidiera si el paciente era derivable y evitar el colapso. Tenemos en stock mascarillas y geles hidroalcohólicos...". Todo bajo control... mientras el virus siga fuera.

"Nuestro problema es el miedo. Miedo a que los trabajadores nos contagiemos fuera y traigamos el virus en casos asintomáticos. Miedo a la falta de personal si eso ocurriera. Miedo a que se escapara de nuestras manos la situación si hubiera un gran número de personas mayores contagiadas. Miedo a no tener apoyo sanitario externo dado que también están colapsados...". Lidia es la enfermera jefe de la Residencia Madre Maravillas, que lleva en confinamiento desde el domingo pasado. Por el momento, no ha habido ni un caso entre los internos ni entre el personal. Han superado así la primera semana.

Madrid
El redactor recomienda