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Cuaresma sin cuarentena en Sevilla por el coronavirus: "No veo peligro en besar la talla"
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Cuaresma sin cuarentena en Sevilla por el coronavirus: "No veo peligro en besar la talla"

Los besapiés y besamanos, los traslados y ensayos de costaleros se celebran con normalidad, pese a la recomendación de las autoridades de extremar las precauciones

Foto: Hermanos de los Panaderos en la Iglesia de la Misericordia
Hermanos de los Panaderos en la Iglesia de la Misericordia

José Carlos y Dolores no fallan a la tradición. Como cada año, y sin excepción, ambos acuden a rendirle su respeto a la talla de Jesús de la Sentencia, titular de la hermandad de la Macarena de Sevilla. La liturgia es la que sigue: los fieles avanzan hasta el altar, donde el Señor se presenta para el besapiés, allí los fieles besan la imagen, la tocan, la miran con alguna que otra petición que hacerle y siguen adelante sin más. A su paso, un monaguillo pasa un pañuelo blanco para limpiar de la talla la saliva fruto del beso. Un beso y otro, y otro hasta contarse por miles. Así ha sido siempre, y así es pese al coronavirus, el gran protagonista de la Cuaresma sevillana.

"Pese a todo lo que se está hablando, nunca nos habíamos planteado la posibilidad de no venir", explica José Carlos, de 75 años, natural de San Fernando, Cádiz, y hermano de la Macarena desde hace décadas. "Porque una cosa es venir a mostrarle la devoción al cristo o a la virgen y otra es la acción de darle el beso, que este año lo hemos descartado por ahorrarnos el riesgo", aclara el gaditano, enfermero jubilado, a las puertas de la basílica. "Precisamente por mi profesión conozco bien los riesgos y vías de contagio y —sigue—, aunque no estemos especialmente asustados, sí debemos tomar las debidas precauciones sanitarias para preservar nuestra salud y la del resto de personas".

placeholder José Carlos y Dolores vienen cada año desde San Fernando, Cádiz, al Besapiés del Señor de la Macarena.
José Carlos y Dolores vienen cada año desde San Fernando, Cádiz, al Besapiés del Señor de la Macarena.

En Andalucía son ya 16 las personas afectadas por coronavirus. Pese a estar dos días sin registrar nuevos casos, en las últimas horas se han comunicado cuatro nuevos contagios, entre ellos, dos estudiantes sevillanas que viajaron recientemente a Italia. Sigue en aislamiento el varón de 73 años de Málaga. Su estado es estable dentro de la gravedad en la Unidad Cuidados Intensivos del hospital Virgen de la Victoria. El resto de pacientes confirmados siguen estables, algunos asintomáticos, bajo seguimiento activo en sus domicilios. Pero la alerta por coronavirus recorre las iglesias y las casas de hermandad en uno de los momentos más esperados por los cofrades, la Cuaresma, repleta de actos en la capital.

"Todos los años lo besamos, pero este año no", insiste José Carlos, un hombre tranquilo. "Precisamente por el riesgo, que no sabemos hasta qué punto tiene importancia o no. Soy de la opinión de que, dentro de lo posible, hay que evitar toda posibilidad de contagio", razona este devoto macareno. "Se puede adaptar la tradición haciendo otros usos. El respeto y la devoción a las imágenes se puede mantener sin necesidad de, dado este caso, besar el pie o las manos". "Eso sí, para riesgo terrible, quizás el más peligroso de todos sea el pañuelo que se usa para limpiar la saliva de la imagen. Eso, visto al microscopio, tiene que ser monstruoso", zanja el jubilado.

Cientos de cultos en la Cuaresma sevillana

La ciudad acaba la primera semana de la Cuaresma con una retahíla de cultos. El besapiés del Sentencia, como se conoce en Sevilla a la talla que procesiona en la 'Madrugá' con la Macarena, es el más multitudinario. En torno a la basílica se reúnen devotos, curiosos y turistas. Esta hermandad, y todo el conjunto de espacios e imágenes que la rodea, es el tercer monumento más visitado en Sevilla, por detrás de la Catedral y el Real Alcázar. Las cuentas propias de la hermandad hablan de un millón de visitantes al año, de las que el 30% son extranjeros.

placeholder La Cruz de Guía de la Hermandad de Los Panaderos a las puertas de la Iglesia de la Misericordia
La Cruz de Guía de la Hermandad de Los Panaderos a las puertas de la Iglesia de la Misericordia

La hermandad de la Macarena explica a El Confidencial que no hay motivo para suspender nada y que los actos se desarrollan con total normalidad. Según su tesis, haber variado los planes previstos podría haberse visto como una alarma, algo que quieren evitar a toda costa.

