Arrimadas barre en las primarias y deja al sector crítico de Igea en un 22% del apoyo

Sin sorpresas. Inés Arrimadas resultó la clara ganadora de las primarias de Ciudadanos y, desde este domingo, se convierte en la nueva presidenta de la formación naranja. Aunque los datos siguen siendo provisionales, la portavoz parlamentaria en el Congreso obtuvo un 76,91% de los apoyos frente al 22,3% de los recabados por Francisco Igea, representante de la corriente crítica. Se trata de la primera dirigente que se pondrá al frente de un partido que solo ha conocido como líder a Albert Rivera. El resultado de las elecciones internas llegó el 8 de marzo, coincidiendo con la celebración del Día de la Mujer, tras dos días de votaciones.

Las primarias que los afiliados naranjas afrontaron este fin de semana son las primeras también que han estado mínimamente reñidas. El vicepresidente de Castilla y León tenía muy pocas opciones de vencer. Sin embargo, fue capaz de aglutinar en un sector —bautizado como crítico— el malestar interno que existe en el partido desde hace meses, y muy especialmente desde el desastre electoral del 10 de noviembre. La fuerza que lograra su candidatura era crucial para el futuro de la formación. Finalmente contó con un 22,3% de los apoyos, una cifra nada desdeñable que, sin embargo, no cumplió con las expectativas que había despertado. Al menos, como dicen dirigentes cercanos a Igea, "ha quedado demostrado que no somos un 6% como pareció en la votación de compromisarios".

La participación aumentó en más de 25 puntos respecto al anterior proceso de primarias celebrado en 2017: llegó al un 59'5% de los afilados, un total de 12.328 votos sobre un censo de 20.713 militantes. El voto telemático (tan polémico durante los últimos meses) fue el elegido por el 58’41% de los militantes, mientras que la votación presencial (la urna que exigieron los críticos) tan solo fue utilizado por el 1,11% en las agrupaciones en las que llegó.

Este lunes comparecerá en la sede del partido el presidente de la gestora, Manel Bofill, donde dará cuenta de los detalles pormenorizados de la votación. Más allá de lo que cada territorio ha votado, la clara victoria de Arrimadas anticipa que la portavoz fue la elegida mayoritariamente en todas las provincias. Será en la asamblea general del próximo fin de semana cuando tanto ella, como el resto de su lista, tomen posesión como la nueva ejecutiva de Ciudadanos.

Arrimadas (Jerez de la Frontera, 38 años) llevaba tiempo consolidándose como la sucesora natural de Rivera. El expresidente del partido, igual que su guardia pretoriana, abonaron el camino desde la victoria en Cataluña en diciembre de 2017. En aquella campaña, todos los principales dirigentes que habían visto nacer el partido en 2006 o que se habían incorporado pocos meses después, constataron lo que antes había sido imposible: que Rivera tenía un recambio más que factible. Incluso había personas en el partido que ya advertían: “Inés es mejor que Albert”.

Aunque la candidatura de Arrimadas es claramente continuista con respecto a la pasada dirección (la mayor parte de los dirigentes del equipo de Rivera repiten), la portavoz parlamentaria no pertenecía al núcleo más duro del exlíder naranja, por mucho que esa fuera la sensación que a menudo se ha trasladado. Lo cierto es que Arrimadas no formaba parte del primer anillo de poder dentro del partido y su presencia en Madrid solo aumentó con su salto a la política nacional de cara al 28 de abril del año pasado. Todo ello a pesar de ser la portavoz del comité de dirección del partido durante largo tiempo.

La dirigente jerezana tampoco estaba en los comités de campaña y estrategia que guiaron a la formación en cada convocatoria electoral (de manera exitosa si se atienden al crecimiento y a los números) y a un estrepitoso fracaso en la última llamada a los electores: el negro 10 de noviembre que muchos intentan olvidar. Sí estaban en esos comités acompañando a Rivera algunos de los pesos pesados que Arrimadas ha decidido mantener. Entre ellos y de manera muy clara, el secretario de Finanzas del partido que ya fue ascendido por Rivera el pasado verano nombrándolo vicesecretario general, Carlos Cuadrado, que estuvo muy presente en las decisiones de estrategia política de Ciudadanos en el último año.

Cuadrado tendrá un papel fundamental en la nueva etapa del partido, no solo como vicesecretario del mismo (cargo que también ostenta en el mismo nivel el exsocialista Joan Mesquida) y que, en todo caso, ambos contarán con una persona por encima: la secretaria general designada por Arrimadas, Marina Bravo. Aun así, Cuadrado y su número dos (José María Espejo) están destinados a asumir lo que se llama la fontanería del partido. Es decir, a coordinar la parte orgánica y organizativa de la formación que, a fin de cuentas, es la base de toda organización humana y política.

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Paloma Esteban

Con respecto a otras de las muchas personas elegidas por Arrimadas, representan a los distintos territorios y, en muchos casos, son los principales representantes institucionales naranjas. Por ejemplo los vicepresidentes de Andalucía y Madrid, Juan Marín e Ignacio Aguado; o la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, y la consejera de Cultura de la comunidad madrileña, Marta Rivera de la Cruz.