PP y Cs se centran en encontrar una fórmula para Galicia y ultiman el pacto en Euskadi

La negociación entre PP y Ciudadanos para acudir a las elecciones gallegas y vascas del 5 de abril en coalición está cerca del desenlace. Como era previsible, en el caso de Galicia, la alianza en esos términos es casi imposible. Los populares insisten en que ellos ya concentran el espacio del centro derecha en esa comunidad y se niegan a firmar una coalición preelectoral con los naranjas. Ciudadanos, por su parte, se afana en defender su autonomía como partido nacional y asegura que no renunciará a presentarse a las elecciones integrándose en las listas del PP. Es decir, las posturas siguen alejadas a solo 24 horas de que se cumpla el plazo para que todos los partidos que quieren concurrir a la cita electoral en coalición registren su propuesta.

En la otra cara de la moneda se encuentran los “avances” que sí existen en el País Vasco. Fuentes de ambas formaciones reconocen que el acuerdo en Euskadi no peligra. Más bien lo contrario: el pacto está encarrillado, a falta de que Galicia dé alguna muestra de progreso. Inés Arrimadas reconoció este martes, al finalizar su primera reunión con Pablo Casado para negociar acerca de la coalición, avances con el PP y con otros actores, como UPYD y algunos de sus dirigentes de referencia como Maite Pagaza, para llegar a esa candidatura constitucional transversal que pretenden y que encabezaría el candidato popular, Alfonso Alonso.

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También el secretario general del PP, Teodoro García Egea, no tuvo reparos en reconocer que en Euskadi ambas formaciones comparten la necesidad de “aunar esfuerzos” para conseguir una candidatura fuerte y que haga frente al nacionalismo. En Ciudadanos, aseguran que Galicia es el único escollo en la negociación y siguen vinculando el éxito del acuerdo a que haya pacto en las dos comunidades. Eso sí, dirigentes de la cúpula naranja reconocen ya que aunque el estado de la negociación por ahora es ese, no tendría sentido desperdiciar los avances alcanzados en el País Vasco.

La propuesta que lanzó Arrimadas hace tres semanas hablaba de un “pack' indivisible” para las tres comunidades autónomas que celebrarán elecciones este año (Galicia, País Vasco y Cataluña), en las que, a su juicio, existe una “amenaza nacionalista”. Los naranjas insistieron desde el principio en que solo cerrarían un pacto con el PP si salía adelante en los tres territorios mirando al caso gallego, que desde el principio quedó identificado como el principal problema. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, nunca escondió su resistencia a una coalición.

En los últimos siete días se han producido cuatro contactos a distintos niveles entre las dos formaciones. El primero fue el martes pasado, entre Teodoro García Egea y José María Espejo, en el que hubo pocos avances. Los dos estaban de acuerdo en “sumar” para hacer frente al riesgo de que la izquierda gobierne con los nacionalistas, pero el PP ya dejó fuera la posibilidad de que en Galicia hubiera coalición. Días más tarde, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, se puso en contacto con el PP gallego directamente para abrir un nuevo canal de comunicación. El domingo se reunió —a medio camino entre Madrid y Santiago de Compostela, concretamente en Benavente— con Miguel Tellado, hombre fuerte de Feijóo. No hubo cambios de postura.

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Ya este martes, Arrimadas y Casado se sentaron a una mesa para intentar desencallar la situación. Y la conclusión quedó clara: el PP ofrece “seguir negociando” hasta el 1 de marzo (fecha en que se hacen públicas las listas electorales) para tratar de integrar a Ciudadanos en sus listas en Galicia. La oferta, que Feijóo ha repetido en los últimos días, tiene dos objetivos: firmar un pacto preelectoral con los naranjas, aunque no sea vía coalición, y evitar que Ciudadanos se presente por libre, ya que el riesgo de que se fragmente el voto del centro derecha aumentaría. Como publicó este diario, el partido naranja no se plantea esa fórmula. Si no hay coalición, se presentarán con su propia candidata, que además ya se ha postulado para el proceso de primarias: Beatriz Pino.

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En el partido de Arrimadas, aseguran que intentarán “hasta el último minuto” alcanzar un acuerdo, pero consideran como única línea roja preservar su autonomía como partido. “No nos pueden pedir que no nos presentemos en Galicia. Nosotros no le vamos a pedir eso al PP en Cataluña, donde lideraremos el acuerdo”, insisten. Falta apenas un día para que el límite recogido en la ley electoral gallega venza. Un escaso margen para encontrar una fórmula en la que ambos se sientan cómodos. Arrimadas se pondrá en contacto este miércoles con el presidente de la Xunta en un intento final por que haya entendimiento.

Si como todo parece indicar no hay acuerdo en Galicia, las dos formaciones tendrían otras 24 horas para seguir hablando de Euskadi. La ley electoral vasca establece un plazo de un día más (en total, 10 días) desde la convocatoria electoral para registrar las coaliciones. Es decir: aunque el jueves no se produzca una alianza gallega, PP y Ciudadanos podrían seguir negociando una coalición en el País Vasco hasta el viernes. Aunque la versión oficial naranja es que el acuerdo debe ser el mismo para ambos territorios, dirigentes cercanos a Arrimadas no desechan la idea de que el caso vasco prospere. El camino está prácticamente listo.