Y allí, en mitad del trasiego, el coronavirus aparece en las conversaciones. "Claro que lo hemos hablado, y mucho; pero no creo que estemos más expuestas por besar la talla", afirman Mercedes y Patricia, dos sevillanas de 19 y 21 años. "Cada una decide si hacerlo, y pienso que es una imagen sagrada y no le veo el peligro —resuelve Mercedes—; se habla mucho, pero esto es una gripe más, se muere más gente por otras cosas".

No son pocos los que en el ambiente cofrade sostienen la tesis de que el coronavirus es, como dice esta joven, "una gripe más". El mantra se repite en todos los eventos religiosos, que suelen coincidir poco después de la caída de la tarde en Sevilla. Junto a él también se repiten teorías relacionadas con la climatología: a más calor, menos coronavirus.

Pendientes del tiempo y pidiendo calor

"Y es verdad", asegura el hermano mayor de la hermandad de la Hiniesta, el médico de familia José Antonio Romero. "Si el COVID-19 se comporta como los otros coronavirus, el calor lo desactivará", explica el galeno, que ejerce en el hospital Quirón Infanta Luisa. Según detalla a El Confidencial, estos gérmenes están detrás de refriados de invierno y de algunas gastritis. Solo queda esperar a que tenga las mismas características que otras cepas.

"Si el COVID-19 se comporta como los otros coronavirus, el calor lo desactivará", explica un médico del hospital Quirón Infanta Luisa

Así, los cofrades sevillanos vuelven a vivir las vísperas de la Semana Santa con la mirada puesta en el tiempo. Y no solo por la lluvia. Mientras que el calor llega, el hermano mayor de la Hiniesta recomienda, como médico, aplicar "sentido común y prudencia" de cara a actos como los besapiés y besamanos.

"Yo no suelo besar directamente la imagen, prefiero mirarlas a los ojos y rezarle; y no solo por el coronavirus. Nuestra recomendación como hermandad siempre es evitar llevar los labios a la madera, también para proteger la policromía de la talla", explica Romero. "Se puede pedir y agradecer de muchas formas", advierte el hermano mayor de la corporación, que celebró el besamanos de la virgen este pasado fin de semana.

"No nos planteamos suspenderlo porque no había ninguna información de las autoridades pidiéndonos que lo hiciéramos y nosotros tenemos que tener en cuenta lo que significa para los hermanos besar a nuestros titulares —defiende el hermano mayor—, hay mucha devoción, mucha tradición detrás de ese gesto".

Como galeno, Romero presume de la respuesta que está teniendo la sanidad andaluza y la "pericia" de los médicos que trataron al primer caso detectado. "Es un virus ARN y han aplicado con mucho acierto y habilidad científica un retroviral que se utiliza contra el VIH; creo que Andalucía está sabiendo cómo reaccionar frente al COVID-19", zanja.

placeholder Un monaguillo en el besapiés del Cristo de la Sentencia de la Hermandad de la Macarena
Un monaguillo en el besapiés del Cristo de la Sentencia de la Hermandad de la Macarena

Desde el pasado 25 de febrero y hasta el 4 de marzo, el servicio de Salud Responde de la Junta de Andalucía ha atendido 3.495 llamadas relacionadas con el coronavirus. Solo entre el lunes y el miércoles se recibieron 1.884 consultas, lo que lleva a pensar que se superarán las 1.611 despachadas de la semana anterior. Además, la Consejería de Salud y Familias ha informado de que ya son más de 72.000 las consultas al apartado dedicado específicamente al COVID-19 de su aplicación, desde su creación.

"La Semana Santa seguirá adelante"

"No hay motivo para preocuparse, la Semana Santa seguirá adelante", confirma a El Confidencial la coordinadora del grupo Asesor de Coronavirus en Andalucía, Inmaculada Salcedo. "Sí hay que reconsiderar algunas costumbres, porque somos muchos y hay que tener ciertas precauciones", añade esta doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública. A su juicio, basta con extremar las medidas relacionadas con la higiene de manos, como lavarlas bien después de estornudar, o usar pañuelos desechables. "Al toser, las gotas de saliva se quedan impregnadas en las manos y por ahí se transmite el virus; también al hablar, de ahí que se recomiende cierta distancia", apunta Salcedo.

