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“¡Ya no van a existir ni hombres ni mujeres!”: por qué IU reniega del Partido Feminista
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EN CONTRA DE LA LEY TRANS

“¡Ya no van a existir ni hombres ni mujeres!”: por qué IU reniega del Partido Feminista

El partido de Alberto Garzón ha decidido expulsar a la formación liderada por Lidia Falcón por pronunciarse reiteradamente en contra de la postura oficial

Foto: Lidia Falcón (Partido Feminista), junto a Cayo Lara, en 2015. (EFE)
Lidia Falcón (Partido Feminista), junto a Cayo Lara, en 2015. (EFE)

Hasta hace unos días, la existencia en España de un Partido Feminista era desconocida para la gran mayoría. Aunque se fundó en 1977, su trayectoria ha pasado absolutamente desapercibida todos estos años, y ni siquiera el auge del movimiento ha relanzado una formación que tenía todas las papeletas para rascar unos votos.

Integrada en Izquierda Unida desde 2015, era una de las formaciones que configuraban el partido, al igual que el PCE o Izquierda Republicana. Y así ha sido hasta el pasado sábado, cuando el 85% de sus militantes votó expulsar a la formación de Lidia Falcón, histórica feminista, activista contra la dictadura franquista y líder el partido desde su formación.

El divorcio no ha sorprendido dentro del feminismo. Falcón, a través de la cuenta oficial de Twitter del partido, llevaba tiempo posicionándose en contra de la ley trans y LGTBI que prepara Unidas Podemos, acusando de estar detrás de la iniciativa "al 'lobby' trans".

“¡Ya no somos ni mujeres ni hombres, ni padres ni madres: son los trans los que van a dictar la ética, la política y la estrategia del feminismo!”, dice indignada Falcón unos días después de la expulsión. “Ya no tiene sentido nada, ni el óvulo, ni el espermatozoide… Cualquiera va a poder ser o cambiarse de sexo cuando quiera”.

Aunque fue registrado en 2018, es ahora con el nuevo Gobierno de coalición cuando se está recuperando el texto legislativo que, entre otras cosas, defiende la “autodeterminación del género” sin necesidad de informes psicológicos, como ocurría hasta ahora. También reconoce como personas trans a las que han decidido no operarse los genitales para hacer una reasignación de sexo, extremo con el que las denominadas TERF (feministas radicales trans excluyentes) no están de acuerdo, ya que consideran que diluye el sujeto de reivindicación del feminismo: la mujer. “Si se aprueban esas leyes en España, viviremos la pesadilla de las inglesas, obligadas a compartir los váteres con trans que ni siquiera se han operado”, dijo el partido en un tuit. “Esto va a cambiar hasta el censo de los países y las cuotas políticas para las mujeres que tanto nos ha costado conseguir”, ahonda Falcón.

Foto: Celebración del día internacional contra la homofobia y la transfobia

Denunciada por delito de odio

El debate que ha provocado la salida del Partido Feminista Español (PFE) no es nuevo, aunque sí especialmente virulento desde hace unas semanas. A nivel político, la teoría queer —que defiende que las identidades y orientaciones sexuales son el resultado de una construcción social— enfrenta también al feminismo más clásico del PSOE con sus socios de Unidas Podemos. Una parte las acusa de ‘tránsfobas’ y la otra de estar financiadas o influenciadas por el ‘lobby trans’ o ‘lobby gay’.

La propia Falcón ha utilizado a menudo estos términos a través del partido, lo que provocó la apertura de un expediente en la organización de Izquierda Unida a finales de diciembre. Tras varias reuniones y cruces de acusaciones, el informe ha concluido que la actitud de Falcón va en contra de los estatutos del partido por “pronunciarse públicamente contra los acuerdos de los órganos de IU que el PFE se niega a cumplir” y, especialmente, por ir en contra del Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual (Aleas) de IU. Falcón defiende que con Cayo Lara llegaron al acuerdo de poder seguir expresándose libremente, pero lo cierto es que en el texto —consultado por este diario—, no se hace mención a ese hecho y sí a que deben acogerse a los estatutos.

Falcón también alega que nunca han recibido, a pesar de pedirlo reiteradamente, la resolución por la que se aprobó que IU apoyase la ley trans. “Cuando pregunté a las asistentes si habían leído la ley, de 56 personas que estaban allí solo cuatro levantaron la mano. Y sin embargo votaron nuestra expulsión. Sin conocer el redactado de la ley que elimina la existencia de las mujeres”, defiende su partido en un comunicado difundido el pasado martes.

Según Lidia Falcón, la ley trans y LGTBI "abre la puerta a legalizar la trata de mujeres para alquilar úteros que fabriquen niños"

La expulsión del PFE de la formación de Garzón surge de la propia militancia: 1.500 afiliados firmaron un documento pidiendo a la cúpula su expulsión. “Su beligerancia hacia las personas trans es una actitud que resulta a todas luces connivente con la vulneración de derechos fundamentales y supone una discrepancia política e ideológica fundamental e irreconocible”, afirmó el partido en un comunicado tras la asamblea del sábado donde se votó la expulsión y al que se remiten para explicar su postura. "En IU no tienen cabida las [posiciones] tránsfobas o LGTBfóbicas", añaden.

La figura de Falcón era incómoda para el partido. Sobre todo tras la denuncia por delito de odio que le interpuso la Federación Plataforma Trans el pasado mes de diciembre ante la Fiscalía, por decir que la ley trans "abre la puerta a legalizar la trata de mujeres para alquilar úteros que fabriquen niños", así como por sus críticas a que los niños trans puedan hormonarse para bloquear su desarrollo hacia un sexo que no quieren. La federación ha calificado de “limpieza higiénica” su expulsión.

