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Los voluntarios para combatir el virus en la capital: jubilados, estudiantes y dentistas
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Iniciativa del colegio de médicos de Madrid

Los voluntarios para combatir el virus en la capital: jubilados, estudiantes y dentistas

"Para estar en casa de brazos cruzados viendo Netflix, prefiero ayudar, dado el alto número de contagiados. Yo no quiero que lleguemos a la situación de Italia", cuenta una voluntaria

Foto: Claudia Saura, Luis Aguado y Ane Urchegui
Claudia Saura, Luis Aguado y Ane Urchegui

"Cuando me jubilé nunca pensé que me volvería a poner una mascarilla más en la vida", explica el doctor Luis Aguado, un exanestesista de 66 años, que junto a un gran grupo de voluntarios piensa arrimar el hombro para frenar la pandemia. Médicos jubilados, estudiantes, opositores, dentistas, fisioterapeutas... Diferentes perfiles pero con un mismo objetivo: hacer frente al virus desde la primera línea de batalla.

"Todos debemos ayudar ¿no? Ahora mismo no se ha alcanzado el punto máximo del problema. Yo nunca he vivido esto en mi vida. Algo parecido fue la crisis del síndrome tóxico (Colza) y no tiene ni punto de comparación. Esto es distinto. Como no se sabe hasta dónde va a alcanzar este problema, pues se debe ayudar", sostiene el Doctor Aguado. Piensa que aunque sean mayores, son expertos en estos temas. Por ejemplo, cuenta que la anestesia es fundamental para la vía aérea. "La parte más letal del virus viene por la insuficiencia respiratoria, por lo que hay que poner respiración asistida, nosotros somos especialistas en esto".

Además, plantea que hay muchos profesionales que están enfermando. "Hay que asistir a la gente, hay que ayudarla, inclusive para atender llamadas. Ayudar a la gente de cualquier manera. A mí me hace ilusión".

"Yo me ofrezco para lo que necesiten de corazón. La situación parece bastante desesperante, ahora es cuando hay que arrimar el hombro"

Es consciente de que su edad está dentro del factor de riesgo. "Sí, que le vamos a hacer. Con los medios necesarios, se puede minimizar ese riesgo. No es por reengancharme otra vez, es simplemente porque es una situación excepcional, si no ni se me ocurriría, yo estoy felizmente jubilado. No tengo ningunas ganas de reincorporarme. La gente lo está pasando muy mal y lo puede pasar peor. Si el sistema está desbordado pues habrá que arrimar el hombro, incluso para coger un teléfono y tranquilizar a la gente".

Aguado lleva desde el 79 ejerciendo la medicina, hace un año que se jubiló en Madrid. Cuando vio la gravedad de la situación rápidamente llamó al Colegio de Médicos de Madrid para decirles que él era anestesista y que podría serle de ayuda. Lo que no se esperaba era que ese mismo día el colegio ya había lanzado su propia campaña para reclutar voluntarios para hacer frente al virus en la capital de España, donde los infectados se cuentan por miles.

"Yo me ofrezco para lo que necesiten de corazón. Están hablando de que no hay respiradores suficientes, pues personas que tenemos experiencia en la respiración asistida vamos a ser útiles. La situación parece bastante desesperante hay que arrimar el hombro".

Ante el previsible escenario de escasez de médicos, que se está viendo magnificada por el aumento de la carga de trabajo de los profesionales y por el mayor absentismo que está generando la epidemia de coronavirus, la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid ha creado una bolsa de médicos voluntarios, para que puedan ser requeridos por el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).

Desde la institución nos reconocen que han recibido muchas solicitudes y de todo tipo de perfiles, desde estudiantes, médicos jubilados, hasta profesionales sanitarios de otras áreas, como dentistas. Explican que en este punto están determinando cual será la labor y el lugar que ocuparán estos profesionales.

Otro voluntario con quien ha podido contactar este periódico es Claudia Saura. Tiene 25, se graduó en Medicina a finales de 2018 y ha estado opositando hasta ahora. "Me asusta la situación, pero es más fácil si mantienes la mente ocupada y de alguna manera contribuyes". Saura explica que fue su madre, que también es doctora, la que le informó sobre esta iniciativa.

"He tenido un poco de crisis porque este tiempo me viene muy bien para estudiar para las oposiciones, pero ya que he estudiado una carrera de medicina pues creo que debo contribuir. He sentido un poco la responsabilidad y he pensado que en una situación tan fea igual puedo hacer algo bueno".

placeholder Claudia en la consulta con su madre
Claudia en la consulta con su madre

Explica que esta iniciativa la compartió por un grupo de WhatsApp que tiene con sus compañeros de carrera. "Ha habido un poco de polémica porque hay dos posiciones: los que piensan que somos un estorbo y los que creemos que podemos ayudar algo. Yo soy más de la segunda opinión. A pesar de que evidentemente no tengamos la experiencia de un médico que lleva ejerciendo 20 años, hemos estudiado muchísimo y podemos ayudar".

A Claudia le preocupa la situación, más que por sí misma, por contagiar a los suyos, "sería terrible ser yo el medio de contagio de personas más mayores a las que les puede afectar más. Pero, por supuesto, tomaría las medidas pertinentes, para evitar el contagio".

Ganar un torneo nacional y frenar una pandemia

Ane Urchegui es una dentista de 30 años, de San Sebastián, que lleva siete ejerciendo su profesión en Madrid. "Nosotros no somos médicos, pero si hay algo en lo que podemos ayudar, lo haremos. Creo que la mayoría de los sanitarios de Madrid, tanto dentistas como enfermeros debemos ayudar", subraya Urchegui.

La ortodoncista, que actualmente es miembro de los comités de la Federación Española de Golf, el año pasado ganó el campeonato de España de mayores de 30. "Para estar en casa de brazos cruzados viendo Netflix, prefiero ayudar, porque no está de menos, dado el alto número de contagiados. Yo no quiero que lleguemos en España a una situación como la de Italia. Allí tengo muchos amigos y están muy preocupados, no pueden salir de casa están viendo morir gente, y yo no quiero que en España acabemos igual".

placeholder Ane Urchegui practicando el golf
Ane Urchegui practicando el golf

La golfista explica que también tiene amigos que son médicos y que ellos ahora no pueden parar, entonces piensa que su ayuda puede ser útil para que, o bien puedan descansar un poco, o bien para que la atención a todos los contagiados sea mejor. Visto así, ¿qué estoy haciendo quedándome en casa?

"Sin infectarme o ponerme en peligro a mí o a los demás no tengo ningún problema". Urchegui, al igual que los demás voluntarios, sostiene que no le importa la labor que le asignen siempre y cuando le den algunas directrices. Ya sea tomando la temperatura o cogiendo nombres, la cuestión es ayudar donde sea necesario por el bien de la sociedad.

"Cuando me jubilé nunca pensé que me volvería a poner una mascarilla más en la vida", explica el doctor Luis Aguado, un exanestesista de 66 años, que junto a un gran grupo de voluntarios piensa arrimar el hombro para frenar la pandemia. Médicos jubilados, estudiantes, opositores, dentistas, fisioterapeutas... Diferentes perfiles pero con un mismo objetivo: hacer frente al virus desde la primera línea de batalla.

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