Sobre los besamanos, la doctora insiste en que "la mayoría de las personas son sanas" y quienes deben decidir sobre la idoneidad de celebrar este tipo de actos son los responsables de las corporaciones religiosas. "Interrumpirlos o no solo depende de ellos; si a mí me pidieran una recomendación, les diría que cualquier cosa que conlleve gotas de saliva y manos no es muy recomendable", asegura Salcedo, que destaca que en Andalucía no se hayan registrados nuevos casos en las últimas horas.

La doctora insiste en los besamanos "la mayoría de las personas son sanas" y en que son las autoridades las que deben decidir sobre estos actos

"En Andalucía estamos relativamente tranquilos para lo grande que es la comunidad. No tenemos muchos casos, todos están controlando y evolucionando bien", valora la experta, que insiste en que España sigue en la fase de contención. Solo un incremento del número de casos haría que cambiase este estado, y solo entonces "se tomarían medidas más drásticas; aunque ese escenario no está contemplado, para nada", detalla Salcedo. Y zanja: "Pero de ahí a suspender la Semana Santa, eso no es necesario en absoluto".

Tres hombres enchaquetados hablan a las puertas de la iglesia de la Misericordia de Sevilla, en el casco antiguo de la ciudad. Dentro, en un templo a rebosar, hay monaguillos, hombres y mujeres con cirios y acólitos echando incienso. Fuera, algunos devotos esperan a que los dos titulares de la hermandad de Los Panaderos, Jesús del Soberano Poder y la Virgen de Regla salgan sobre unas andas para hacer el tradicional traslado a la capilla de San Andrés, situada a apenas unos cientos de metros.

placeholder Traslado de los titulares de la hermandad de Los Panaderos a la Capilla de San Andrés
Traslado de los titulares de la hermandad de Los Panaderos a la Capilla de San Andrés

Ni tan siquiera se puede hablar de bulla, aunque los que están se apelotonan frente a la puerta de la iglesia. No hay espacio entre ellos. Ni mucho menos el metro y medio de rigor del que tanto se habla como medida de precaución.

Normalidad y falta de criterio

Jaime, Francisco Javier y David hablan de todo, menos del coronavirus. "Alguna broma sí hemos gastado, pero porque es la guasa, no se puede remediar", confiesa el mayor de ellos, Jaime, de 63 años. De sus cuellos cuelga la medalla de la hermandad. "Vemos las noticias y las seguimos con atención, pero nada más allá de lo que hace un ciudadano cualquiera. Hasta el momento no hay directrices de la hermandad al resto de hermanos. Todo sigue según lo previsto, incluso el besamanos de la virgen, que será este sábado", relata.

placeholder Jaime Caballero, David Salas y Francisco Román, hermanos de la Hermandad de Los Panaderos, de Sevilla
Jaime Caballero, David Salas y Francisco Román, hermanos de la Hermandad de Los Panaderos, de Sevilla

—¿Irá?

Iremos. Y besaremos. Y con total normalidad. Todo irá bien, no hay que dejarse llevar por la alarma.

En el ámbito cofrade se respetan las jerarquías. Los hermanos obedecen a sus juntas de Gobierno, los hermanos mayores atienden las recomendaciones del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la ciudad, que a su vez mira al Arzobispado en busca de respuestas en el caso del coronavirus.

En una entrevista a Canal Sur Radio, el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha pedido "calma" a los fieles. "Lo más prudente es esperar y no lanzar campanadas al vuelo y preocupar excesivamente a la gente", insistía en las ondas el prelado, que sí ha otorgado la libertad a los devotos de dar o no la paz en las misas por el coronavirus. También deja bajo decisión propia el uso del agua bendita y aplaza cualquier recomendación para los besamanos y besapiés para los próximos días.

Por su parte, el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Sevilla, Francisco Vélez, ha asegurado a El Confidencial que no son pocas las llamadas que está atendiendo en los últimos días sobre el coronavirus. "Nosotros ni tenemos criterio ni una posición, estamos a lo que digan las autoridades sanitarias", confirma. "Yo no soy médico, soy abogado —sigue—; estamos a lo que se resuelva, y deseando que se resuelva, pero no sabemos nada más, solo lo que sale en los medios".

"Yo no soy médico, soy abogado; estamos a lo que se resuelva, y deseando que se resuelva, pero no sabemos nada más, solo lo que sale en los medios"

Explica Vélez que sí ha percibido cierta cautela entre los hermanos mayores de Sevilla a hablar del coronavirus. "Es como la bicha, casi es mejor ni mentarla", apunta. Y que las hermandades están teniendo criterio propio a la hora de seguir adelante con sus cultos. "Esto, claro, puede cambiar en cualquier momento, porque falta un mes para la Semana Santa y puede que todo vaya a mejor o a 'menos mejor'", concluye el presidente.