Falcón también vincula directamente la aprobación de la ley a que haya más violaciones en espacios reservados para mujeres —como cárceles o servicios públicos— por parte de hombres que dicen ser mujeres. Y de alguna manera, también lo relaciona con la pederastia. “Esas feministas no solo invierten su tiempo y su capacidad mental en discutir qué sexo van a llevar hoy, como si fuera el vestido que se cambian, sino que están siendo el soporte de la campaña que han desencadenado los pederastas para violar impunemente niños y niñas”, dijo en una columna de opinión en 2017 en la que se hace eco de supuestos casos reales en los países con leyes trans en vigor, aunque sin ningún tipo de referencia.

placeholder La líder del PFE, Lidia Falcón.
La líder del PFE, Lidia Falcón.

A favor del 155 y en contra del 8-M

Pero la cuestión trans no es la primera en la que el PFE se posiciona radicalmente en contra de lo defendido por el partido de Alberto Garzón. En estos cinco años han defendido, por ejemplo, la aplicación "imperativa" del 155 en Cataluña y han ido en contra de la convocatoria de huelga del 8 de marzo porque Falcón consideraba que “no iba a tener repercusión”. Incluso criticó el acuerdo entre IU y Podemos que dio lugar a Unidas Podemos, calificándolo de “absolutamente inadmisible” y “un indudable desprecio”. Tampoco ha estado de acuerdo con el movimiento MeToo, con la Ley de Violencia de Género ni con la de igualdad.

El PFE se posicionó a favor del 155 y en contra de la convocatoria de una huelga el 8 de marzo

Además, Falcón ha acusado abiertamente a Garzón de “paternalista” y reconoce no tener buena relación con él. “El primer tropiezo lo tuvimos nada más entrar, cuando me presenté a las primarias por Sevilla. Dijeron que me apoyarían y luego hicieron pucherazo y me dejaron segunda. Cuando fuimos a pedir explicaciones, Garzón ni siquiera contestó. Y cuando tengo que hablar en las asambleas, se levanta y se va”, añade la presidenta.

“Todo esto está manipulado por Podemos, e Izquierda Unida obedece”, opina Falcón sobre la deriva del partido al que se unió para “unificar la izquierda” y por el consenso que había entonces en materias como la prostitución o la pornografía (ambos son abolicionistas). “Ahora son unos desgraciados al servicio de Podemos. Se han deshecho de los militantes más veteranos. Solo quedan las niñas de Podemos, que corren por el ministerio con una tarta porque piensan que un ministerio es eso”, critica haciendo referencia al Ministerio de Igualdad dirigido por Irene montero.

Tampoco es la primera vez que la presidenta del PFE marca una barrera con las generaciones más jóvenes del feminismo. Ya en una entrevista en 'Público' dijo que las jóvenes “como militantes no sirven, su feminismo es una juerga. Cuando en las manifestaciones me harto de aguantar que canten, que bailen, que me empujen, y que digan tonterías como que las prostitutas son trabajadoras del sexo, pues me voy”.

300 afiliados ante su tercer congreso

Los tuits de la discordia con IU fueron todos publicados en la cuenta oficial del Partido Feminista que, como ella misma reconoció, controla personalmente desde 2018. Un claro ejemplo de que Falcón es el partido y el partido es Falcón.

Tradicionalmente, ha sido considerada una importante figura feminista dentro del movimiento. Incluso Pablo Iglesias la entrevistó en su programa y la presentó como "memoria viva del feminismo", por su trayectoria, en la que se incluyen unas cuatro decenas de libros. También es reconocida por su activismo político durante la dictadura franquista, que le costó la prisión y las torturas de Billy El Niño. “Consideramos una calumnia que se nos acuse de transfobia y LGTBfobia, cuando yo misma, antes de que nacieran los que ahora dirigen IU, estaba ya defendiendo a homosexuales, lesbianas y transexuales, con bastante riesgo para mi libertad e integridad física”, dice en el comunicado el Partido Feminista/Falcón.

placeholder El segundo congreso en la historia del PFE apenas reunió a una decena de militantes. (Web del PFE)
El segundo congreso en la historia del PFE apenas reunió a una decena de militantes. (Web del PFE)

Doctora en filosofía y abogada, a sus 84 años también es habitual columnista del diario 'Público', donde trabaja y fue director su hijo. Ahí vierte tanto sus opiniones como la postura del partido, que fundó en 1977 primero como Organización Feminista Revolucionaria. Siempre ha rechazado una organización horizontal, en favor de los “méritos y veteranía” que la han posicionado como líder. Actualmente, el PFE lo conforman algo más de 300 afiliados en toda España, y en su historia ha tenido dos congresos. El primero, en 1978, reunió a 80 personas, y el segundo, celebrado en 2015 —y donde precisamente se votó entrar en IU—, no alcanzó la decena.

El pasado mes de marzo, Falcón achacaba el escaso éxito de su partido al “atraso español heredado de la dictadura” y a la “hipocresía de muchas feministas que se postulan como puras, sin contaminación política”. Este viernes afrontan precisamente su tercer congreso, en el que, además del futuro de la formación, debatirán las acciones a tomar ante la expulsión de Izquierda Unida. “Seguramente, acabaremos en los juzgados”, advierte Falcón.

Hasta hace unos días, la existencia en España de un Partido Feminista era desconocida para la gran mayoría. Aunque se fundó en 1977, su trayectoria ha pasado absolutamente desapercibida todos estos años, y ni siquiera el auge del movimiento ha relanzado una formación que tenía todas las papeletas para rascar unos votos.

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