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Feijóo gana el primer asalto en Galicia frente a Arrimadas, Vox... y Pablo Casado
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Feijóo gana el primer asalto en Galicia frente a Arrimadas, Vox... y Pablo Casado

Para Cs, el no del gallego es "desautorizar" a Génova. Para el PP regional, "hay sintonía total con Madrid: ¿va a compartir con Ciudadanos su primera mayoría absoluta como presidente...?"

Foto: Casado y Feijóo, el pasado octubre en Galicia. (EFE)
Casado y Feijóo, el pasado octubre en Galicia. (EFE)

"La batalla de Galicia la ha ganado Feijóo. Pero los perdedores no serán solo Arrimadas y Ciudadanos: a quien le manda un claro mensaje es a Pablo Casado y a su falta de liderazgo en el momento en que más debía demostrarlo". Dentro de la gestora de Cs tienen claro que el enroque del líder gallego contra cualquier tipo de coalición electoral con los 'naranjas' para el 5-A es "un golpe al liderazgo nacional de Génova". Y lo sucedido este viernes con Alfonso Alonso y el PP vasco parece darles la razón. Sin embargo, en el PP regional, lo desmienten rotundamente: "Hay sintonía total. Casado sabe que tiene la posibilidad de lograr su primera mayoría absoluta al frente del partido... ¿va a compartirla con Ciudadanos?".

En todo este cóctel que se ha venido elaborando con reuniones en Madrid, en Galicia y hasta en Benavente, el tercer ingrediente que ha servido para reforzar a Feijóo es el partido de Santiago Abascal. El principal argumento de Ciudadanos y del PP nacional para proponer una coalición en Galicia, País Vasco y, cuando toque, en Cataluña es que la división, con la sangría de votos por la derecha que supone Vox, pone en riesgo la consecución de mayorías de gobierno. Sin embargo, en Galicia, Vox ha decidido no presentar un candidato a la Xunta, sino cuatro listas, una por provincia, sin designar candidato oficial.

La estrategia de Vox —ataque sin cuartel a Feijóo y no presentar candidato a la Xunta— engordan las posibilidades del PP, según todas las encuestas

"Es la misma estrategia que seguimos en Andalucía en 2018. Estas elecciones son más complicadas para nosotros, ahora somos la tercera fuerza en el Congreso y tenemos que elaborar las listas con más cuidado, decidir bien a quién metemos. El líder dependerá del resultado", dicen en Vox. Lo cierto es que esta indefinición —juegan con la marca Vox y la presencia de Abascal en la campaña— ayuda a fortalecer a Feijóo: las encuestas que se han publicado hasta ahora les dejan fuera del Parlamento regional (la ley gallega obliga a superar el 5% del voto para tener representación) y los tracking internos que maneja, por ejemplo, el PP así lo confirman. "De momento —insisten— ninguna le da representación a Vox".

En el PP regional insisten en que el voto en las autonómicas es muy distinto al de las generales. "En 2016, Rajoy repuntó en las elecciones y, en las autonómicas de ese mismo año, Feijóo aumentó ese buen resultado en más de 7 puntos", recuerdan. Son conscientes en el partido de que los ataques de Vox —Espinosa de los Monteros llama nacionalista a Feijóo— no son "entendidos" por el votante gallego (aunque en la oposición prefieren hablar del 'clientelismo' que existe en la región). Y la estrategia de no presentar un líder a la Xunta no ayuda: "¿Quién acudiría a un debate...? Ni siquiera se sabe eso".

Todo ello ha hecho fuerte a Feijóo, a quien las encuestas le auguran que conservará la mayoría absoluta y le permitirá permanecer quince años al frente de la Xunta. Por eso ha sido inflexible en la negociación con Ciudadanos. Y nunca se plegó a los deseos de Génova, como sí hizo en un principio Alfonso Alonso en el País Vasco. Como mucho, puestos de "independientes" en las listas y negociados directamente en Galicia por su gente y con los 'naranjas' gallegos "que conocen bien el terreno", como se encargó de anunciar el miércoles el propio Feijóo. Otro mensaje más a Madrid.

Con Cs cautivo y desarmado y con las encuestas susurrándole otra mayoría absoluta, Feijóo emerge otra vez como el eterno verso suelto a Génova... que dijo no entre lágrimas cuando de verdad tocaba

En Ciudadanos han tenido que reconocer que con el gallego han pinchado en hueso. Fueron renunciando a sus exigencias —"Mejor Unidos", negociar las listas, grupos independientes, etc.— y ahora reparten daños: "El principal derrotado es Casado, que cuando se ha puesto a prueba si era verdad que buscaba una estrategia nacional con el 'España Suma', a las primeras de cambio, Feijóo le ha desnudado y ha puesto en cuestión su liderato. Casado debería haber sacado el debate de lo regional y llevarlo a lo nacional, en términos de España". Ya se ha visto el efecto que ha tenido en el País Vasco, cuando Alonso se ha plantado. Y habrá que ver si se apaga antes de Cataluña.

El 'eterno' reto a Génova

Los populares gallegos esgrimen que el 1% de intención de voto que le dan las encuestas en Galicia a Ciudadanos —en 2016 superaron por poco el 3% y también se quedaron fuera— es un "pobre argumento" frente a los 41 escaños del PP para que Feijóo acepte acudir en una coalición. Cuando se les recuerda que algunos sondeos le dan por los pelos el escaño 38, necesario para la mayoría absoluta, sentencian que "se puede perder el Gobierno, pero no serán los votos de Ciudadanos los que lo protejan". Y tiran de hemeroteca: solo ha habido dos ayuntamientos en los que Cs fue clave tras las municipales del año pasado para dar el Gobierno al PP, Malpìca (Coruña) y A Cañiza (Pontevedra), "y en los dos prefirió dárselos al PSG".

Con Cs cautivo y desarmado en Galicia —"seguiremos abiertos hasta el mismo 1 de marzo a negociar incluir a gente suya en nuestras listas", reitera el presidente de la Xunta tras el intento personal de Arrimadas de convencerle por teléfono de manera fallida el miércoles—, con Vox sin candidato y comparándole con Torra y hasta con Jordi Pujol, y con las encuestas susurrándole que una nueva mayoría absoluta es posible, Feijóo vuelve a emerger como el eterno candidato a discutir el liderazgo de Génova. Algo a lo que se negó entre lágrimas cuando tocaba en julio de 2018 y que, a la postre, propició la llegada de Pablo Casado a la presidencia del partido. Segundas partes, dicen, nunca fueron buenas.

"La batalla de Galicia la ha ganado Feijóo. Pero los perdedores no serán solo Arrimadas y Ciudadanos: a quien le manda un claro mensaje es a Pablo Casado y a su falta de liderazgo en el momento en que más debía demostrarlo". Dentro de la gestora de Cs tienen claro que el enroque del líder gallego contra cualquier tipo de coalición electoral con los 'naranjas' para el 5-A es "un golpe al liderazgo nacional de Génova". Y lo sucedido este viernes con Alfonso Alonso y el PP vasco parece darles la razón. Sin embargo, en el PP regional, lo desmienten rotundamente: "Hay sintonía total. Casado sabe que tiene la posibilidad de lograr su primera mayoría absoluta al frente del partido... ¿va a compartirla con Ciudadanos?".

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