Los hoteleros sevillanos han dado ya la voz de alerta: se están congelando las reservas de cara a la primavera, donde coinciden la Semana Santa y la Feria de Abril, temporada alta. A las cancelaciones de los turistas asiáticos e italianos se le suman las de los congresos profesionales. Decisiones que tendrán impacto en la economía local y que ya se están tratando de paliar desde el ayuntamiento de Sevilla, que trata de calmar la alarma social.

"Un exceso de precaución"

"La suspensión de la Semana Santa o de la Feria de Abril no están encima de la mesa. Tendría que cambiar la situación drásticamente y tener otras indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para tomar decisiones de otro tipo", ha asegurado el concejal delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, el socialista Antonio Muñoz.

placeholder Hermanos de Los Panaderos en la Iglesia de la Misericordia
Hermanos de Los Panaderos en la Iglesia de la Misericordia

A su juicio, nada salvo "un exceso de precaución" justifica la cancelación de visitas a la ciudad. "No hay motivo para dejar de venir a Sevilla", asegura Muñoz, que pide "tranquilidad y sentido común, no echar leña al fuego". Pasada la crisis, el ayuntamiento ha anunciado que insistirá con promoción turística en aquellos mercados que se hayan podido ver resentidos.

Lo que no se suspenden son los ensayos de costaleros. En la plaza del Pumarejo, en la zona norte de casco antiguo, un centenar de personas se ajustan el costal antes de ocupar su sitio en las trabajaderas. Todos vienen de la 'igualá', el evento en el que el capataz distribuye las alturas dentro del paso. La imagen de un paso de misterio tapado con sábanas deambulando por las noches ya no sobrecoge a los sevillanos, que impertérritos apuran sus Cruzcampo en los veladores. Solo algunos turistas se acercan a hacer fotos a los costaleros.

"Se habla del coronavirus más que del Betis y del Sevilla, es el tema de moda", afirma con guasa el capataz del paso de misterio de la hermandad del Carmen Doloroso, Manuel Gallego. Ya serio, apunta que la intranquilidad está instalada en los cofrades, sobre todo después de la suspensión del carnaval de Venecia. Sin embargo, ni él ni ninguno de los cien hombres que conforman su cuadrilla notan diferencia alguna en esta Cuaresma respecto a la anterior.

placeholder Costaleros de la Hermandad del Carmen durante el último ensayo previo a la Semana Santa de Sevilla
Costaleros de la Hermandad del Carmen durante el último ensayo previo a la Semana Santa de Sevilla

"Puede que llegue el momento en el que debamos preocuparnos, puede, pero de momento nada", confirma el capataz, que tampoco ha dado recomendaciones a sus costaleros. "No les estamos pidiendo que no viajen o que se reserven, eso lo tienen que decir las autoridades", valora Gallego. "Más que vigilantes lo que estamos es dispuestos a la guasa", zanja.

Y de eso hay mucha en Sevilla. Sergio, Juan Antonio e Israel son costaleros. Sacan hasta cuatro pasos en Semana Santa. Uno de ellos, la Esperanza de Triana, que celebrará su segundo y último ensayo de costaleros este próximo sábado. En el interior de una parihuela, durante el trabajo, se suda y los cuerpos se rozan en un espacio angosto y cargado. Los hombres se apoyan unos en otros. El contacto es inevitable.

"¿Que qué tendría que pasar para que dejásemos de meternos debajo de una trabajadera? Que cayeran dos o tres de estos", responde Juan Antonio señalando al resto de la cuadrilla. Ninguno duda que estarán bajo los pasos cuando llegue el momento. Esa opción no se valora. "Y si hay que ponerse el costal vestido de buzo para evitar el coronavirus —zanjan—, pues que así sea".

José Carlos y Dolores no fallan a la tradición. Como cada año, y sin excepción, ambos acuden a rendirle su respeto a la talla de Jesús de la Sentencia, titular de la hermandad de la Macarena de Sevilla. La liturgia es la que sigue: los fieles avanzan hasta el altar, donde el Señor se presenta para el besapiés, allí los fieles besan la imagen, la tocan, la miran con alguna que otra petición que hacerle y siguen adelante sin más. A su paso, un monaguillo pasa un pañuelo blanco para limpiar de la talla la saliva fruto del beso. Un beso y otro, y otro hasta contarse por miles. Así ha sido siempre, y así es pese al coronavirus, el gran protagonista de la Cuaresma sevillana.

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